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Archive for junio 2011

El número 138 es, en la versión de Orff, el tercer número, y en él aparecen Febo, Flora, el Céfiro y Filomena.

3. Veris leta facies

Veris leta facies

mundo propinatur,

hiemalis acies

victa iam fugatur,

in vestitu vario

Phebus principatur,

nemorum dulcisono

que cantu celebratur.

Flore fusus gremio

Phebus novo more

risum dat, hoc vario

iam stipata flore.

Zephyrus nectareo

spirans in odore;

certatim pro bravio

curramus in amore.

Cytharizat cantico

dulcis Philomena,

flore rident vario

prata iam serena,

salit cetus avium

silve per amena,

chorus promit virginum

iam gaudia millena.

3. El alegre rostro de la primavera

El alegre rostro de la primavera

al mundo se ofrece;

la crudeza invernal,

vencida, ya huye.

Con ropaje variado

Flora reina,

la cual, con el canto de dulce sonido de los bosques,

es celebrada.

Pegado al regazo de Flora,

Febo, como si fuera la primera vez,

sonríe ante tal variedad

de vegetación ya tupida.

Céfiro sopla

con olor a néctar.

¡Con empeño, por el premio,

corramos hacia el amor!

Canta como acompañada de cítaras

la dulce Filomena;

con flores variadas

ríen los prados ya serenos.

Una bandada de pájaros revolotea

por los lugares agradables del bosque;

un coro de doncellas ya ofrece

un millar de goces.

Quizá convenga, en primer lugar, ofrecer lo que escribe Pierre Grimal en la entrada Flora de su Diccionario de Mitología Griega y Romana:

Floraes la potencia vegetativa que hace florecer los árboles; preside “todo lo que florece”. La leyenda pretende que ha sido introducida en Roma (como ocurre con Fides) por Tito Tacio, con otras divinidades sabinas. La honraban las poblaciones itálicas, tanto las no latinas como las latinas. Algunas poblaciones sabinas le habían consagrado un mes, el correspondiente al abril del calendario romano.

Con el nombre de Flora Ovidio ha relacionado un mito helénico, suponiendo que Flora, en realidad, era una ninfa griega llamada Cloris. Vagando por los campos, un día de primavera la vio Céfiro, el dios del viento, se enamoró de ella y la raptó, aunque después celebró convenientemente el matrimonio. En recompensa, y por el amor que le inspiraba, concedióle el don de reinar sobre las flores, no sólo las de los jardines, sino también las de los campos de cultivo. La miel es considerada como uno de los regalos de que hizo objeto a los hombres, así como las semillas de las innúmeras variedades de flores. Al contar esta leyenda, que tal vez sea invención suya, Ovidio se refiere explícitamente al rapto de Oritia por Bóreas. Sin duda éste es el modelo, al que añade un episodio singular: Flora se hallaría en el origen del nacimiento de Marte. Juno, enojada por la forma cómo nació Minerva, salida espontáneamente de la cabeza de Júpiter, quiso concebir un hijo sin él concurso de elemento masculino y se dirigió a Flora, la cual le entregó una flor cuyo simple contacto bastaba para fecundar a una mujer. De este modo Juno, sin comercio con Júpiter, dio a luz al dios cuyo nombre es el del primer mes de la primavera.


Flora tenía en Roma un sacerdote particular, uno de los doce flamines menores que se consideraban instituidos por Numa. En su honor celebrábanse las Floralia, señaladas por juegos en que intervenían las cortesanas. Estos dos últimos datos nos los propociona Marco Terencio Varrón, quien en su Res Rusticae I, 1, 6 escribió:

Et quoniam, ut aiunt, dei facientes adiuvant, prius invocabo eos, nec, ut Homerus et Ennius, Musas, sed duodecim deos Consentis; neque tamen eos urbanos, quorum imagines ad forum auratae stant, sex mares et feminae totidem, sed illos xii deos, qui maxime agricolarum duces sunt. Primum, qui omnis fructos agri culturae caelo et terra continent, Iovem et Tellurem: itaque, quod ii parentes, magni dicuntur, Iuppiter pater appellatur, Tellus terra mater. Secundo Solem et Lunam, quorum tempora observantur, cum quaedam seruntur et conduntur. Tertio Cererem et Liberum, quod horum fructus maxime necessari ad victum: ab his enim cibus et potio venit e fundo. Quarto Robigum ac Floram, quibus propitiis neque robigo frumenta atque arbores corrumpit, neque non tempestive florent. Itaque publice Robigo feriae Robigalia, Florae ludi Floralia instituti.

