Leucótea da su velo a Odiseo (1805) de John Flaxman (1755-1826). Ilustraciones para la Odisea.
Prosiguiendo con las fuentes clásicas, Homero, en Odisea V, 333 y siguientes, nos presenta a Ino Leucótea, ya convertida en diosa marina, como auxiliadora de Odiseo:
τὸν δὲ ἴδεν Κάδμου θυγάτηρ, καλλίσφυρος Ἰνώ,
Λευκοθέη, ἣ πρὶν μὲν ἔην βροτὸς αὐδήεσσα,
νῦν δ᾿ ἁλὸς ἐν πελάγεσσι θεῶν ἐξέμμορε τιμῆς.
ἥ ῥ᾿ Ὀδυσῆ᾿ ἐλέησεν ἀλώμενον, ἄλγε᾿ ἔχοντα·
αἰθυίῃ δ᾿ εἰκυῖα ποτῇ ἀνεδύσετο λίμνης,
ἷζε δ᾿ ἐπὶ σχεδίης καί μιν πρὸς μῦθον ἔειπε·
«κάμμορε, τίπτε τοι ὧδε Ποσειδάων ἐνοσίχθων
ὠδύσατ᾿ ἐκπάγλως, ὅτι τοι κακὰ πολλὰ φυτεύει;
οὐ μὲν δή σε καταφθείσει, μάλα περ μενεαίνων.
ἀλλὰ μάλ᾿ ὧδ᾿ ἕρξαι, δοκέεις δέ μοι οὐκ ἀπινύσσειν·
εἵματα ταῦτ’ ἀποδὺς σχεδίην ἀνέμοισι φέρεσθαι
κάλλιπ᾿, ἀτὰρ χείρεσσι νέων ἐπιμαίεο νόστου
γαίης Φαιήκων, ὅθι τοι μοῖρ᾿ ἐστὶν ἀλύξαι.
τῆ δέ, τόδε κρήδεμνον ὑπὸ στέρνοιο τανύσσαι
ἄμβροτον· οὐδέ τί τοι παθέειν δέος οὐδ᾿ ἀπολέσθαι.
αὐτὰρ ἐπὴν χείρεσσιν ἐφάψεαι ἠπείροιο,
ἂψ ἀπολυσάμενος βαλέειν εἰς οἴνοπα πόντον
πολλὸν ἀπ᾿ ἠπείρου, αὐτὸς δ’ ἀπονόσφι τραπέσθαι.»
ὣς ἄρα φωνήσασα θεὰ κρήδεμνον ἔδωκεν,
αὐτὴ δ᾿ ἂψ ἐς πόντον ἐδύσετο κυμαίνοντα
αἰθυίῃ εἰκυῖα· μέλαν δέ ἑ κῦμ᾿ ἐκάλυψεν.
Pero vióle Ino Leucotea, hija de Cadmo, la de pies hermosos, que antes había sido mortal dotada de voz, y entonces, residiendo en lo hondo del mar, disfrutaba de honores divinos. Y como se apiadara de Odiseo, al contemplarle errabundo y abrumado por la fatiga, transfigurose en mergo, salió volando del abismo del mar y, posándose en la balsa construida con muchas ataduras, díjole estas palabras:
-¡Desdichado! ¿Por qué Poseidón, que sacude la tierra, se airó tan fieramente contigo y te está suscitando multitud de males? No logrará anonadarte por mucho que lo anhele. Haz lo que voy a decir, pues me figuro que no te falta prudencia: quítate esos vestidos, deja la balsa para que los vientos se la lleven y, nadando con las manos, procura llegar a la tierra de los feacios, donde la Moira ha dispuesto que te salves. Toma, extiende este velo inmortal debajo de tu pecho y no temas padecer, ni morir tampoco. Y así que toques con tus manos la tierra firme, quítatelo y arrójalo en el vinoso ponto, muy lejos del continente, volviéndote a otro lado.
Dichas estas palabras, la diosa le entregó el velo, y transfigurada en mergo, tornó a sumergirse en el undoso ponto y las negruzcas olas la cubrieron.
Ulises náufrago recibe el velo sagrado de Ino (1803) de Johann Heinrich Füssli (1741-1825). Basilea, colección privada.
