Veíamos en el anterior capítulo sobre Hero y Leandro de Museo el Gramático que el insomnio es un síntoma de amor y aportábamos textos de Platón (Fedro), Aquiles Tacio (Leucipa y Clitofonte) y Apolonio de Rodas (Argonáuticas).
De esta última obra ofrecimos un ejemplo del insomnio de Medea, pero tampoco Jasón puede conciliar el sueño y se dedica en la noche a actividades que no son el dulce sueño.
Argonáuticas III, 1191 ss.(Jasón):
Ἠέλιος μὲν ἄπωθεν ἐρεμνὴν δύετο γαῖαν
ἑσπέριος, νεάτας ὑπὲρ ἄκριας Αἰθιοπήων·
νὺξ δ᾽ ἵπποισιν ἔβαλλεν ἔπι ζυγά· τοὶ δὲ χαμεύνας
ἔντυον ἥρωες παρὰ πείσμασιν. αὐτὰρ Ἰήσων
αὐτίκ᾽ ἐπεί ῥ᾽ Ἑλίκης εὐφεγγέος ἀστέρες Ἄρκτου
ἔκλιθεν, οὐρανόθεν δὲ πανεύκηλος γένετ᾽ αἰθήρ,
βῆ ῥ᾽ ἐς ἐρημαίην, κλωπήιος ἠύτε τις φώρ,
σὺν πᾶσιν χρήεσσι· πρὸ γάρ τ᾽ ἀλέγυνεν ἕκαστα
ἠμάτιος· θῆλυν μὲν ὄιν, γάλα τ᾽ ἔκτοθι ποίμνης
Ἄργος ἰὼν ἤνεικε· τὰ δ᾽ ἐξ αὐτῆς ἕλε νηός.
ἀλλ᾽ ὅτε δὴ ἴδε χῶρον, ὅτις πάτου ἔκτοθεν ἦεν
ἀνθρώπων, καθαρῇσιν ὑπεύδιος εἱαμενῇσιν,
ἔνθ᾽ ἤτοι πάμπρωτα λοέσσατο μὲν ποταμοῖο
εὐαγέως θείοιο τέρεν δέμας· ἀμφὶ δὲ φᾶρος
ἕσσατο κυάνεον, τό ῥά οἱ πάρος ἐγγυάλιξεν
Λημνιὰς Ὑψιπύλη, ἀδινῆς μνημήιον εὐνῆς.
Jasón y Medea (1865), óleo sobre lienzo de 204 x 121,5 cm., de Gustave Moureau (1826-1898). Museo de Orsay, París
El Sol se ocultaba a lo lejos en la oscura tierra por el occidente m ás allá de las últimas cumbres de los etíopes. La Noche ponía el yugo a sus caballos. Y los héroes preparaban sus yacijas junto a las amarras. Pero Jasón, tan pronto como las estrellas de la rutilante Osa Hélice declinaron y desde el cielo quedó en plena calma el éter, marchó hacia un lugar solitario, como un furtivo ladrón con todo lo preciso. Pues antes, durante el día, se había ocupado de cada cosa: Argos al venir le trajo del rebaño una oveja y leche; lo demñas lo tomó de la propia nave.
Y cuando ya vio un lugar que estaba lejos del paso de los hombres, en limpia pradera bajo un cielo apacible, allí lo primero de todo bañó piadosamente su delicado cuerpo en el río divino, y en derredor vistió un manto negro que antes le regalara la lemnia Hipsípila como recuerdo de su apasionada unión.
La traducción es de Mariano Valverde Sánchez, en Gredos.
Otros ejemplos de insomnio provocado por el amor los tenemos en Teócrito II, 38 ss. (Simeta):
ἠνίδε σιγῇ μὲν πόντος, σιγῶντι δ᾿ ἀῆται·
ἁ δ᾿ ἐμὰ οὐ σιγῇ στέρνων ἔντοσθεν ἀνία,
ἀλλ᾿ ἐπὶ τήνῳ πᾶσα καταίθομαι ὅς με τάλαιναν
ἀντὶ γυναικὸς ἔθηκε κακὰν καὶ ἀπάρθενον ἦμεν.
ἶυγξ, ἕλκε τὺ τῆνον ἐμὸν ποτὶ δῶμα τὸν ἄνδρα.
ὡς τοῦτον τὸν κηρὸν ἐγὼ σὺν δαίμονι τάκω,
ὣς τάκοιθ᾿ ὑπ᾿ ἔρωτος ὁ Μύνδιος αὐτίκα Δέλφις.
χώς δινεῖθ᾿ ὅδε ῥόμβος ὁ χάλκεος ἐξ ᾿Αφροδίτας,
ὣς τῆνος δινοῖτο ποθ᾿ ἁμετέραισι θύραισιν.
ἶυγξ, ἕλκε τὺ τῆνον ἐμὸν ποτὶ δῶμα τὸν ἄνδρα.
ἐς τρὶς ἀποσπένδω καὶ τρὶς τἀδε, πότνια, φωνῶ·
εἴτε γυνὰ τήνῳ παρακέκλιται εἴτε καὶ ἀνήρ,
τόσσον ἔχοι λάθας ὅσσον ποκὰ Θησέα φαντί
ἐν Δίᾳ λασθῆμεν ἐυπλοκάμω ᾿Αριάδνας.
