Las últimas dos semanas han sido, en el terreno educativo, bastante prolíficas en noticias. Se me acumulan las ideas y las cosas por decir y temo que mi exposición peque de caótica, pero me es necesario hacer unas puntualizaciones.
El pasado 29 de junio nos reuníamos en el IES Ramón Llull de Valencia unos 43 profesores de griego y latín para tratar el asunto de las ponderaciones de las asignaturas de Latín II y Griego II a la hora de cursar diferentes Grados universitarios que había causado en muchos centros, como consecuencia de una deficiente exposición de determinados departamentos de Orientación, un importante descenso en el número de alumnos que elegían Latín y, especialmente, Griego.
Se debatió y habló durante más de dos horas y media. Al final, se decidió crear una Plataforma en defensa del Latín y Griego en la Comunidad Valenciana, redactar el acta fundacional de dicha plataforma, elaborar un manifiesto explicando el asunto de las ponderaciones y sus consecuencias en los estudios de las asignaturas de Griego y Latín en los centros de secundaria, solicitar adhesiones a esta plataforma en instituciones como la SEEC, la SELAT, IVECO, Ludere et Discere, Prosopon, los Departamentos de Filología Clásica e Historia Antigua de la Universidad de Valencia, pedir a profesores de estudios como Derecho, Comunicación Audiovisual, Periodismo, Traducción e Interpretación, Publicidad, Turismo o Filosofía cartas en defensa de los estudios de Griego y Latín y la importancia de dichas asignaturas en esos estudios, y finalmente solicitar una entrevista con la Decana de Filología y el Rector de la Universidad de Valencia.
Un resumen más prolífico de la reunión ha circulado por los correos electrónicos de muchos profesores de clásicas. Por cierto, también se habló de la necesidad de crear una red de correos electrónicos que nos permita a los más de 500 profesores de clásicas de la Comunidad Valenciana estar perfectamente interrelacionados, informados y comunicados. Se destacó la escasa presencia de profesorado de las comarcas alicantinas y se propuso realizar la siguiente reunión en Alicante o, incluso, permitir que estén presentes desde la cercana lejanía por videoconferencia.
En esta reunión no tuve ninguna intervención, aunque estuve tentado a decir que, en mi opinión, se ha dado demasiada importancia a las ponderaciones y muy poca al auténtico enemigo de nuestros estudios, que es triple: administración educativa, determinados equipos directivos y determinados departamentos de orientación (digo determinados, porque hay honrosas excepciones).
Un alumno de 4 de ESO o de 1º de Bachillerato no se hubiera enterado de las ponderaciones o no le hubiera dado mayor importancia, si los departamentos de Orientación, con el consentimiento de los equipos directivos, no hubiera levantado la liebre y hubiera provocado, por lo que parece, una auténtica espantada de los alumnos que se han alejado de las asignaturas de Griego y Latín.
Como ya se ha demostrado en éste y otros lugares, las ponderaciones no tienen la importancia que se les quiere dar.
1. No son tantos los Grados que exijan una nota de acceso alta.
2. Con la Fase General de las nuevas PAAU se puede conseguir una nota alta, porque el expediente de bachillerato vale el 60%.
3. En este sentido, cursar Griego y Latín en 1º y 2º permite obtener muy buenas notas que hacen que este expediente sea alto.
4. Examinarse de Latín o Griego como asignatura de modalidad en la Fase General y sacar, en buena lógica, una buena nota ayuda a subir la media de esta Fase General.
5. Como demostré en un anterior artículo se puede sacar más nota con el actual sistema que con el nuevo.
6. Al final, no creo que sean muchos los alumnos que se presenten a la Fase Específica, ésa en la que se pueden examinar de hasta tres materias de modalidad, de las cuales se toman las dos mejores notas.
No, no son tanto las ponderaciones o cierta lejanía de los profesores y catedráticos universitarios respecto a los estudios de Latín y Griego en secundaria, sino ese tridente administración-equipos directivos-orientadores el que nos puede hacer mucho daño.
Dice el refrán que cuando veas las barbas del vecino cortar, pon las tuyas a remojar.
El pasado 30 de junio se publicó la Orden que regula la organización y funcionamiento del Bachillerato.
