En estos días estamos ensayando en mi coral algunos números de los Carmina Burana, de Carl Orff. Se interpretarán el próximo 18 de diciembre en la población castellonense de Les Coves de Vinromà, cuya coral cumple diez años, en un concierto con la banda de la localidad y algunos otros coros.
Los Carmina Burana son una colección de canciones en latín medieval y alemán (en dialecto de la región de Neustift, Tirol), datadas hacia 1300, halladas en el año 1803 en el monasterio benedictino de Beuren (de donde su nombre burana) en la Alta Baviera, conservadas en el manuscrito Clm 4660 en la Biblioteca del Estado de Baviera en Munich. En 1847, en efecto, su primer editor, Johann Andreas Schmeller, determinó que el manuscrito había pertenecido en una ocasión a la biblioteca del monasterio de Benediktbeuren, y así, el manuscrito llegó a ser conocido como los Carmina Burana, Canciones de Benediktbeuren o Beuren. Puesto que durante las campañas de Napoleón numerosos monasterios fueron secularizados, es difícil encontrar el origen exacto del manuscrito, aunque se han propuesto los nombres de los monasterios de Seckau y de Neustift en el Tirol.
Los textos, la mayoría del siglo XII, aunque el manuscrito data del XIII, están escritos, como hemos dicho, en latín medieval, pero también en antiguo alemán en el dialecto mencionado, con mezcla de latín y francés. Sus argumentos son variados: canciones de amor, de taberna, sátiras, canciones estudiantiles, poesía de carácter religioso (con referencias al monacato, la Biblia, el papado, la corrupción religiosa, etc.). De ellas emana una filosofía simple y directa del amor y de la vida en general.
Los Carmina Burana son especialmente conocidas por el gran público gracias a la obra homónima del compositor alemán Carl Orff (1895 – 1982), una cantata escénica para voces solistas (tenor, soprano y barítono), coro mixto (completo y reducido o piccolo), coro de niños y gran orquesta (casi 100 miembros, con participación destacada de la percusión) que recoge 25 de las canciones del manuscrito, ordenadas para poder ser representadas en un escenario y que fue estrenada el 8 de junio de 1937 en Frankfurt.
En los ensayos de la obra he podido comprobar la presencia de alusiones a personajes mitológicos. La obra de Orff sólo recoge, como decíamos, 25 de las canciones y en estos números, que son los que ensayamos, las alusiones no son demasiadas. Aun así hablaremos de tres o cuatro de ellas.
En la totalidad de la obra, con más de 225 canciones, sí que son más las alusiones a personajes, míticos o históricos, de las culturas clásicas griega y romana. Hacemos un breve repaso de las mismas.
En el número 3 encontramos a Juno, Júpiter, Eneas y Dido:
Cunctis est equaliter
insita cupido;
perit fides turpiter,
nullus fidus fido,
nec Iunoni Iupiter
nec Enee Dido.
En todos está igualmente
instalada la codicia;
es destruida la lealtad vergonzosamente,
nadie es fiel para un fiel (para con nadie)
ni Júpiter para con Juno
ni Eneas para con Dido
En el 5 se cita a Epicuro:
Elluo prestat periurus ditatur raptor viget fallax excellit Epicurus decoratur.
El disipado presta, el perjuro se enriquece, el ladrón prospera, el mentiroso sobresale, a Epicuro se le honra.
En el 6 aparecen Catón y Lucrecia mezclados con los bíblicos Lía, Raquel, Marta y María:
Mariam gravat sessio,
nec Marthe placet actio;
iam Lie venter sterilis,
Rachel lippescit oculis.
Catonis iam rigiditas
convertitur ad ganeas,
et castitas Lucretie
turpi servit lascivie.
La acción de sentarse agrava a María y a Marta no le gusta la acción; ya está estéril el vientre de Lía, Raquel tiene los ojos hinchados. La rigidez de Catón ya se dirige a las tabernas, y la castidad de Lucrecia sirve a la vergonzosa lascivia.
Epicuro reaparece en el número 8:
Ergo nemo vivit purus,
castitatis perit murus,
commendatur Epicurus
nec spectatur moriturus.
grata sunt convivia;
auro vel pecunia
cuncta facit pervia
pontifex futurus.
Pues nadie vive puro, cae el muro de la castidad, Epicuro es valorado y no es contemplado el que va a morir. Agradables son los banquetes, con oro o con dinero todo lo hace accesible el futuro pontífice.
En el 14 aparecen Troya, Pompeyo, Darío de Persia, Cartago, Grecia y Roma:
Quid Dario
regnasse profuit?
Pompeïo
quid Roma tribuit?
Succubuit uterque gladio.
Eligere media tutius
Quam petere rote sublimius
Et gravius summo ruere:
fit gravior lapsus a prosperis
et durior ab ipsis asperis.
¿De que le valió a Darío haber reinado? ¿Qué le dio Roma a Pompeyo?
El uno y el otro murieron a espada.
Es más seguro elegir el medio
Que escalar a lo más alto de la rueda
Y caer más duramente desde lo alto:
Más difícil es la caída desde la prosperidad
Y más dura por sus propias asperezas.
Subsidio
Fortune labilis
cur prelio
Troia tunc nobilis,
nunc flebilis
ruit incendio?
quis sanguinis
Romani gratiam,
quis nominis
Greci facundiam,
quis gloriam
fregit Carthaginis?
Con la ayuda
de la resbaladiza Fortuna
¿por qué en la batalla
la entonces noble Troya
ahora, digna de ser llorada,
se precipita al incendio?
¿Quién la gracia de la
Sangre romana,
la elocuencia de los respetados griegos,
la gloria de Cartago ha arruinado?
En el 15 Proteo y las letras alfa y omega:
Mutat cum Proteo
figuram levitas,
assumit ideo
formas incognitas;
vultum constantia
conservans intimum,
alpha principia
et o novissimum
flectens fit media,
dans finem optimum,
mutans in varia
celum, non animum.
Cambia, como Proteo, su forma la ligereza,
asume así formas desconocidas;
la constancia, conservando su apariencia familiar,
entre el alfa del principio
y la omega final,
ella doblándose se coloca en un seguro centro
dando a todas las cosas un óptimo final,
pues ella cambia el aspecto, pero no el alma.
En el FAS ET NEFAS AMBULANT (C. B. 19) aparecen Catón y el mítico rey ateniense Codro:
Si legisse memoras
ethicam Catonis,
in qua scriptum legitur:
“ambula cum bonis”
cum ad dandi gloriam
animum disponis,
supra cetera
primum hoc considera,
quis sit dignus donis
Si te acuerdas de haber leído
la ética de Catón,
en la que escrito se lee:
“Camina con los buenos”
cuando a la gloria de dar
dispongas tu ánimo,
sobre las demás cosas
primero esto considera,
quién es digno de tus dones.
Si prudenter Triticum
paleis emundas,
famam emis munere;
sed caveto, dum das
largitatis oleum
male non effundas,
in te glorior:
cum sim
Codro Codrior
omnibus habundas.
Si prudentemente el trigo
de las pajas limpias,
fama ganarás por tus dones
pero cuidado, cuando das
el aceite de la generosidad
no lo malgastes,
en ti alcanzo yo mi gloria
aunque sea
más pobre que Codro
en todo tendrás abundancia.