Y puesto que, según dicen, los dioses favorecen a los que lo hacen, en primer lugar los invocaré a ellos, y no, como Homero y Ennio, a las Musas, sino a los doce dioses consentes; y no me refiero a los urbanos, cuyas imágenes doradas se hallan junto al foro, seis masculinos y otras tantas femeninas, sino a aquellos doce dioses, que son los patronos especiales de los agricultores. En primer lugar, a los que contienen todos los frutos de la agricultura en el cielo y la tierra, Júpiter y Tellus; y así, puesto que ellos son llamados los padres universales, Júpiter es llamado Padre, Tellus es llamada la Madre Tierra. En segundo lugar al Sol y la Luna, cuyos cursos son observados, cuando se siembra o cosecha algo. En tercer lugar a Ceres y Líber, porque sus frutos son los más necesarios para vivir: pues de ellos llegaron del terreno cultivado la comida y la bebida. En cuarto lugar a Róbigo y Flora, con cuyo concurso el añublo no corrompe los granos y los árboles y florecen oportunamente. Y así fueron instituidas públicamente en honor de Robigo las fiestas Robigalia, y en el de Flora los juegos florales (las Floralia).

Las Robigalia, según se dice creadas por Numa Pompilio, se celebraban el 25 de abril (ante diem VII Kalendas Maias) y las Floralia duraban cinco días, desde el 28 de abril al 2 de mayo, y parece que fueron instituidas el 238 a. C. por mandato de un oráculo de los Libros Sibilinos con el propósito de lograr de la diosa la protección del período de floración.

Leamos la leyenda en Ovidio, Fastos V, 193 y siguientes:

sic ego; sic nostris respondit diva rogatis

dum loquitur, vernas efflat ab ore rosas:

‘Chloris eram quae Flora vocor: corrupta Latino

nominis est nostri littera Graeca sono.

Chloris eram, nymphe campi felicis, ubi audis

rem fortunatis ante fuisse viris.

Quae fuerit mihi forma, grave est narrare modestae;

sed generum matri repperit illa deum.

Ver erat, errabam; Zephyrus conspexit, abibam;

insequitur, fugio: fortior ille fuit.

Et dederat fratri Boreas ius omne rapinae,

ausus Erecthea praemia ferre domo.

Vim tamen emendat dando mihi nomina nuptae,

inque meo non est ulla querella toro.

[Vere fruor semper: semper nitidissimus annus,

arbor habet frondes, pabula semper humus.]


Est mihi fecundus dotalibus hortus in agris;

aura fovet, liquidae fonte rigatur aquae:

hunc meus implevit generoso flore maritus,

atque ait «arbitrium tu, dea, floris habe.»

Saepe ego digestos volui numerare colores,

nec potui: numero copia maior erat.

Roscida cum primum foliis excussa pruina est

et variae radiis intepuere comae,

conveniunt pictis incinctae vestibus Horae,

inque leves calathos munera nostra legunt;

protinus accedunt Charites, nectuntque coronas

sertaque caelestes implicitura comas.

Prima per immensas sparsi nova semina gentes:

unius tellus ante coloris erat;

prima Therapnaeo feci de sanguine florem,

et manet in folio scripta querella suo.

Así dije, así respondió la diosa a mi pregunta; mientras habla, de la boca exhala primaverales rosas. “Yo Cloris fui a la que ahora llaman Flora; la letra griega de mi nombre ha sido corrompida por el sonido latino. Era Cloris, ninfa de una feliz y fértil tierra en la cual dicen que antes gentes afortunadas vivían. Cuál era mi belleza le es difícil expresarlo a mi modestia, pero ésta consiguió para mi madre un dios como yerno. Era primavera, yo caminaba; Céfiro me vio, yo me alejaba; él me persigue, huyo; él fue más fuerte. Había concedido Bóreas a su hermano derecho de toda rapiña al haberse atrevido aquél a tomar un premio de la mansión Erectea (Bóreas había raptado a Oritía, hija del rey ateniense Erecteo).

Corrige, sin embargo, su violencia al darme el nombre de esposa y en mi lecho no hay ninguna queja. Disfruto una eterna primavera; siempre es muy brillante la estación; los árboles tienen frondas, la tierra siempre pastos. Tengo un fecundo jardín en los campos que fueron mi dote, oreado por las auras; regadas sus aguas por fuentes fluidas; mi marido lo llenó generosamente de flores y dijo: “diosa, sé tú árbitro de las flores”. A menudo quise contar sus diferentes colores y no pude, pues mayor era su número. Tan pronto como el helado rocío sale de las hojas y los variados follajes se entibian con los rayos del sol, acuden las Horas ceñidas con coloridos vestidos y recogen en ligeras canastas mis regalos. Enseguida llegan las Gracias y entrelazan coronas y guirnaldas para atar sus celestes cabelleras. Fui la primera que sembró nuevas semillas por innúmeros pueblos. Antes la tierra sólo tenía un color. Fui la primera que hizo una flor (el jacinto) de la sangre de Terapna (ciudad  de Laconia; Laconia era la tierra de Hiacinto, pues éste era de Amiclas, cerca de Esparta) y permanece escrito en sus hojas su lamento.


