Iniciamos con este artículo una larga serie sobre la tragedia Alcestis de Eurípides y su plasmación en la ópera Alceste de Gluck. El trabajo surge de la lectura del libro Hijos de Homero de Bernardo Souvirón y de la clasificación de los modelos femeninos en los mitos griegos, donde Alcestis representa el modelo positivo. Como la serie será larga y se puede correr el riesgo de “perderse”, ofrecemos a modo de índice inicial lo que trateremos y en qué capítulos, por si los lectores quieren “elegir” qué capítulos leer en vistas a su contenido. Ni que decir tiene que nos gustaría que se leyera la serie completa, aunque somos conscientes de las exigencias que conlleva. Ofrecemos sin más el mencionado índice:
1. Hijos de Homero de Souvirón: mitos sobre la mujer, el modelo de Alcestis. (capítulos I y II)
2. Fuentes literarias clásicas sobre Alcestis: Apolodoro, Homero, Higino, Diodoro Sículo, Claudio Eliano, Ovidio, Luciano de Samosata. (capítulos III, IV y V)
3. Alcestis: valoración, estructura y argumento en Guzmán Guerra (Alianza Editorial), Medina González y López Férez (Gredos), Lesky (Historia de la literatura griega, en Gredos), Cantarella (La literatura griega clásica, en editorial Losada). (capítulos VI y VII)
4. Estructura y texto casi completo, con comentario de las sentencias. (capítulos VIII a XIII)
5. Alceste de Gluck, una ópera reformista. Diferencias entre las versiones italiana y francesa (capítulos XIV y XV)
6. La versión italiana de Alceste: sinopsis y libreto italiano y su traducción, con comentarios sobre citas mitológicas y coincidencias y divergencias con respecto a la tragedia. (capítulos XVI a XXVI)
Y comenzamos.
En su magnífico libro Hijos de Homero, Bernardo Souvirón se muestra convencido de la existencia de una cultura matriarcal en el área del Egeo y más concretamente en Creta. En el libro aborda los mecanismos que se utilizaron por parte de los micénicos o aqueos para sustituirla por un nuevo paradigma basado en el predominio del varón y de la guerra. El vehículo de transmisión de la nueva sociedad creada con la llegada a Grecia de los primeros pueblos indoeuropeos fue el mito.
Souvirón afirma:
“Lo que voy a intentar desarrollar ahora es la idea de que el éxito del modelo aqueo, basado en la preponderancia absoluta del varón y en el uso de la violencia y de la guerra como norma gloriosa de conducta y como escala de valores éticos, se sustenta en la desaparición de la mujer de toda actividad pública relevante; en el encierro de la mujer dentro del estrecho ámbito de la vida doméstica”.
Souvirón sigue:
“¿Cómo fue posible que unos extranjeros llegados a Grecia en los albores del siglo XX a. C. consiguieran, al cabo de relativamente poco tiempo, no ya derrotar militarmente a pueblos que no estaban preparados para la guerra, sino imponer su modelo se sociedad a quienes eran depositarios de una civilización infinitamente más refinada material y espiritualmente? Y ya que esto fue así, ¿cómo lo hicieron?; ¿qué vehículo utilizaron para domeñar, primero, la fuerza de los otros, y para destruir, después, sus creencias, su modelo? Mi respuesta es que lo hicieron a través del mito”.
Según Souvirón, los mitos fueron los encargados de, con el paso de cuatro generaciones, hacer creer que los señores indoeuropeos fueran considerados señores “desde siempre”, y su modelo de sociedad empezara a concebirse como el único posible. Y para el profesor Souvirón, el énfasis se puso en la mujer con el resultado de que, al cabo de esas tres o cuatro generaciones, fue considerada, ya para siempre, como un ser inferior, maligno, impuro, indigno, fuente de todos los problemas y necesario sólo por una razón insoslayable: la generación de hijos.
El autor expone luego varios mitos que, pasados por Roma que los asumió, reelaboró y transmitió, han perdurado en todas las épocas y han formado parte de nuestras artes plásticas, de nuestra música y de nuestra literatura hasta el día de hoy. Lo importante no es que hayan perdurado los mitos, sino el modelo que representan.
