Hail! Bright Cecilia, Hail! fill ev’ry heart with love of thee and thy celestial art; that thine and musick’s sacred love may make the British forest prove as famous as Dodona’s vocal grove.
¡Salve, brillante Cecilia, salve! Llena todos los corazones de amor a ti y a tu celestial arte; de modo que el amor sagrado hacia ti y hacia la música hagan tan famoso al bosque británico como a la arboleda vocal de Dodona.
Pero a mí me parece que el bien específico de este arte es principalmente el siguiente: la música, a diferencia de las demás artes no se considera útil sólo a una única materia, dentro de las actividades humanas, o durante un breve intervalo de tiempo, sino que cualquier edad e incluso la vida entera y cualquier acción podrían ser perfectamente ordenadas únicamente con ella. (Arístides Quintiliano, Sobre la música, I, 1, 19-20)
…
Únicamente el arte mencionado antes, la música, se extiende por toda materia, por así decir, y atraviesa todo tiempo: ordena el alma con las bellezas de la armonía y conforma el cuerpo con ritmos convenientes; y es adecuada para los niños por los bines que se derivan de la melodía, pra los que vanzan en edad por transmitir las bellezas de la dicción métrica y, en una palabra, del discurso entero, y para los mayores porque explica la naturaleza de los números y la complejidad de las proporciones, porque revela las armonías que mediante estas proporciones existen en todos los cuerpos y, lo que en verdad es más importante y más definitivo, porque tiene la capacidad de suministrar las razones de lo que es más difícil de comprender a todos los hombres, el alma, tanto del alma individual, como del alma del universo (I, 2, 9-10).
Beneficios de la música
Lo que me ha impulsado a emprender este tratado ha sido, es especial, la poca estima de la mayor parte de la gente por este tema, proponiéndome mostrar qué saber tan importante es el que inadecuadamente desprecian. Si bien otros saberes han sido descuidados por su carácter enojoso, como la medicina, o por resultar ingratos a la mayoría de las personas, como la geometría, por ninguno de estos motivos se ha de rechazar la música, pues ni presenta esa gran incomodidad ni acompaña a quienes a ella se dedican sin proporcionarles un adecuado deleite; por el contrario, la música tiene la capacidad no sólo de beneficiar rápidamente aquienes gustan del esfuerzo, sino también de dar como fruto un placer digno e incomparable. Aún es más, quien trabaja en las otras artes necesita una ocupación distinta para su entretenimiento, mientras que para quienes practican la música las cosas del recreo están ya en el propio trabajo, pues éste lleva consigo un gozo no menor que el beneficio que corresponde al conocimiento.
Eficacia de la música
Las causas de la eficacia de la música son evidentes. Nuestro primer aprendizaje se produce por medio de semejanzas, que descubrimos atendiendo a los sentidos. Sin duda, la pintura y el arte plástico educan sólo mediante la vista y, sin embargo, estimulan el alma y la conmueven; ¿cómo, pues, no la iba a cautivar la música que hace la imitación no por medio de un solo sentido sino de más? (II, 4, 56, 9-10).
Omnipresencia de la música en la vida social
Verdaderamente, no hay acción entre los hombres que se realice sin música. Los himnos divinos y las ofrendas son ordenados con música; las fiestas privadas y las festividades públicas de las ciudades son magnificadas con ella;los combates y las marchas se inician y se detienen mediante música. También hace menos penosas las navegaciones y el remar, y los más pesados trabajos artesanos, produciendo un alivio en las fatigas. (II, 4, 57, 20).
Conclusión
Por consiguiente, que hemos de educar a los jóvenes con música y que nosotros mismos debemos dedicarnos a ella durante toda la vida siempre que nos fuera posible, es algo que nadie, pienso yo, puede negar. (II, 6, 65, 20).
Arístides Quintiliano, Sobre la música (traducción de Luis Colomer y Begoña Gil, en la edición de Gredos).
Hail! Bright Cecilia, Hail to thee! Great Patroness of Us and Harmony! Who, whilst among the Choir above thou dost thy former skill improve.
With rapture of delight dost see thy fav’rite art make up a part of infinite felicity.
Hail! Bright Cecilia, Hail to thee! Great Patroness of Us and Harmony!
With rapture of delight dost see thy fav’rite art make up a part of infinite felicity.
Hail! Bright Cecilia, Hail to thee! Great Patroness of Us and Harmony!
Salve!, brillante Cecilia, ¡Salve a ti! Nuestra gran patrona y de la armonía, que, al tiempo que formas parte del coro celestial mejoras aún más tu antiguo talento.
Con un rapto de placer ves que tu arte favorito forma parte de la felicidad infinita.
¡Salve!, brillante Cecilia, ¡Salve a ti! Nuestra gran patrona y de la armonía.
Con un rapto de placer ves que tu arte favorito forma parte de la felicidad infinita.
¡Salve!, brillante Cecilia, ¡Salve a ti! Nuestra gran patrona y de la armonía.
Esta ha sido nuestra aportación al día de santa Cecilia: el inicio y el final del texto que Nicholas Brady compusiera para la Oda Hail Bright Cecilia!, compuesta en 1692, de Purcell, extractos del Sobre la música de Arístides Quintiliano, y todo jalonado por las diferentes piezas (excepto la obertura y la marcha) que componen la Ode for Saint Cecilia’s Day de Handel.
NULLA AMICITIA SINE MUSICA
‘Teres atque rotundum’. Un post precioso de leer y de oir.
Magnífic post. Estic totalment d´acord en el que dius tu i també deien els clàssics: la música com l´amor no passa mai. Una forta abraçada el dia que recordem a santa Cecilia..
Muchas gracias, Ramon y Merche, por vuestros comentarios. Creo que Cecilia, la música, una de mis pasiones, merece ser recordada cada año. En mi blog, como los lectores pueden comprobar, siempre hay espacio para ella. Además, como cantante aficionado, no puedo menos que dar la razón a Arístides Quintiliano cuando dice que «para quienes practican la música las cosas del recreo están ya en el propio trabajo».
[…] Cecilia ya hemos hablado en este y otros espacios y poco podemos añadir. Patrona de los músicos, mártir cristiana de Roma (que da […]
[…] en el actual blog dedicamos artículos a la santa en el 2008 y […]
[…] dedicado dos artículos en nuestro anterior blog; el primero y el segundo. Y otros dos en este: el primero en el 2008 y el segundo, en el 2009, además de una serie con el capítulo I, el II, el III, y el […]
[…] (una de nuestras pasiones) ha estado muy presente en el blog, con series sobre Santa Cecilia (Hail, bright Cecilia!, Cecilia, Filemón y Jesús, Alfa y Omega, Alusiones míticas en las odas a santa Cecilia, Santa […]