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La escena tercera nos presenta el misterioso restablecimiento de Admeto, ante la alegría general. La cuarta sirve para que Admeto conozca la respuesta del oráculo.

Escena III

En palacio se celebra el rápido restablecimiento de Admeto.


Scena Terza

(Camera del palazzo. I cortigiani celebrano l’inaspettato ristabilimento d’Admeto)

CORTIGIANI

Dal lieto soggiorno funesti pensieri

fuggite, volate, volate, fuggite.

Al trono d’intorno ridenti piaceri

venite, tornate, venite, tornate.

(Ballo)

EVANDRO

Or che morte il suo furore

porta altrove e il lutto e i pianti,

che più belle son le stelle

e per noi giran più liete:

voi che amico avete amore,

vaghe spose, accesi amanti,

d’odorose fresche rose

coronatevi e godete.

(Ballo)

CORTIGIANI

Dal lieto soggiorno

funesti pensieri, ecc.


Escena Tercera

(Cámara del palacio. Los cortesanos celebran el inesperado restablecimiento de Admeto)

CORTESANOS

De esta feliz morada los pensamientos funestos

huyan, vuelen, vuelen y huyan.

En torno a este trono los alegres placeres

vengan, vuelvan, vengan y vuelvan.

(Danza)

EVANDRO

Ahora que el furor de la muerte

lleva a otro sitio el luto y el llanto,

las estrellas parecen mas hermosas

y para nosotros giran más felices.

Vosotros, amigos, que tenéis el amor

de las simpáticas novias y encendidas amantes,

de perfumadas y frescas rosas

coronadlas y gozad de ellas.

(Danza)

CORTESANOS

De esta feliz morada

los pensamientos funestos, huyan, etc.


Escena IV

Evandro relata a Admeto la fidelidad de su pueblo; Admeto se pregunta cómo ha escapado a la muerte y queda sorprendido ante la revelación de Evandro de que alguno de sus siervos ha cumplido el oráculo, por el cual pregunta. No saben quién ha podido ofrecerse en su lugar; cuando Admeto pregunta por Alcestis, ésta entra en escena.


Scena Quarta

EVANDRO

Signor, mai più sincero d’un popolo fedele

il giubilio non fu.

Quanto l’afflisse di perderti il timor!

Padre t’adora, ti rispetta regnante:

in te ripone la sua felicità.

No, non eccede il publico piacer,

quando fra tante di pianto,

e di dolor meste vicende, pietoso a’ nostri voti,

il ciel ti rende.

ADMETO

Da qual letargo, Evandro,

mi risveglio in un punto;

e qual portento alla tomba m’invola!

Ancor ingombra d’immagini di morte

la mente mi vacilla: ad altri oggetti

rivolgersi non osa l’attonito pensier;

sospeso ancora in un dubbio molesto,

non so troppo se sogno o se son desto.

EVANDRO

Ah, respira, mio re. Giorni felici

ti promette la sorte.

Idee più liete nell’anima raccogli;

pensa a goder. Del nostro amore

è dono la vita che t’avanza;

il nostro pianto dal ciel l’ottenne;

alcun di tuoi più cari

l’oracolo adempi.

ADMETO

Come? Che Ascolto?

Che disse il nume?

EVANDRO

Il re morrà se un altro non muor per lui.

ADMETO

Barbara legge! E credi…

EVANDRO

Sì! Tu risorgi e in un momento.

Effetto non è questo del caso,

non d’umano soccorso;

opra è del ciel.

Vi fu, signor,

chi a morte per te s’offerse;

il dubitarne è vano.

ADMETO

Oh troppo ingiusto, oh strano

voler de’ numi!

Oh sagrifizio illustre

d’un amico fedel!

Merita, Evandro,

più d’ogni altro la vita,

chi così ne fa dono.

E a chi son io di tanto debitor?

EVANDRO

Non è palese.

ADMETO

E Alceste? E la mia sposa?

Ov’è? Che fa?

Perché non viene ancor meco a goder

di queste contentezze improvvise?

EVANDRO

Eccoti Alceste.


Escena Cuarta

EVANDRO

Señor, de un pueblo fiel jamás

fue más sincero el júbilo.

¡Cuánto lo afligió el temor de perderte!

Como padre te adora y te respeta como rey;

en ti reposa su felicidad.

No, no es un exceso el popular gozo,

después de tanto llanto y dolor,

cuando aceptando nuestras plegarias,

el cielo te devuelve.

ADMETO

¿De qué sueño, Evandro, me despierto?

¿Qué milagro me ha arrebatado de la tumba?

Aún cargada de fúnebres imágenes

mi mente vacila.

A otros objetos no se atreve

a dirigir el pensamiento.

Suspendido aún en una cruel duda,

no sé bien si sueño o si estoy despierto.

