Ofrecemos en este capítulo la traducción de la escena segunda del Acto III y añadimos la escena tercera.
Escena Segunda
(Alcestis sostenida por Ismene, Eumelo, Aspasia, y séquito; luego, los dioses infernales)
ALCESTIS
¡Esposo, Admeto, amor mío!
He aquí el instante que de ti me separa
y que nuestras dulces cadenas
desata para siempre.
Alrededor de mí, desdeñosa,
gira la sombra de la muerte,
que empuña la guadaña, levanta su diestra
y se dispone a dar el golpe fatal.
Dentro de poco, Alcestis, será un frío despojo
reposando en el gélido mármol;
ya no será la madre, la reina ni la esposa.
Ven pues y recibe a estos niños,
prendas queridas que a ti confío,
y acepta el último adiós.
ADMETO
¡Él último!
ALCESTIS
¡Ay!… sí.
ADMETO
¡Siento mi corazón colmado
por un cúmulo de angustias.
ALCESTIS
¡Aspasia, Eumelo,
queridos hijos, apartaos de mi pecho!
Pensad a menudo en mí,
venid a mi tumba
para ornadla de flores.
(Para sí)
Como una sombra amorosa estaré a vuestro lado.
(En voz alta)
Y de vuestra pobre madre,
el memorable juramento, la fidelidad y el amor,
recordad de vez en cuando a vuestro padre.
¡Queridos hijos, ah, no lloréis!
Todo su tierno cariño
os promete vuestro padre.
ADMETO
Queridos hijos ¡ah! vosotros seréis
el consuelo y la alegría,
solamente vosotros, de este corazón.
ALCESTIS
¡Consuélate, oh amado esposo!
ADMETO
¡Demasiado cruel es mi destino!
ALCESTIS, ADMETO
¡Ah, mi bien! ¡En este momento
sólo me aflige tu dolor!
ADMETO
¡Qué amargo tormento qué suplicio,
qué muerte es ver a la dulce cónyuge arrebatada!
Yo soy el ejemplo
de lo que se considera un miserable.
¡oh dioses, vivir en perpetuo sufrimiento!
¡Dioses, amigos… ah!
¿Quién puede ayudarme?
ALCESTIS
¡Esposo, hijos, ah, mientras todavía esté viva,
abrazad a Alcestis!
ADMETO, ISMENE, EVANDRO
Pero ¿qué sonido de voces terribles se oyen?
¿Qué torbellino nos envuelve en tinieblas,
nos sorprende y nos cubre de horror?
ADMETO
¡Cuántas sombras de terrible aspecto!
¿Qué ocurrirá, oh esposa?
EVANDRO
¡Cuántos espíritus de semblante
feroz y amenazador!
ISMENE
¿Qué querrán?
EUMELO, ASPASIA
¡Ay, madre!
DIOSES INFERNALES
Alcestis, recuerda tu promesa: ¡ven!
Jamás la Parca ha suspendido
su implacable y severo rigor.
ALCESTIS
¡Ay de mí! ¿Quién puede rescatarme?
¿Quién me quita el embotamiento
de mis sentidos, en el que languidezco
privada de todo dolor
tranquila y muda?
¿Qué gente me circunda?
¡Ay, estoy perdida!
DIOSES INFERNALES
¿Por qué te detienes?
Eres la víctima elegida.
ADMETO
¡Deteneos y oíd! Saciaros ¡oh, dioses!
y llevaros con vosotros a un esposo amante,
que sin ella, ya no podrá vivir.
DIOSES INFERNALES
No está permitido,
no hay piedad.
ADMETO
Pero al menos un instante…
ALCESTIS
Al menos un último abrazo…
DIOSES INFERNALES
No está permitido,
no hay piedad.
UN DIOS
¡Ven!
ADMETO
¡Ah, crueles!
UN DIOS
Refrena, temerario mortal,
el insensato furor que te arrebata.
ALCESTIS
¡Hijos, adiós!
¡Esposo, adiós!
ADMETO
Muero.
ALCESTIS
Estoy muerta.
(Alcestis es llevada por los dioses infernales. Admeto cae desmayado)
Escena III
Todos lloran a la reina muerta.
Scena Terza
UNA VOCE
Morì?
Non vive più?
EVANDRO
Fra quelle larve s’ascose, ci disparve.
ISMENE
Io gelo… di terror.
EVANDRO
Io tremo… di spavento.
ISMENE, EVANDRO
Oh noi dolenti!
Chi ci soccorrerà?
Chi ci conforta?
CORTIGIANI
Piangi, oh patria, oh Tessaglia.
è morta! Alceste. Alceste è morta!
ISMENE
Alceste è morta!
Ahimè!
Mai fine il pianto avrà
che queste bagnerà,
spiagge funeste!
CORTIGIANI
Piangi, o patria, ecc.
EVANDRO
Morte trionfa
e altera il vanto di beltà.
L’esempio di onestà.
Seco sen’ porta.
CORTIGIANI
Piangi, oh patria ecc.
ISMENE, EVANDRO
Ogni virtù più bella
con lei da noi partì:
punirci, ah voi così
Numi, voleste!
CORTIGIANI
Piangi, oh patria ecc.
(Admeto entra con seguito di cortigiani che lo circonda per disarmarlo)
Escena Tercera
UNA VOZ
¿Murió?
¿Ya no vive?
EVANDRO
Entre aquellos espíritus desaparece.
ISMENE
Me congelo… de terror.
EVANDRO
Tiemblo… de espanto.
ISMENE, EVANDRO
¡Ay de nosotros, dolientes!
¿Quién nos socorrerá?
¿Quién nos confortará?
CORTESANOS
¡Llora, oh patria! ¡Oh, Tesalia!
¡Ha muerto Alcestis!
¡Alcestis ha muerto!
ISMENE
¡Alcestis ha muerto!
¡Ay de mí!
¡Nunca tendrá fin el llanto
que baña,
estas playas funestas!
CORTESANOS
¡Llora, oh patria, etcétera
EVANDRO
La muerte triunfa
y altera la supremacía de la belleza.
El ejemplo de honestidad
consigo se lo lleva.
CORTESANOS
¡Llora, oh patria, etcétera
ISMENE, EVANDRO
Todas las virtudes más bellas
con ella se alejan de nosotros.
¡Ah, castigarnos así,
dioses, vosotros quisisteis!
CORTESANOS
¡Lloras, ay patria, etcétera.
(Admeto entra con un séquito de cortesanos que lo circunda y procuran desarmarlo)