Su Disposición Adicional Tercera dice:
Tercera. Impartición de materias de la modalidad Ciencias y Tecnología
Durante los cursos 2010-2011 y 2011-2012, para impartir las materias Tecnología Industrial I, Tecnología Industrial II y Electrotecnia, se deberá contar con la previa autorización expresa de la dirección general competente en materia de ordenación y centros docentes ante la solicitud de la dirección del centro público o del titular del centro privado concertado correspondiente. Esta autorización se concederá cuando en los centros docentes existan espacios adecuados, y en el caso de los centros públicos y privados concertados, un mínimo de 12 alumnos o alumnas para autorizar las materias Tecnología Industrial I o Tecnología Industrial II, y un mínimo de 10 alumnos o alumnas para autorizar la materia Electrotecnia. La dirección general competente en materia de ordenación y centros docentes resolverá las solicitudes presentadas en el plazo máximo de seis meses, que podrán entenderse desestimadas si no se dictase resolución expresa en dicho plazo.
La asignatura de Tecnología es de relativamente reciente creación. Tras su aparición asombraba la cantidad de plazas que se ofertaban en las oposiciones. Ahora parece haber caído en desgracia. Primero fue su eliminación de 2º de ESO, hecho que se ha intentado compensar con la optativa Taller de Tecnologías. Ahora llega esta Orden.
Me pregunto ¿irá después el Griego? ¿o el Latín?
Los profesores de Tecnología tienen una asociación que se está moviendo mucho en defensa de sus intereses. Habrá que imitarlos.
Por cierto que en esta Orden (Disposición Adicional Sexta A 2) se asigna Literatura Universal a Valenciano y Castellano. Como se dijo en la reunión del día 29 perdimos una oportunidad de hacernos con la docencia de dicha asignatura, mientras hemos permitido o nos han colado que puedan impartir Referentes Clásicos los colegas de Geografía e Historia.
Es una reivindicación que deberemos exigir en la Plataforma o en la Asociación. Hay más peligros que las ponderaciones.
Un peligro recientemente sorteado ha sido el Decreto u Orden de Optativas de Bachillerato. Una fuerte movilización de nuestro colectivo evitó la supresión de Fundamentos Léxicos y su permanencia como optativa de cualquier modalidad, pero no logró evitar que Referentes Clásicos quedara circunscrita a la modalidad de Humanidades.
Al final, la administración ha creado nuevas optativas que se han convertido en directas competidoras de nuestras asignaturas. Pero la primera intención de nuestra administración educativa había sido eliminar las optativas de los departamentos paradójicamente más necesitados de horas.
Antes había aparecido Literatura Universal, un hueso duro de roer para el Latín II y, sobre todo, para el Griego II.
Todas estas decisiones administrativas suponen, en mi opinión, una infravaloración de las lenguas clásicas por parte de la Conselleria de Educación. ¡Ojalá diéramos chino! No sé, a estas alturas, cómo sigue habiendo oposiciones de Griego y Latín, cuando muchos colegas nuestros con años de antigüedad empiezan a ver un negro panorama.
La Plataforma o la futura Asociación deberá también exigir a la administración, la inspección educativa y los equipos directivos que, de existir profesorado de Latín o Griego definitivo en el centro se concedan las horas de docencia de Latín I y II y Griego I y II, independientemente del número de alumnos. De lo contrario el número de desplazados irá en aumento.
Desde aquí animo a los compañeros a que, conforme están las cosas, estén encima del proceso de matriculación de alumnos y de los despachos de los jefes de estudio y directores, y exijan que se oferten nuestras asignaturas y, sobre todo, se formen grupos de alumnos de nuestras materias, aunque el número de alumnos sea escaso. Sólo así, insistiendo y preocupándonos por nuestras plazas, especialmente si somos definitivos en el centro, lograremos que haya horas para nuestros departamentos y, lo más importante, los alumnos que así lo hayan elegido puedan cursar Latín y Griego.
La inspección en este sentido poco tiene que decir, excepto por un asunto que más tarde abordaré. Es el equipo directivo quien presenta las necesidades del profesorado, según sus preferencias, es decir, dependiendo de donde coloque las horas en una casilla u otra puede completarse un horario o no e, incluso, nos podemos ver desplazados de nuestra plaza.
Desplazados. Palabra de moda. Las inspecciones nos han exigido a los equipos directivos que les demos las sábanas de las confesiones con una celeridad nunca vista. El motivo: los recortes de plantilla, determinados por los topes de horas concedidos en las asignaturas de modalidad y optativas de bachillerato, han hecho que haya bastante profesorado que quede sin horario en su centro y se vea obligado a dar clases en otro de su localidad u otra localidad.