EVANDRO

¡Ah, respira, rey mío!

Días felices te promete el destino.

Pensamientos más felices recoge en tu alma,

piensa en gozar.

La vida que te es dada es fruto de nuestro amor.

Nuestro llanto, del cielo la obtuvo.

Alguno de tus más queridos siervos

ha cumplido el oráculo de los dioses.

ADMETO

¿Cómo? ¿Qué escucho?

¿Qué dijo el dios?

EVANDRO

El rey morirá si otro no muere por él.

ADMETO

¡Qué ley cruel! Y crees…

EVANDRO

¡Sí! Tú te repusiste inopinadamente.

No fue a causa

de un auxilio humano;

es obra del cielo.

Hubo alguien, señor,

que por ti se ofreció a la muerte…

Sería vano dudar de ello.

ADMETO

¡Oh, demasiado injusto y extraño

es el deseo de los dioses!

¡Oh, noble sacrificio

de un fiel amigo!

Merece, Evandro,

más que cualquier otro la vida,

quien me hace tal regalo.

¿Y de quién soy el deudor?

EVANDRO

No se sabe.

ADMETO

¿Y Alcestis? ¿Y mi esposa?

¿Dónde está? ¿Qué hace?

¿Por qué no viene junto a mí

para gozar de esta felicidad imprevista?

EVANDRO

¡Aquí llega Alcestis!


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Se han conocido hoy las notas de las PAU.

El IES Matilde Salvador, como se lee en la página de la UJI, ha obtenido la media más alta en la fase general con un 7’32, junto con el IES Llombai de Burriana.

Es cierto que no se pueden hacer comparaciones con un número descompensado de alumnos, pero en la relación de notas medias por asignatura, éstos son los resultados aproximados de nuestro centro. Digo aproximados, porque es un poco difícil reunir todas las notas de las distintas columnas, más si, como ha ocurrido esta vez, hay 29 alumnos de Ciclos Formativos que se examinaban de la fase específica, luego sumarlas y luego hacer las medias. Como hicimos el años pasado, al lado de la media de este año ponemos entre paréntesis la del año pasado, para que se vea la progresión.

Pedimos disculpas si hay errores:

Historia de España (2 alumnos): 8’75 (5’6)

Ciencias de la Tierra (6 alumnos): 8’58 (5’27)

Biología (9 alumnos): 8’01 (6’5)

Historia del Arte (8 alumnos): 7’93 (6’78)

Filosofía (32): 7’79 (6’59)

Inglés (33): 7’55 (5’53)

Valenciano (34): 7’37 (6’58)

Castellano (34): 7’32 (6’48)

Economía (5): 7’27 (5’85)

Griego (5): 7’21 (8’80)

Química (10): 7’00 (6’80)

Dibujo Técnico (4): 6’98 (7’79)

Latín (8): 6’69 (6’07)

Francés (1): 6’50

Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales (8): 5’96 (3’82)

Física (8): 5’75 (5’41)

Matemáticas (10): 5’33 (2’63)

Geografía (11): 4’93 (7’40)

Como se aprecia, la mayoría de asignaturas suben su media excepto tres que la bajan: Dibujo Técnico (0’81 de diferencia), Geografía (2’47) y Griego (1’59)

Por razones que no vienen al caso, me ha tocado a mí recoger la documentación en la sede de los tribunales.

Lo primero que he mirado es que todos los alumnos eran APTOS. Lo segundo, deformación profesional, las notas de Griego II y, en este caso, he sentido cierto sabor amargo, porque las notas de este año no han sido como las del curso pasado. Entonces logramos un 8’80 de media y este año sólo un 7’21.

Me sabe mal, y creo que, en cierta medida les he fallado, porque dos alumnas mías eligieron Griego II para la fase específica, y la nota que han obtenido, debida a una mala tarde, a un examen mal planteado, a los nervios, a una deficiente preparación de su profesor, a no haber repasado más veces el fragmento que salió y, sobre todo, a tener que traducir un texto complejo sólo un año y medio después de iniciarse en el alfa, beta, gamma, les ha impedido obtener una mejor nota global, una vez aplicada la fase específica.

En concreto, una obtiene un 8’772 y si hubiera hecho en la fase general Griego y Arte en la específica hubiera sacado un 9’185. Eso supone 0’413 menos ¡Cómo no entre en el Grado que quiere hacer por eso!

La otra ha sacado un 8’550 y, aplicando la misma fórmula, hubiera conseguido un 9’020. 0’470 menos.

En ambos casos se une un motivo más para el cabreo personal: el griego ha sido su peor nota en las PAU.

Las otras tres notas no han estado mal: 8’85, 8’80 y 8’25.

El 8’85 de Griego ha sido la mejor nota en las PAU de esa alumna.

El 8’80 la tercera mejor nota de la alumna que lo ha conseguido.

