Nos referíamos en el anterior artículo a la inscripción en griego del medallón de los Reyes Católicos en la fachada de la Universidad de Salamanca. Hablemos un poco de esta fachada y de sus referentes clásicos. Hemos sacado la información de aquí.
El cetro que sostienen los reyes y que actúa de eje central, es un símbolo relacionado con el Libro de la Sabiduría. El modelo utilizado para las figuras reales deriva de las formas usadas en la numismática. Dicha composición sería un homenaje y recuerdo a sus originarios fundadores. Los cuatro paneles que acompañan a los Reyes, dos a cada lado, son meramente decorativos.
Pasando al segundo cuerpo podemos encontrar cinco paneles, de nuevo, correspondientes a las respectivas calles. El panel del centro, sobre el de los Reyes Católicos, pertenece al escudo del emperador Carlos V con el Toisón de oro, imagen que ensalza a la monarquía regente. En el registro de la izquierda, que queda a continuación del escudo de Carlos V, se encuentra la representación del águila bicéfala en relación con el monarca. Mientras que en el de su derecha encontramos otro escudo con la imagen del águila, esta vez sencilla. En cuanto a los paneles laterales de este segundo cuerpo hallamos una figura femenina a la izquierda, que sería la representación de Hebe, según Santiago Sebastián estaría representando a la diosa de la juventud por su corona de flores. En el panel de la derecha encontramos representado a Hércules, que junto a Hebe, simbolizan la protección de la monarquía. Sobre estos escudos, dentro de estas secciones, encontramos veneras coronándolos, donde aparecen dos caudillos a la izquierda, Escipión el africano y Alejandro Magno. Mientras en el lado derecho aparecen dos amantes de la literatura clásica, Jasón y Medea (maga hechicera representante de la fidelidad matrimonial).
Ya en el tercer cuerpo, de aspecto más barroco y con el relieve más abultado; recordemos el juego óptico que plantea el plateresco, aparecen tres secciones de iconografía más compleja. En el panel de la izquierda podemos observar en el centro, a la diosa Venus, acompañada en un flanco por Baco coronado con una guirnalda. En el otro flanco vemos al dios Marte, su amante, portando una balanza y un casco de visera baja. Estos atributos aparecen esculpidos bajo el medallón del dios guerrero. La balanza en el zodiaco se encuentra bajo la protección de Venus y el casco aparece a su lado para señalar las relaciones que mantienen con su amante. Ambos medallones aparecen unidos en la parte superior por un conjunto de delfines. El panel de la derecha lo protagoniza Hércules al centro, flanqueado por Fedra y su esposo Teseo, y de nuevo coronado con delfines. La figura de Teseo hunde su origen en su historia, pues este ático impidió la entrada de los ladrones en Atenas, y está relacionado con el trofeo que aparece en el ángulo inferior izquierdo con la cabeza de Perifetes. Esta imagen guarda relación con la hazaña de Teseo según la cual capturó al ladrón más popular de su época. A la derecha aparecen unas serpientes que se cruzan acompañadas de un corazón, éstas hacen referencia a la historia de los esposos, pues los reptiles aparecen representando la traición de Fedra queriendo los favores de su hijastro, en ausencia de su esposo, tal como cuenta la mitología. Así ella representa el pecado, mientras Teseo sería la virtud. Finalmente, se culmina este cuerpo con una sección central donde aparece un obispo sentado en su cátedra custodiado por dos cardenales, todos situados bajo una especie de templete. Va acompañado por dos medallones que representan las Virtudes a la izquierda, y sabios griegos a la derecha. Estos personajes junto a la figura de Hércules, protector de Hispania, la diosa Venus y el Papa sentado que representa a Adriano VI; estarían simbolizando una alegoría de la Teología.
El programa iconográfico se debe observar en conjunto, pues sólo así cobra el significado que adelantábamos al comienzo, donde la virtud y el pecado se encuentran. El mensaje principal es claro, ya que realiza una alabanza a la ciencia y a la vida activa; mientras que rechaza el vicio y la inmoralidad. Estos conceptos eran los que regían la vida académica, y aquellos que el humanismo a través de sus escuelas, quería transmitir a las siguientes generaciones.
