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Archive for 27 de enero de 2016

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Como veíamos en el primer capítulo de esta serie dedicada a la muerte del caballo de Alejandro Magno, Aulo Gelio recoge esa característica de Bucéfalo de no permitir que, una vez enjaezado para el combate, lo montara otro que no fuera el rey.

Aulo Gelio escribe: ubi ornatus erat armatusque ad proelium, haud umquam inscendi sese ab alio nisi ab rege passus sit = tan pronto era guarnecido y preparado para el combate, nunca consintió ser cabalgado por otro que no fuera el rey.

Mientras Plinio lo hace así: Neminem hic alium quam Alexandrum regio instratu ornatus recepit in sede = El caballo, una vez engalanado con los arreos reales, no permitió que lo montara ningún otro más que Alejandro.

Respecto a los honores tributados a Bucéfalo y la dedicación de una ciudad, escribe Gelio: Tum rex Alexander parta eius belli victoria oppidum in isdem locis condidit idque ob equi honores «Bucephalon» appellavit = Entonces el rey Alejandro, obtenida la victoria en aquella guerra, fundó una ciudad en aquel mismo lugar, y en honor a su caballo, le dio el nombre de Bucéfalon.

Mientras Plinio dice: propter quae rex defuncto ei duxit exequias urbemque tumulo circumdedit nomine eius = por lo que, cuando murió, el rey le rindió funerales y situó alrededor de su tumba una ciudad con su nombre.

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Las Vidas Paralelas de Plutarco (50-120 d. C.), en su comparación de Alejandro y Julio César, es otra las fuentes sobre Bucéfalo

Es en los capítulos 6 y 61 donde nos habla también de la doma (6) y la muerte (61) de Bucéfalo:

6: Trajo un Tésalo llamado Filonico el caballo Bucéfalo para venderlo a Filipo en trece talentos, y, habiendo bajado a un descampado para probarlo, pareció áspero y enteramente indómito, sin admitir jinete ni sufrir la voz de ninguno de los que acompañaban a Filipo, sino que a todos se les ponía de manos. Desagradóle a Filipo, y dio orden de que se lo llevaran por ser fiero e indócil; pero Alejandro, que se hallaba presente: “¡Qué caballo pierden- dijo-, sólo por no tener conocimiento ni resolución para manejarle!” Filipo al principio calló; mas habiéndolo repetido, lastimándose de ello muchas veces: “Increpas- le replicó- a los que tienen más años que tú, como si supieras o pudieras manejar mejor el caballo”; a lo que contestó: “Este ya se ve que lo manejaré mejor que nadie”. “Si no salieres con tu intento- continuó el padre- ¿cuál ha de ser la pena de tu temeridad?” “Por Júpiter- dijo-, pagaré el precio del caballo”. Echáronse a reír, y, convenidos en la cantidad, marchó al punto adonde estaba el caballo, tomóle por las riendas y, volviéndole, le puso frente al sol, pensando, según parece, que el caballo, por ver su sombra, que caía y se movía junto a sí, era por lo que se inquietaba. Pasóle después la mano y le halagó por un momento, y viendo que tenía fuego y bríos, se quitó poco a poco el manto, arrojándolo al suelo, y de un salto montó en él sin dificultad. Tiró un poco al principio del freno, y sin castigarle ni aun tocarle le hizo estarse quedo. Cuando ya vio que no ofrecía riesgo, aunque hervía por correr, le dio rienda y le agitó usando de voz fuerte y aplicándole los talones. Filipo y los que con él estaban tuvieron al principio mucho cuidado y se quedaron en silencio; pero cuando le dio la vuelta con facilidad y soltura, mostrándose contento y alegre, todos los demás prorrumpieron en voces de aclamación; mas del padre se refiere que lloró de gozo, y que besándole en la cabeza luego que se apeó: “Busca, hijo mío- le dijo-, un reino igual a ti, porque en la Macedonia no cabes”.

61: Ἐκ δὲ τῆς πρὸς Πῶρον μάχης καὶ ὁ Βουκεφάλας ἐτελεύτησεν, οὐκ εὐθύς, ἀλλ᾿ ὕστερον, ὡς οἱ πλεῖστοι λέγουσιν, ἀπὸ τραυμάτων θεραπευόμενος, ὡς δ᾿ Ὀνησίκριτος, διὰ γῆρας ὑπέρπονος γενόμενος· τριάκοντα γὰρ ἐτῶν ἀποθανεῖν αὐτόν. ἐδήχθη δ᾿ ἰσχυρῶς Ἀλέξανδρος, οὐδὲν ἄλλ᾿ ἢ συνήθη καὶ φίλον ἀποβεβληκέναι νομίζων, καὶ πόλιν οἰκίσας ἐπ᾿ αὐτῷ παρὰ τὸν Ὑδάσπην Βουκεφαλίαν προσηγόρευσε. λέγεται δὲ καὶ κύνα Περίταν ὄνομα τεθραμμένον ὑπ᾿ αὐτοῦ καὶ στεργόμενον ἀποβαλών, κτίσαι πόλιν ἐπώνυμον. τοῦτο δὲ Σωτίων φησὶ Ποτάμωνος ἀκοῦσαι τοῦ Λεσβίου.