El 8’25 la segunda mejor nota.

Un pequeño consuelo.

Las cinco alumnas de Griego obtienen en las PAU las siguientes notas globales, aplicadas las ponderaciones:

8’772, 10’780, 9’940, 8’550 y 9’400.

La verdad es que tengo una sensación rara. Siento que no he conseguido cumplir las expectativas de mis alumnas en la asignatura. Podré despotricar de las preguntas del examen, podré atribuirlo a una mala tarde, pero, en el fondo, soy consciente de que un tanto por ciento muy elevado de esas dos bajas notas es sólo achacable a mi persona y, en ese sentido, me siento mal.

Con estas 5, desde que estoy en el Matilde Salvador han sido 25 los alumnos que se han examinado de Griego II con estas notas:

3’30 (2007),  5 (2011), 5’15 (2011), 6 (2007), 6’20 (2007), 6’50 (2006), 7’20 (2009), 7’50 (2010), 8 (2005), 8 (2009), 8’25 (2010), 8’25 (2011), 8’75 (2010), 8’75 (2010), 8’80 (2008), 8’80 (2011), 8’85 (2011), 9 (2007), 9’20 (2007), 9’30 (2009), 9’40 (2008), 9’50 (2007), 9’50 (2007), 9’50 (2010), 10 (2010).

Lo que da una media global en los 7 años que llevo en el Matilde Salvador de 7’948, que no llega a la cifra redonda de 8, pero se le acerca mucho.

Uno siempre quiere lo mejor para los alumnos. Que estudien lo que les guste, que saquen notas excelentes y que lleguen a ser aquello que se han propuesto. Si estudian Griego II, sacan notas excelentes en esta asignatura y eso les sirve para que cursen lo que deseaban y consigan sus sueños, mucho mejor.

Espero haber contribuido a ello y confío en que, al menos este año, las dos notas bajas de Griego de las PAU no impida a mis alumnas cursar aquello que desean. Lo contrario me sentaría muy mal

 Estoy un tanto desanimado, pero recurro a Horacio de quien he tomado el verso 19 de la oda X de su Libro II para titular el artículo.

Y para finalizarlo sigo con Horacio quien termina así su oda:

rebus angustis animosus

atque fortis appare; sapienter idem

contrahes vento nimium secundo

turgida vela.

En las situaciones difíciles muéstrate animoso

y fuerte; de igual manera, con prudencia,

arriarás las hinchadas velas

ante un viento demasiado favorable.

Pues eso, ni sacar demasiado pecho cuando vienen bien dadas, ni desanimarse, cuando las cosas no salen tan bien como deseábamos.

Nullus dolor est quem non longinquitas temporis minuat et molliat (Cicerón, Epistulae ad familiares, IV, 5, 6)

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Es interesante leer también lo que dicen las Acta Pilati sobre la resurrección. Ya hemos visto que coinciden con Mateo en el soborno de las autoridades judías a los soldados.

Actas de Pilato:

XIII 1. Y, mientras ellos no salían de su asombro, uno de los soldados a quienes habían encomendado la guardia del sepulcro entró en la Sinagoga y dijo: Cuando vigilábamos la tumba de Jesús, la tierra tembló y hemos visto a un ángel de Dios, que quitó la piedra del sepulcro y que se sentó sobre ella. Y su semblante brillaba como el relámpago y sus vestidos eran blancos como la nieve. Y nosotros quedamos como muertos de espanto. Y oímos al ángel que decía a las mujeres que habían ido al sepulcro de Jesús: No temáis. Sé que buscáis a Jesús el crucificado, el cual resucitó, como lo había predicho. Venid, y ved el lugar en que había sido colocado, y apresuraos a avisar a sus discípulos que ha resurgido de entre los muertos, y que va delante de vosotros a Galilea, donde lo veréis. 2. Y los judíos, convocando a todos los soldados que habían puesto para guardar a Jesús, les preguntaron: ¿Qué mujeres fueron aquellas a quienes el ángel habló? ¿Por qué no os habéis apoderado de ellas? 3. Replicaron los soldados: No sabemos qué mujeres eran, y quedamos como difuntos, por el mucho temor que nos inspiró el ángel. ¿Cómo, en estas condiciones, habríamos podido apoderarnos de dichas mujeres? 4. Los judíos exclamaron: ¡Por la vida del Señor, que no os creemos! Y los soldados respondieron a los judíos: Habéis visto a Jesús hacer milagros, y no habéis creído en él. ¿Cómo creeríais en nuestras palabras? Con razón juráis por la vida del Señor, pues vive el Señor a quien encerrasteis en el sepulcro. Hemos sabido que habéis encarcelado en un calabozo, cuya puerta habéis sellado, a ese José que embalsamó el cuerpo de Jesús, y que, cuando fuisteis a buscarlo, no lo encontrasteis. Devolvednos a José, a quien aprisionasteis, y os devolveremos a Jesús, cuyo sepulcro hemos guardado. 5. Los judíos dijeron: Devolvednos a Jesús y os devolveremos a José, porque éste se halla en la ciudad de Arimatea. Mas los soldados contestaron: Si José está en Arimatea, Jesús está en Galilea, puesto que así lo anunció a las mujeres el ángel. 6. Oído lo cual, los judíos se sintieron poseídos de temor y se dijeron entre sí: Cuando el pueblo escuche  estos discursos, todos en Jesús creerán. 7. Y reunieron una gruesa suma de dinero, que entregaron a los soldados, advirtiéndoles: Decid que, mientras dormíais, llegaron los discípulos de Jesús al sepulcro y robaron su cuerpo. Y, si el gobernador Pilatos se entera de ello, lo apaciguaremos en vuestro favor y no seréis inquietados. 8. Y los soldados, tomando el dinero, dijeron lo que los judíos les habían recomendado.