A esto y a cierto caos informático en la transmisión de datos de vacantes y solicitudes de admisión, por no hablar de los problemas para poner las notas de las pruebas de acceso a Ciclos Formativos, ha contribuído el programa informático Ítaca (¡tiene narices el nombre con la que nos cae!). Si las adjudicaciones telemáticas funcionan como el Ítaca, no le arriendo la ganancia a los maestros que estos días harán de conejillos de Indias en este invento.
Volviendo a las confesiones y las sábanas. El otro día fue testigo de cómo un inspector arreglaba la sábana de nuestro centro con el único objetivo de cerrar a 18 horas cada profesor definitivo del mismo. Puede que a muchos les suene a chino esto de las sábanas, los topes de horas por diferentes conceptos, etc.
Lo explico brevemente. En función de las unidades de cada centro y de las características de los bachilleratos (puros o mixtos de modalidad -ciencias y tecnología es mixto- o lingüísticos -PEV y PIP-), la inspección comunica a los centros los topes de horas por los conceptos de:
– horas curriculares en ESO
– refuerzo en ESO
– desdobles en ESO
– optativas en ESO
– troncales en 4º de ESO
– horas curriculares en Bachillerato
– tutorías
– Atención Educativa /Religión en ESO y Bachillerato
– Modalidad y optativas en Bachillerato
– jefes de departamento y coordinaciones
– horas del equipo directivo
Con esos topes los equipos directivos deben elaborar la famosa sábana de su centro en la que figura cuántas horas de cada concepto tienen los diferentes departamentos y qué necesidad tendrá el centro de profesorado. Al final, debemos conseguir el profesorado que realmente necesitemos respetando los topes comunicados por la inspección.
Por ejemplo: mi departamento de Griego tiene realmente
2 horas de optativas de ESO: Cultura Clásica
8 horas de modalidad en bachillerato: Griego I y II
5 horas de Atención Educativa
3 horas de Jefatura de Departamento
11 horas de Jefatura de estudios
Total: 26; 18 para servidor y 8 sobrantes que se unen a las 10 que sobran de Latín para formar una plaza de profesor de clásicas.
Y así con todos los departamentos y sin pasarse de los topes.
El otro día vi, como he dicho, cómo el inspector cerraba los departamentos de Latín y Griego de mi centro a 18 horas, porque somos dos definitivos, cuando hay horas reales para un tercer profesor. La cosa llegó a tal extremo que, para cerrar Griego a 18 horas, no me adjudicó las 3 de jefe de departamento y restó una en ajustes.
Otro hecho decisivo se produjo cuando nos comunicaron que, contrariamente a lo que venía sucediendo en los últimos años, dejábamos de tener bachilleratos mixtos y pasábamos a tenerlos puros. Eso significa pasar de un tope de 152 horas de materias de modalidad y optativas de bachillerato a 96. Un recorte brutal.
A ello contribuyó el silencio de nuestro inspector de centro, nombrado presidente de un tribunal de oposiciones, que aún está por comunicarnos los topes y ese decisivo dato de los bachilleratos puros.
Mientras tanto, en nuestro centro andábamos liados con las pruebas de acceso a Ciclos Formativos fijadas por la administración en un día lectivo, interfiriendo por tanto con las clases normales del centro, el lío de las convalidaciones, la introducción de los datos en el Ítaca, las reclamaciones, etc. Todo ello en el mes de junio,en pleno proceso de fin de curso (evaluaciones, exámenes) y uniéndose, para más inri, las pruebas de alumnos libres de Ciclos Formativos.
Vuelvo a las confesiones. Espero que la sábana que confeccionó el inspector de guardia (el nuestro está ausente) no sea la definitiva, sino que sólo significara que en nuestro centro no hay profesorado definitivo desplazado. Espero que en los próximos días se nos otorguen los bachilleratos mixtos con sus horas de modalidad y optativas necesarias y tengamos los profesores que realmente necesitamos, especialmente el tercer profesor de clásicas.
Respecto a los desplazados, el pasado jueves vino a mi centro un profesor desplazado de un instituto vecino a preguntar si teníamos alguna plaza de su especialidad. Desafortunadamente no teníamos. Este profesor va a tener que elegir en los próximos días una plaza de entre las que los centros necesiten. Este profesorado elegirá plazas antes que se den las comisiones de servicio y antes de las adjudicaciones de julio.
Un ejemplo de esto lo tenemos en primaria. Aquí los maestros suprimidos. Y acá las vacantes. Eligen mañana.