ἶυγξ, ἕλκε τὺ τῆνον ἐμὸν ποτὶ δῶμα τὸν ἄνδρα.
ἱππομανὲς φυτόν ἐστι παρ᾿ ᾿Αρκάσι, τῷ δ᾿ ἔπι πᾶσαι
καὶ πῶλοι μαίνονται ἀν᾿ ὤρεα καὶ θοαὶ ἵπποι·
ὣς καὶ Δέλφιν ἴδοιμι, καὶ ἐς τόδε δῶμα περάσαι
μαινομένῳ àκελος λιπαρᾶς ἔκτοσθε παλαίστρας.
Mira, calla el mar, callan los vientos; pero dentro del pecho no calla mi pena: toda me abraso por ese hombre, que ha hecho de mí, idesgraciada!, en vez de esposa una mujer infeliz y deshonrada.
Rueda mágica, trae tú a mi hombre a casa.
Como esta cera con ayuda de la diosa yo derrito, así de amor se derrita Delfis de Mindo; y como gira este rombo de bronce por obra de Afrodita, así gire él a mi puerta
Rueda mágica, trae tú a mi hombre a casa.
Por tres veces hago la libación y por tres veces, Augusta, digo esto: ora si con él duerme mujer, ora si duerme hombre, que tanto olvido embargue a Delfis como cuentan que, en Día, Teseo olvidó a Ariadna, de hermosa cabellera.
Rueda mágica, trae tú a mi hombre a casa.
Hay en Arcadia una planta, la hipómanes, por la que enloquecen en los montes todas las potrancas, todas las raudas yeguas; así pueda yo ver también a Delfis, y venga a esta casa como enloquecido, dejando la lustrosa palestra.
Rueda mágica, trae tú a mi hombre a casa.
De su manto ha poerdido Delfis esta fimbria, que yo ahora echo desmenuzada al voraz fuego 16. ¡Ay! Amor cruel, ¿por qué, pegado a mí cual sanguijuela de pantano, me has chupado toda la obscura sangre?
La traducción es de Manuel García Teijeiro y Mª Teresa Molinos Tejada, en Gredos
Manuel García Teijeiro (1942-)
Y en Antología Palatina V, 152, 166 (Meleagro).
Éste es el 152:
ΜΕΛΕΑΓΡΟΥ
Πταίης μοι, κώνωψ, ταχὺς ἄγγελος, οὔασι δ᾿ ἄκροις
Ζηνοφίλας ψαύσας προσψιθύριζε τάδε·
῎Αγρυπνος μίμνει σε· σὺ δ᾿, ὦ λήθαργε φιλούντων,
εὕδεις. εἶα, πέτευ· ναί, φιλόμουσε, πέτευ·
ἥσυχα δὲ φθέγξαι, μὴ καὶ σύγκοιτον ἐγείρας
κινήσῃς ἐπ᾿ ἐμοὶ ζηλοτύπους ὀδύνας.
ἢν δ᾿ ἀγάγῃς τὴν παῖδα, δορά στέψω σε λέοντος,
κώνωψ, καὶ δώσω χειρὶ φέρειν ῥόπαλον.
Vuela, mosquito, a Zenófila y, rápido nuncio,
rozando su oreja susurra este mensaje:
“Insomne te espera ;¡y tú duermes, de amor olvidada!”
¡Vuela ya, vuela, músico! Pero háblale bajito,
no despiertes a aquel que comparte su lecho y con ello
renueves en él tormentos celosos.
Si traes, mosquito, a mi niña, la piel he de darte
de un león y una maza que en tu mano lleves.
Y el V, 166:
῎Ω Νύξ, ὦ φιλάγρυπνος ἐμοὶ πόθος ᾿Ηλιοδώρας,
καὶ σκολιῶν ὄρθρων κνίσματα δακρυχαρῆ,
ἀρα μένει στοργῆς ἐμὰ λείψανα, καί τι φίλημα
μνημόσυνον ψυχρὰ θάλπετ ἐν εἰκασίᾳ;
ἀρἀ γ᾿ ἔχει σύγκοιτα τὰ δάκρυα κἀμὸν ὄνειρον
ψυχαπάτην στέρνοις ἀμφιβαλοῦσα φιλεῖ;
ἢ· νέος ἄλλος ἔρως, νέα παίγνια; μήποτε, λύχνε,
ταῦτ᾿ ἐσίδῃς, εἴης δ᾿ ¸ἢς παρέδωκα φύλαξ.
iOh, Noche y pasión de Heliodora que insomne me tiene,
tenebrosos crepúsculos con lágrimas y goces!
¿Queda acaso un rescoldo de amor o el recuerdo de un
[beso
cuya imagen entibie la ceniza fría?
¿Habrá llanto en su cama tal vez, o el abrazo amoroso
dado contra sus pechos a mi espectro huidizo?
¿O quizá un nuevo amor? Pues jamás, mi candil, Iuz les
[prestes,
mas sé guardián de aquella que te entregara antaño.
La traducción es de Manuel-Fernández-Galiano, en Gredos.
Manuel Fernández-Galiano (1918-1988), en una conferencia en al Fundación Juan March el 6 de junio de 1977