En el capítulo de rarezas aportamos ahora dos cartas, una de Pilato a Tiberio y otra de Tiberio al procurador romano con relación al hecho de la muerte de Jesús. Son dos escritos complementarios a los Apócrifos de la  pasión y resurrección que aparecen en la edición bilingüe de Aurelio de Santos en la BAC.

De la primera dice de Santos: se conserva únicamente en algunos manuscritos latinos, de cuyo cotejo salió el texto tischendorfiano, que es el que aquí reproducimos. Es conocida también con el nombre de Segunda Carta de Pilato. A ella parece referirse Tiberio, su destinatario, en la Carta de Tiberio a Pilato, que insertamos a continuación. Aunque el fondo puede ser muy antiguo, ele stilo elegante y amanerado de su forma actual acusa un refundidor de época tardía, quizás del Renacimiento.

He aquí el texto latino:

Pontius Pilatus Tiberio Caesari imperatori salutem d.

De Iesu Christo, quem tibi plane postremis meis declamaveram, nutum tandem populi acerbum me quasi invito et subtimente supplicium sumptum est. Virum Hercle ita pium et severum nulla usquam aetas habuit nec habitura est. Sed mirus exstitit ipsius populi conatus omniuque scribarum principum et seniorum consensus, suis prophetis et more nostro Sibyllis contra monentibus, hunc veritatis legatum crucifigere; signis et supra naturam apparentibus, dum penderet, et orbi universo philosophorum iudicio lapsum minantibus. Vigent illius discipuli, opere et vitae continentia Magistrum non mentientes, imo in eius nomine beneficentissimi. Nisi ergo seditionem populi prope aestuantis exoriri pertimuissem, fortasse adhuc nobis vir ille viveret: etsi tuae magis dignitatis fide compulsus quam voluntate mea adductus pro viribus non restiterim, sanguinem iustum totius accusationis immunem, verum hominum malignitate inique, in eorum tamen ut scripturae interpretantur exitium, venumdari et pati. Vale. V. Kal. Aprilis.

Poncio Pilato saluda al emperador Tiberio César.

Jesucristo, a quien te presenté claramente en mis últimas relaciones, ha sido, por fin, entregado a un duro suplicio a instancias del pueblo, cuyas instigaciones seguí de mal grado y por temor. Un hombre, por vida de Hércules, piadoso y austero como éste, ni existió ni existirá jamás en época alguna. Pero se dieron cita para conseguir la crucifixión de este legado de la verdad, por una parte, un extraño empeño del mismo pueblo, y por otra, la confabulación de todos los escribas, jefes y ancianos, contra los avisos que les daban sus profetas y, a nuestro modo de hablar, las sibilas. Y mientras estaba pendiente de la cruz, aparecieron señales que sobrepujaban las fuerzas naturales, y que presagiaban, según el juicio de los físicos, la destrucción a todo el orbe. Viven aún sus discípulos, que no desdicen del maestro ni en sus obras ni en la morigeración de sus vidas; más aún, siguen haciendo mucho bien en su nombre. Si no hubiera sido, pues, por el temor de que surgiera una sedición en el pueblo (que estaba ya como en estado de efervescencia), quizá nos viviera todavía aquel insigne varón. Atribuye, pues, más mis deseos de fidelidad para contigo que a mi propio capricho el que no me haya resistido con todas mis fuerzas a que la sangre de un justo inmune de toda culpa, pero víctima de la malicia humana, fuera inicuamente vendida y sufriera la pasión; siendo así, además, que, como dicen sus escrituras, esto había de ceder en su propia ruina. Adiós. Día 28 de marzo.

Por su parte, la carta de Tiberio, además de la carta-contestación a Pilato, incluye una peregrina historia acerca de la muerte de éste y demás jerifaltes judíos. Es quizá el único escrito de origen oriental que se muestra desfavorable para el procurador romano.