La «cantata drammatica» Ino, compuesta en 1765, no mucho antes de la muerte del compositor, es para soprano solista y orquesta. El episodio que narra podría haber sido familiar para la audiencia de Hamburgo de la época, pero ahora lo es menos. Peter Czornyj, en las notas al librito que acompaña la grabación de la casa discográfica Brilliant Classics, dice que el libretto, obra, como hemos apuntado, del poeta y filósofo berlinés Karl Wilhelm Ramler, a partir de una parte de las Metamorfosis de Ovidio, empieza donde termina el oratorio “Semele” de Handel. Para una analista femenina podría llamarse “fruta madura”. Ino es Hermana de Semele, y como Semele es punto de mira de la ira de Juno / Hera, a causa de los amoríos de Semele con Júpiter / Zeus. Juno provoca una insana locura en el marido de Ino, Atamante, y es aquí donde la historia comienza en la cantata de Telemann, con Ino escapando de un Atamante cubierto de sangre y pronto obligada a saltar desde un acantilado al mar sosteniendo en brazos a uno de sus dos hijos al que Atamante aún o ha dado muerte. En una escena de extraordinaria flexibilidad musical, Telemann nos hace oír a madre e hijo debatirse entre las olas, la desaparición del niño, y el postrero rescate de ambos con Ino transfigurada en la diosa Leucótea.
La cantata “Ino”, que analizaremos en los próximos capítulos, concluye con cantos de alabanza a los dioses benevolentes. La breve escena ha sido compuesta de forma extremadamente vívida, y lo que más sorprende es que el anciano compositor estaba absolutamente a la última en el aspecto estilístico y musical. El aria da capo final, con multitud de florituras vocales a cargo de la soprano, podría pertenecer sin problemas a una de las opere serie italianas de Mozart. La «Danza de los Tritones» no es una graciosa pieza en el ligero estilo francés, sino una vigorosa serenata campestre con resonantes trompas.
Toda la cantata requiere solo un pequeño fondo de escenario para tomar vida y sería ideal para una imaginativa joven soprano que buscara un recital poco convencional, o para un museo que mostrara una pintura que describiera este episodio.
Tritón, Leucótea y Palemón (320 d. C.), mosaico de la Villa del Casale, Piazza Armerina, Sicilia
Para finalizar con las fuentes, aquí tenemos al mitógrafo Higino que, en su Fábula 2, nos habla de Ino.
INO.
Ino Cadmi et Harmoniae filia, cum Phrixum et Hellen ex Nebula natos interficere uoluisset, iniit consilium cum totius generis matronis et coniurauit ut fruges in sementem quas daret torrerent, ne nascerentur; ita ut, cum sterilitas et penuria frugum esset, ciuitas tota partim fame, partim morbo interiret. De ea re Delphos mittit Athamas satellitem, cui Ino praecepit ut falsum responsum ita referret, si Phrixum immolasset Ioui, pestilentiae fore finem. Quod cum Athamas se facturum abnuisset, Phrixus ultro ac libens pollicetur se unum ciuitatem aerumna liberaturum. Itaque cum ad aram cum infulis esset adductus, satelles misericordia adulescentis Inus Athamanti consilium patefecit; rex facinore cognito, uxorem suam Ino et filium eius Melicerten Phrixo dedidit necandos. Quos cum ad supplicium duceret, Liber pater ei caliginem iniecit et Ino suam nutricem eripuit. Athamas postea, ab Ioue insania obiecta, Learchum filium interfecit. At Ino cum Melicerte filio suo in mare se praecipitauit; quam Liber Leucotheam uoluit appellari, nos Matrem Matutam dicimus, Melicerten autem deum Palaemonem, quem nos Portunum dicimus. Huic quinto quoque anno ludi gymnici fiunt, qui appellantur ᾿Ισθμια.
Ino, hija de Cadmo y Harmonía, con el deseo de matar a Frixo y Hele, nacidos de Néfele, formó un plan con las mujeres de la tribu entera, y conspiró para que los cereales que se sembraran se secaran y no nacieran, de manera que, cuando hubiera esterilidad y escasez de granos, la ciudad entera pereciera, unos por el hambre, otros por la enfermedad. Con respecto a esta situación Atamante envió un siervo a Delfos, al que Ino dio instrucciones para traer de vuelta una respuesta falsa: que la peste se acabaría si Frixo era sacrificado a Zeus. Cuando Atamante se negó a hacerlo, Frixo voluntaria y espontáneamente prometió que él liberaría a la ciudad de su angustia. Y, de este modo, cuando fue llevado al altar, vestido con las cintas para el sacrificio, el criado, por piedad para con el joven, reveló el plan de Ino a Atamante; el rey, conocido el crimen, entregó a su esposa Ino y al hijo de ésta Melicertes a Frixo para que fueran muertos. Pero cuando los conducía al suplicio, el padre Líber lo cubrió con una nube y arrebató a Ino, que era su nodriza. Después, Atamante, enloquecido por Júpiter, mató a su hijo Learco. Pero Ino, con Melicertes, su hijo, se arrojó al mar. Líber quiso llamarla Leucotea y a Melicertes, su hijo, dios Palemón, pero nosotros la llamamos Mater Matuta y a él Portuno. En su honor, cada cinco años se celebran concursos de gimnasia, que se llaman Ístmicos.
Ino and Melicertes de Typhtis (2010-2013) en deviantART
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