De resultas de la batalla contra Poro murió Bucéfalo, no desde luego, sino al cabo de algún tiempo, cuando, según los más, se le estaba curando de sus heridas, pero, según dice Onosícrito, fatigado con un trabajo que no podía ya llevar por su vejez, pues tenía treinta años cuando murió. Sintiólo profundamente Alejandro, creyendo haber perdido en él nada menos que un amigo y un doméstico; y edificando en su memoria una ciudad junto al Hidaspes, la llamó Bucefalia. Dícese que habiendo perdido también un perro llamado Peritas, al que había criado y del que gustaba mucho, edificó otra ciudad de su nombre. Soción escribe que así se lo oyó decir a Potamón, de Lesbos.

Traducción obtenida de aquí.

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La doma de Bucéfalo de Rafael, fresco en la Stanza delle Nozze. Villa Farnesina, Roma.

En la Suda, Letra lambda, entrada 2055 (Κοππατίας), líneas 8-11, hay también una alusión a Bucéfalo y su muerte:

οὐδὲ γὰρ βουκεφάλας καλοῦμεν διὰ τὸ μορφὴν τοιαύτην ἔχειν, ἀλλὰ διὰ τὸ οὕτω κεχαράχθαι· οἷος οἶμαι καὶ ὁ τοῦ ᾿Αλεξάνδρου τοῦ Μακεδόνος ἵππος ἦν, ᾧ τελευτήσαντι τὴν Βουκέφαλον ᾿Αλεξάνδρειαν ἔκτισεν, ἐντάφιον αὐτῷ τῆς ἀρετῆς χαριζόμενος πόλιν.

Después de todo, no llamamos [caballos] de cabeza de buey [βουκεφάλας] por ser esa su forma, sino por estar así marcados. Tal, creo, era también el caballo de Alejandro, en honor al cual, cuando murió, construyó Bucéfalon Alejandría, dedicándole la ciudad como un monumento a su virtud.

Bucéfalo, que como ya sabemos significa “cabeza de buey”, era un tipo de marca antiguamente usada en los caballos. Era una de las más comunes, junto a Ϻ, San, y Ϙ, Koppa. Los caballos marcados con la San se llamaron Σαμφόραι, Samforai; los marcados con una Kopa, Κοππατίαι, Koppatiai; y los marcados con “cabeza de buey”, Βουκέφαλοι, Bucéfalos.

Esta marca se estampaba en las nalgas de los caballos y sus arneses, según sabemos por el escoliasta de La nubes de Aristófanes y Hesiquio.

En Aristófanes, Caballeros 603 leemos:

Τί δρῶμεν; οὐκ ἐλᾷς ὦ σαμφόρα;

¿Qué hacemos? ¿No vas a remar tú, el de la marca de san?

La traducción es de Luis Gil, en Gredos que dice en nota: como marcas de caballos se empleaban el san y la koppa, variantes dorias de las letras sigma y kappa.

Luis M. Macía Aparicio, en ediciones Clásicas, traduce: ¿Qué hacemos? Vamos, Sánfora, empuja.

Y en nota añade: en cuanto al nombre del caballo, Sánfora, a lude a la marca con la letra san que lleva en las ancas.

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Imagen de Emblemata et aliquot nummis antiqui operis, cum emendatione et auctario copioso ipsius autoris, libro de emblemas publicado en 1564 o antes por Johannes Sambucus (János Zsámboky: 1531 – 1584): Fidipides y Estrepsiades discuten ante Sócrates, que está en un cesto colgante.

Volvemos a hallar la palabra en Las nubes 122:

οὐκ ἄρα μὰ τὴν Δήμητρα τῶν γ᾽ ἐμῶν ἔδει,

οὔτ᾽ αὐτὸς οὔθ᾽ ὁ ζύγιος οὔθ᾽ ὁ σαμφόρας:

ἀλλ᾽ ἐξελῶ σ᾽ ἐς κόρακας ἐκ τῆς οἰκίας.

En ese caso no comerás a mis expensas, por Deméter; ni tú, ni tu yunta, ni el Sánfora, sino que te mandaré a los cuervos, fuera de mi casa.

En la misma obra, verso 1298, la  hallamos de nuevo:

ὕπαγε. Τί μέλλεις; οὐκ ἐλᾷς ὦ σαμφόρα;

Largo. ¿Qué esperas? ¿No corres, Sánfora?

caballomarcado

Finalmente, ¿cómo no?, tenemos la muerte de Bucéfalo en el Libro de Aleixandre, 2092-2094, con la que concluimos la serie:

Buçifal con la muerte ouo de recreer

entendio-lo el rey ouo a deçender

fue leal el caboso non se dexo caer

fasta que uio el rey en sus piedes tener

Buçifal cayo muerto a piedes del sennor

et finco apeado el buen enperador

mintriemos si dixiessemos que non auie dolor

mando-lo soterrar a muy grant onor

Despues fizo el rey do iazie soterrado

poblar una ciudat de muro bien obrado

dixieron-le Buçifalia nonbre bien señalado

por que fuera assi el cauallo llamado.

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