(Epistola Tiberii ad Pilatum)

Esto es lo que contestó César Augusto a Poncio Pilato, gobernador de la provincia oriental. El mismo César añadió la sentencia de su puño y letra y se la envió con el mensajero Raab, a quien entregó, además, soldados en número de dos mil:

“Por cuanto tuviste la osadía de condenar a muerte a Jesús Nazareno de una manera violenta y totalmente inicua y, aun antes de dictar sentencia condenatoria, le pusiste en manos de los insaciables y furiosos judíos; por cuanto, además, no tuviste compasión de este justo, sino que, después de teñir la caña y de someterle a una horrible sentencia y al tormento de la flagelación, le entregaste, sin culpa alguna por su parte, al suplicio de la crucifixión, no sin antes haber aceptado presentes por su muerte; por cuanto, en fin, manifestaste, sí, compasión con los labios, pero le entregaste con el corazón a unos judíos sin ley; por todo esto, vas tú mismo a ser conducido a mi presencia, cargado de cadenas, para que presentes tus excusas y rindas cuentas de la vida que has entregado a la muerte sin motivo alguno. Pero ¡ay de tu dureza y desvergüenza! Desde que esto ha llegado a mis oídos, estoy sufriendo en el alma y siento que se desmenuzan mis entrañas. Pues ha venido a mi presencia una mujer, la cual se dice discípula de Él (es María Magdalena, de quien, según afirma, expulsó siete demonios), y atestigua que Jesús obraba portentosas curaciones, haciendo ver a los ciegos, andar a los cojos, oír a los sordos, limpiando a los leprosos, y que todas estas curaciones las verificaba con su sola palabra ¿Cómo has consentido que fuera crucificado sin motivo alguno? Porque, si no queríais aceptarlo como Dios, deberíais al menos haberos compadecido de Él como médico que es. Hasta la misma relación astuta que me ha llegado de tu parte, está reclamando tu castigo, ya que en ella se afirma que Éste era superior a todos los dioses que nosotros veneramos. ¿Cómo ha sido para entregarle a la muerte? Pues sábete que, así como tú le condenaste injustamente y le mandaste matar, de la misma manera yo te voy a ajusticiar ati con todo derecho; y no sólo a ti, sino también a todos tus consejeros y cómplices, de quienes recibiste el soborno de la muerte».

Entregóseles, pues, la carta a los emisarios y, juntamente con ella, la sentencia en que Augusto mandaba por escrito que pasaran por el filo de la espada a todo el pueblo de los judíos y trajeran a Pilato, preso como reo a Roma, y juntamente con él a los principales de entre los judíos (los que eran a la sazón gobernadores): a Arquelao, hijo del odiosísimo Herodes, y a su cómplice Filipo; al pontífice Caifás, y a Anás, su suegro, y a todos los principales de entre los judíos.


Así, pues, marchó Rachaab con los soldados e hizo  como le había sido ordenado, pasando por la espada a todos los varones de entre los judíos, mientras que las impuras mujeres de éstos quedaban expuestas a la violación de los paganos, con lo que brotó una ralea abominable, como engendro que era de Satanás. Después el emisario se hizo cargo de Pilato, de Arquelao y Filipo, de Anás y Caifás, y de todos los principales de entre los judíos, y cargándolos de cadenas, se puso con ellos camino de Roma. Y sucedió que, al pasar por cierta isla llamada Creta, Caifás perdió la vida de una manera violenta y miserable. Tomáronle, pues, para sepultarle, pero ni siquiera la tierra se dignó admitirle en su seno, sino que le arrojaba fuera. Cuando esto vieron los muchos que allí estaban, tomaron piedras con sus manos y las arrojaron sobre el cadáver, dejándole de esta manera sepultado.

Existía entre los reyes de la antigüedad la costumbre de que, si un reo de muerte contemplaba el rostro real, se veía libre de su condenación. César, pues, dio las órdenes oportunas para no dejarse ver por Pilato, de manera que no pudiera escapar de la muerte. Así, pues, lo metieron en una caverna, y allí lo dejaron, conforme a las órdenes del emperador. Mandó asimismo que Anás fuera envuelto en una piel de buey; y, al secarse el cuero por el sol, quedó oprimido por él, saliéndosele las entrañas por la boca y perdiendo violentamente su vida miserable. A los demás presos judíos los ejecutó pasándolos a filo de espada. Mas a Arquelao, el hijo del odiosísimo Herodes, y a su cómplice Filipo los condenó a ser empalados.