En este vídeo se nos explica la fachada:
Siguiendo nuestro camino por Salamanca nos encontramos con el puente romano sobre el río Tormes.
Y, a continuación, tras la torre de Clavero y en la calle de Miñagustín, vimos un edificio con sirenas sosteniendo los balcones. Es fácil observar sus caras de mujer y sus cuerpos y garras de ave. En el balcón inferior, entre las dos esfinges, hay una figura masculina que bien pudiera ser un sátiro, aunque no lleguen a verse sus atributos característicos.
Y hasta aquí nuestro recorrido de reminiscencias clásicas por Portugal y Castilla. Bueno, no. Recordarán los lectores que, en la segunda entrega de la serie, y a propósito de la librería Lello de Oporto, dijimos que este local nos ofrecía tres motivos para aparecer aquí: haber sido escenario, por su belleza, del rodaje de escenas de Harry Potter, pues su autora vivió en Oporto y frecuentaba la librería; su vidriera con el lema en latín y… una tercera, que ahora desvelamos.
Por la tarde, regresé a Lello con la idea de comprar un libro en tan emblemática librería y, por fortuna, topé con uno que me sirvió de regalo propio en el viaje: una “Antologia da poesia grega clássica”, con traducción y notas complementarias de Albano Martins, poeta, profesor, traductor y ensayista. Nacido en 1930 en Telhado, concejo de Fundâo, es Licenciado en Filología Clásica por la Facultad de Letras de la Universidad de Lisboa y fue durante muchos años inspector coordinador de la Inspección General de Enseñanza. Actualmente es profesor en la Universidad Fernando Pessoa de Oporto, aunque ha sido profesor de enseñanza secundaria de 1956 a 1976.
La antología tiene como matriz de referencia dos obras publicadas en Francia en la segunda parte del siglo XX: Anthologie de la poésie grecque, de Robert Brasillac y La couronne et la lyre, de Margueritte Yourcenar.
La obra es bien representativa del vasto patrimonio cultural de la poesía griega clásica y en ella se incluyen autores que van desde Homero a Paulo Silenciario, pasando por Anacreonte, Safo, Píndaro, Esquilo, Empédocles, Sófocles, Eurípides, Aristófanes y Esopo. Pero hay ejemplos también de Hesíodo, Arquíloco, Calino, Mimnermo, Tirteo, Alcmán, Arión, Solón, Estesícoro, Íbico, Erina, Teognis, Orfeo, Pitágoras, Simónides de Ceos, Calístrato, Jenófanes, Parménides, Baquílides, Critias, Queremón, Cleanto, Filóxeno, Crates de Tebas, Menandro, Calímaco, Apolonio de Rodas, Teócrito, Herondas, Bión, Mosco, Arato, Meleagro, las Anacreónticas, la Antología Griega, Opiano, Babrio, los Oráculos Sibilinos, San Gregorio Nacianceno, Quinto de Esmirna, Sinesio de Cirene, Apolinario, Nono, Trifiodoro, Proclo o Museo.
De estos autores vamos a ofrecer una selección de las traducciones. Ofreceremos la de los textos más conocidos, ya que, al ser ofrecida en portugués y sin traducción al castellano, conviene que el lector conozca el original griego o, al menos, su traducción castellana o ésta le sea accesible.
Homero, Ilíada I, 1-5:
Μῆνιν ἄειδε θεὰ Πηληϊάδεω ᾿Αχιλῆος
οὐλομένην, ἣ μυρί᾿ ᾿Αχαιοῖς ἄλγε᾿ ἔθηκε,
πολλὰς δ᾿ ἰφθίμους ψυχὰς ῎Αϊδι προΐαψεν
ἡρώων, αὐτοὺς δὲ ἑλώρια τεῦχε κύνεσσιν
οἰωνοῖσί τε πᾶσι, Διὸς δ᾿ ἐτελείετο βουλή,
Canta, ó deusa, a cólera funesta de Aquiles, filho de Peleu,
que aos Aqueus infindos males causou
e precipitou no Hades inúmeras almas valorosas
de heróis, tornando-os presa dos câes
e da multidâo dos pássaros. E cumpria-se a vontade de Zeus.