Souvirón trata los siguientes mitos:
a) El nacimiento del mal: el mito de Pandora.
b) La concreción del mal: el mito de Helena.
c) El modelo positivo: el mito de Alcestis.
d) La concreción del modelo positivo: el modelo de Penélope.
e) Las consecuencias del desafío al modelo positivo: el mito de Antígona.
De estos mitos nos vamos a fijar en el de Alcestis. Primero ofreceremos lo que dice Souvirón:
c) El modelo positivo: el mito de Alcestis
La leyenda de Alcestis es una exageración del modelo positivo. Se trata de un mito menos conocido que los analizados hasta ahora, ya que quedó anulado por otros que, puestos en circulación con el mismo fin, enraizaron mejor en la mentalidad del pueblo griego, primero, y en las estructuras culturales de Occidente, después. Aun así, es muy revelador, por lo que voy a contarlo en esencia.
Alcestis era una de las hijas de Pelias, rey de Yolco y tío de Jasón. Desde muy pronto se mostró como la más bella de todas ellas y, a la postre, también la más piadosa, pues fue la única que no participó en el asesinato de su padre, inmolado por sus propias hijas tras ser engañadas por Medea.
(Añado ahora, entre paréntesis, lo que Souvirón dice en nota a pie de página sobre este hecho: Un asesinato propiciado por una de las encarnaciones más brutales del modelo negativo, Medea. Con sus artes de bruja indujo a las hijas de Pelias a cometer el crimen con la promesa de que con ello su padre rejuvenecería. Sólo Alcestis, movida por su amor filial, no participó en el engaño de Medea).
Cuando Alcestis era ya una mujer, Admeto, rey de Feras, se presentó en casa de Pelias para pedir su mano. Pelias le impuso condiciones que aquél cumplió gracias a la ayuda del dios Apolo, con el que Admeto había tenido una estrecha relación.
(Aquí aporto otra nota a pie de página: El dios Apolo se vio obligado a servir a un mortal en dos ocasiones. En una de ellas, recibió este castigo de Zeus, irritado con él por la muerte de los Cíclopes. En efecto, el hijo de Apolo, Asclepio (identificado después con el dios de la medicina), llegó a adquirir una gran habilidad en las artes médicas. Ésta llegó a tal extremo que, incluso, resucitaba a los muertos. Zeus, preocupado con este acceso repentino de los hombres a la inmortalidad, lo fulminó con el rayo. Presa de inmenso dolor, como no podía enfrentarse con Zeus, Apolo dio muerte a los Cíclopes, forjadores del rayo asesino de su hijo. Zeus decidió enviar a Apolo al Tártaro, pero, gracias a la intervención de Leto, madre de Apolo, consintió en imponerle un castigo menor, aunque humillante: ponerse al servicio del rey Admeto como boyero).
Eurípides, en su obra Alcestis, nos dice que el matrimonio fue un modelo de amor conyugal, sólo empañado por un descuido de Admeto justamente el día de la boda. Éste, en efecto, conmovido por la emoción del momento, se olvidó de ofrecer sacrificios a Ártemis, la hermana gemela de Apolo, una diosa implacable que, irritada, llenó de serpientes la cama matrimonial de los nuevos esposos y condenó a morir a Admeto. Apolo intercedió por él ante las Parcas, pero sólo consiguió que éstas aceptaran la muerte de otra persona en su lugar.
Cuando llegó el día fijado por las Parcas para la muerte de Admeto, ni su padre ni su madre, ya ancianos, con sus vidas ya vividas, consintieron en morir por él, su único hijo. Sólo su esposa Alcestis, con al vida aún por vivir, con los proyectos aún por hacer, se brindó a hacer ese sublime sacrificio.
(Nueva nota al pie de página: Tal es el argumento de la Alcestis de Eurípides. Véase también Apolodoro, Biblioteca, 19, 15 y ss., y Esquilo, Euménides, 723 yss., donde se dice que Apolo emborrachó a las Parcas para conseguir su objetivo.)