Supongo que en pocos días ocurrirá lo mismo en secundaria. ¿Cuántos desplazados serán de Latín o Griego?
Si no nos ponemos las pilas, en unos años sobraremos muchos.
Hemos hablado de la administración, de los equipos directivos y nos faltan los orientadores.
Hay que hablar con ellos y pedirles que orienten bien, que no sean pragmáticos, utilitaristas y paraquesirvesistas. Para ello está la administración educativa. Deben orientar al alumnos y decirle que debe estudiar aquello que le guste.
¿Cuántos alumnos que han hecho el bachillerato de ciencias acaban en Derecho, en Magisterio o, incluso, en alguna Filología?
Debemos hacerles ver que las ponderaciones no son tan importantes. Que yo recuerde no estaban en las tablas que Dios dio a Moisés en el Sinaí. Que se puede estudiar el Grado universitario elegido incluso sin hacer la prueba específica. Deben hacerles ver que el expediente académico empieza a formarse en 1º de bachillerato y que cursar asignaturas de continuidad permite que este expediente sea mejor.
No debemos permitir que los orientadores presenten nuestras asignaturas como algo sin valor, sin vigencia, algo del pasado o que no aporta nada a nuestra formación. En este sentido, no debemos dejar que se pondere la importancia de la Economía, las Matemáticas, las Ciencias en general en detrimento de nuestras asignaturas.
Si en nuestro centro se hacen sesiones conjuntas explicativas del proceso de matrícula y de los estudios que los alumnos van a iniciar y en ellas va a hablar el orientador, debemos estar allí para ver qué dice y cómo lo dice y, si es necesario, intervenimos.
En resumen.
A la administración le debemos exigir que no suprima plazas de clásicas, que reconsidere la asignación de Literatura Universal y que cese en sus ataques continuos a nuestras asignaturas.
A los equipos directivos hemos de vigilarlos, exigirles que, si no suponen aumento de plantilla, nuestas horas deben salir, que no dejen de concedernos grupos de alumnos, pese a su escaso número. Es nuestro derecho
A los orientadores hacerles ver que las ponderaciones no son tan decisivas y que un alumno debe estudiar lo que le guste y aquello en lo que pueda sacar mayor rendimiento a sus capacidades y no tanto aquello que esté más de moda, tenga más «salidas», sea más ¿»útil»? o parezca más «moderno».
Adelante, pues, con la Plataforma. Parece que hay que esperar a contar con el apoyo expreso de las instituciones cuyo refuerzo dábamos por supuesto. Demos la batalla en las ponderaciones, pero la guerra la ganaremos en otros escenarios.
Los «enemigos» no son que Latín o Griego II pondere 0’1 o 0’2.
Los enemigos son Órdenes de optativas que nos privan de lo nuestro, que es poco, y asignan materias nuestras a otros departamentos, Órdenes de bachillerato que NO nos asignan nuevas asignaturas, decisiones administrativas que suponen amortizaciones o supresiones de plazas con profesorado desplazado e inspectores que recortan horas aleatoriamente.
Los enemigos son equipos directivos que no miran por nuestros intereses, adjudican horas a otros departamentos y no se deciden a crear grupos de Griego con 2 ó 3 alumnos.
Los enemigos son orientadores que decantan a los alumnos por estudios pseudopracticistas en los que, tarde o temprano, fracasarán.
Nuestra Plataforma y nuestra asociación (visto lo visto, y examinada la experiencia de Tecnología, habrá que crear, sí, una Asociación de Profesores de Latín y Griego de la Comunidad Valenciana) deberá reivindicar algo más que las ponderaciones.
Deberá reunirse con la administración y suplicarle que cese en sus recortes de nuestras asignaturas; exigirle que los profesores definitivos no sean desplazados, si hay alumnos que desean cursar latín y Griego, aunque sean pocos.
Deberá vigilar la labor de los equipos directivos en su tratamiento de las enseñanzas de Latín y Griego.
En fin, hay mucho por lo que luchar. Nos jugamos mucho.
Ustedes perdonarán el caos expositivo, consecuencia de la acumulación de ideas y reflexiones.
«Dejaré que todos aprendan inglés; luego dejaré a los inteligentes aprender Latín como un honor y Griego como un reto» (Winston Churchill).
«Me he convencido que de todo lo que es verdaderamente simple y bello que ha producido el lenguaje humano, yo no conocía nada antes de aprender Griego… Sin conocimiento de Griego no hay educación” – Leo Tolstoi.
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