Homero, Odisea I, 1-10:
῎Ανδρα μοι ἔννεπε, Μοῦσα, πολύτροπον,
ὃς μάλα πολλὰ πλάγχθη, ἐπεὶ Τροίης ἱερὸν πτολίεθρον ἔπερσε·
πολλῶν δ᾿ ἀνθρώπων ἴδεν ἄστεα καὶ νόον ἔγνω,
πολλὰ δ᾿ ὅ γ᾿ ἐν πόντῳ πάθεν ἄλγεα ὃν κατὰ θυμόν,
ἀρνύμενος ἥν τε ψυχὴν καὶ νόστον ἑταίρων.
ἀλλ᾿ οὐδ᾿ ὧς ἑτάρους ἐρρύσατο, ἱέμενός περ·
αὐτῶν γὰρ σφετέρῃσιν ἀτασθαλίῃσιν ὄλοντο,
νήπιοι, οἳ κατὰ βοῦς ῾Υπερίονος ᾿Ηελίοιο
ἤσθιον· αὐτὰρ ὁ τοῖσιν ἀφείλετο νόστιμον ἦμαρ.
τῶν ἁμόθεν γε, θεά, θύγατερ Διός, εἰπὲ καὶ ἡμῖν.
Musa, fala-me do astuto varâo que tanto errou
depois que de Tróia a sagrada cidadela destruiu,
que viu cidades de muitos povos e lhes conheceu
o espirito; que tantos padecimentos suportou no mar
para salvar a vida e assegurar o regresso dos companheiros.
Mas a estes nâo conseguiu, a pesar de tudo, salvá-los,
pois pereceram, insensatos, devido à sua própia
loucura: devoraram os bois de Hiperion, o Sol,
que assim lhes negou o dia do regresso.
E tu, ó deusa, filha de Zeus, fala-nos agora destas coisas.
Arquíloco, fragmento 6 en la edición de Diehl:
ἀσπίδι μὲν Σαΐων τις ἀγάλλεται, ἣν παρὰ θάμνωι,
ἔντος ἀμώμητον, κάλλιπον οὐκ ἐθέλων·
αὐτὸν δ᾿ ἐξεσάωσα. τί μοι μέλει ἀσπὶς ἐκείνη;
ἐρρέτω· ἐξαῦτις κτήσομαι οὐ κακίω.
Algum Saio se ufana com o meu irrepreensível escudo
que contra vontade abandonei atrás dum matagal.
Assim evitei a morte, quero lá saber do escudo:
hei-de arranjar outro tâo bo como ele.
Íbico de Regio, fragmento 6 en la edición de Diehl:
ἦρι μὲν αἵ τε Κυδώνιαι
μηλίδες ἀρδόμεναι ῥοᾶν
ἐκ ποταμῶν, ἵνα Παρθένων
κῆπος ἀκήρατος, αἵ τ᾿ οἰνανθίδες
αὐξόμεναι σκιεροῖσιν ὑφ᾿ ἕρνεσιν
οἰναρέοις θαλέθοισιν· ἐμοὶ δ᾿ ἔρος
οὐδεμίαν κατάκοιτος ὥραν.
[ἀλλ᾿ ἅθ᾿ ] ὑπὸ στεροπᾶς φλέγων
Θρηίκιος Βορέας
ἀίσσων παρὰ Κύπριδος ἀζαλέ–
αις μανίαισιν ἐρεμνὸς ἀθαμβὴς
ἐγκρατέως πεδόθεν τυνάσσει
ἡμετέρας φρένας
Na primavera, regados
pelas águas dos regatos, os marmeleiros
florescem no inviolado
jardim das Virgens e as flores
da videira despontam e crescem
sob os talos umbrosos dos pâmpanos.
Mas para mim a amor
em nenhuma estaçâo repousa, antes como
o trácio Bóreas, inflamado
pelo relâmpago, irrompendo
da morada de Cipris, com fúria
abrasadora, obscuro
e intrépido, com força
de alto a baixo sacode
o meu coraçâo.
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