Ofrecemos el pasaje de Las Euménides que cita Souvirón:
Xο. τοιαῦτ᾿ ἔδρασας καὶ Φέρητος ἐν δόμοις·
Μοίρας ἔπεισας ἀφθίτους θεῖναι βροτούς.
Απ. οὔκουν δίκαιον τὸν σέβοντ᾿ εὐεργετεῖν,
ἄλλως τε πάντως χὤτε δεόμενος τύχοι;
Xο. σύ τοι παλαιὰς διανομὰς καταφθίσας
οἴνῳ παρηπφησας ἀρχαίας θεάς.
Corifeo: Algo así hiciste también en la casa de Feres: convenciste a las Moiras para que hicieran inmortal a un mortal.
Apolo: ¿Es que no es justo conceder bienes al que te venera y, sobre todo, al llegar la ocasión en que lo necesita?
Corifeo: Tú engañaste con vino a las viejas deidades y te aprovechaste de ello para destruir la antigua distribución de los destinos.
Alcestis, pues, muere en lugar de su marido. Sin embargo, cuando llega al Hades, Perséfone, la esposa del dios de los muertos, compadeciéndose de la muchacha y de su abnegado comportamiento, la devuelve al mundo de los vivos.
Así debió ser la versión popular del mito de Alcestis, la imagen grabada en al imaginación de los antiguos griegos.
No obstante, Eurípides introdujo una novedad, (Nota al pie: O bien la tomó de Frínico, que compuso una Alcestis antes que él. Esto parece lo más probable a la luz de algunos testimonios indirectos de las fuentes), la intervención de Hércules, que llega al palacio de Admeto en el momento en que todos se lamentan por la muerte de su esposa. Hércules, siempre decidido a realizar hazañas imposibles, decide ayudar a su viejo amigo, compañero de batallas y fatigas en la expedición de la nave Argo: entabla combate con Tánato, la Muerte, y le devuelve viva y más hermosa que nunca a su esposa.
Hola Miguel Ángel,
He leído tu arículo de Bernardo Souvirón.
Quería contarte que hace poco tiempo hemos creado un grupo en FACEBOOK dedicado al profesor Bernardo Souvirón. En el estamos intentado recuperar sus intervenciones nocturnas en Radio Nacional de España.
El grupo se llama: «Bernardo Souvirón. Hijos de Homero». Si quieres unirte. Estamos contactando con esas personas que escuchaban al otro lado de la radio.
Estamos publicando las emisiones de los programas de historia clásica de la radio ONDA EL ESPINAR, en la que Bernardo Souvirón colabora. Recientemente, Bernardo se ha unido al grupo, y está publicando algunos artículos y reflexiones suyas en el área de foros.
Las grabaciones de sus conferencias también están disponibles, para quien quiera escucharlas y/o verlas. Así como de sus lecturas en publico de la ‘Ilíada’ de Homero.
En fin. Todas esta información la puedes encontrar allí, si quieres. Ya que me ha parecido que podía ser de tu interés.
Un saludo.
Hasta luego. Gracias.
Jorge
Hola, Jorge:
Muchas gracias por tu información que seguro que será de interés también para los lectores de este espacio.
Un saludo
[…] Bach mitológico, Sed plerumque sequitur Occasio calvata, Tríptico mitológico de Rembrandt y Alcestis, de Eurípides a Gluck, a propósito de Souvirón) tendrá como objetivo ofrecer estos tres ejemplos de vida “en el vientre de la ballena”, […]
[…] cambios dramatúrgicos promovidos por Chistoph Willlibald Gluck con sus óperas pioneras como Alceste (1767) e Ifigenia en Táuride (1779) en Viena y París. Eran éstas obras en las que todos los […]
[…] y Metodio, San Juan Crisóstomo, los mitos en Carmina Burana, el mito de Apolo y Dafne, los de Alcestis, Idomeneo, Néstor, Prometeo o Diana, cuadros mitológicos de Rembrandt, lo mitológico en Verdi, […]
[…] Menelao, La bella Helena) Britten (Metamorfosis musicales), Rossini (Rossini mitológico), Gluck (Alcestis, de Eurípides a Gluck…), Bach (Bach mitológico), Salieri (De Esquilo a Salieri), Lizst (Dos poemas sinfónico […]