Cierto día salió de caza el emperador e iba su persecución de una gacela. Ésta, al pasar por la boca de la caverna [donde estaba Pilato], se paró. Pilato estaba a punto de perecer a manos del César, e intentó fijar en él su mirada; pero, para que se realizara lo que estaba a punto de suceder, la gacela vino a ponerse frente a él; César entonces disparó una flecha con el fin de derribar al animal, pero el proyectil atravesó la entrada de la caverna y mató a Pilato. [Todos los que creéis que Cristo es el Dios verdadero y Salvador nuestro, glorificadle a Él y engrandecedle, pues le pertenece la alabanza, el honor y la adoración con su padre sin principio y su Espíritu consubstancial, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.]

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Así pues, padre e hijo salen del monstruo atravesando la boca entreabierta del cetáceo que éste mantiene abierta mientras duerme debido a su enfermedad asmática y a sus palpitaciones de corazón. Un estornudo de la bestia los vuelve al interior, pero, tras repetir la operación, se ven finalmente libres.

La película que la compañía Walt Disney realizó sobre el cuento de Collodi realiza una variante sobre la salida de la ballena de Pinocho y Gepetto, que la acerca más al episodio que relata Luciano en sus Relatos Verídicos.

Recordemos que en la obra de Luciano, el autor y sus compañeros incendian el bosque que hay en el interior de la ballena y así consiguen que el animal abra con frecuencia la boca; en una de estas ocasiones apuntalan su boca, para asegurarse su salida, cuando el animal muera y así lo hacen, pudiendo salir de su cautiverio que se prolongó un año y unos diez meses, nada comparado con los 27 años que estuvieron en el vientre del animal el anciano y el hijo que Luciano y sus compañeros encuentran en el capítulo 33.

En la película de Disney, cuando Gepetto, para celebrar el reencuentro con Pinocho, quiere preparar un fuego para ahumar los atunes que ha pescado en el interior de la ballena, a Pinocho le viene la idea de hacer un gran fuego y mucho humo, para, así, hacer estornudar a Monstruo y ser de esta forma arrojados de su vientre. Y así ocurre, aunque causan el enorme enojo del monstruo que los embiste y está a punto de acabar con sus vidas.

En la red hemos encontrado dos vídeos de la película de Disney (uno ya lo hemos ofrecido) que nos permiten ilustrar icónicamente los capítulos 34 y 35 del cuento.

Estamos finalizando ya la serie sobre la vida en el vientre de la ballena, y pasamos al texto que la propició. Uno de los objetivos de esta serie es el que, a continuación, ofrecemos: el texto griego y su traducción, debida a José Luis Navarro González y Andrés Espinosa Alarcón, de los capítulos 30 a 42 del Libro I y 1 a 2 del Libro II de los Relatos Verídicos de Luciano de Samosata.

Antes, no obstante, debemos recordar lo que en el capítulo 4 del Libro I de su Relatos Verídicos, Luciano nos dice, en una interesante confesión:

τοτοις ον ντυχν πασιν, το ψεσασθαι μν ο σφδρα τος νδρας μεμψμην, ρν δη σνηθες ν τοτο κα τος φιλοσοφεν πισχνουμνοις· κενο δ ατν θαμασα, ε νμιζον λσειν οκ ληθ συγγρφοντες. διπερ κα ατς π κενοδοξας πολιπεν τι σπουδσας τος μεθ μς, να μ μνος μοιρος τς ν τι μυθολογεν λευθερας, πε μηδν ληθς στορεν εχον – οδν γρ πεπνθειν ξιλογον – π τ ψεδος τραπμην πολ τν λλων εγνωμονστερον· κν ν γρ δ τοτο ληθεσω λγων τι ψεδομαι. οτω δ ν μοι δοκ κα τν παρ τν λλων κατηγοραν κφυγεν ατς μολογν μηδν ληθς λγειν. γρφω τονυν περ ν μτε εδον μτε παθον μτε παρ λλων πυθμην, τι δ μτε λως ντων μτε τν ρχν γενσθαι δυναμνων. δι δε τος ντυγχνοντας μηδαμς πιστεειν ατος.

Pues bien, después de tomar contacto con todos esos autores, llegué a no reprocharles demasiado que engañen al público, al notar que ello es práctica habitual, incluso, entre los consagrados a la filosofía. Me sorprendió en ellos, sin embargo, que creyeran escribir relatos inverosímiles sin quedar en evidencia. Por ello mi personal vanidad me impulsó a dejar algo a la posteridad, a fin de no ser el único privado de licencia para narrar historias; y, como nada verídico podía referir, por no haber vivido hecho alguno digno de mencionarse, me orienté a la ficción, pero mucho más honradamente que mis predecesores, pues al menos diré una verdad al confesar que miento. Y, así, creo librarme de la acusación del público al reconocer yo mismo que no digo ni una verdad. Escribo, por tanto, sobre cosas que jamás vi, traté o aprendí de otros, que no existen en absoluto ni por principio pueden existir. Por ello, mis lectores no deberán prestarles fe alguna.

Hecha esta confesión, y prevenido el lector, vamos con el texto lucianesco.

῎Εοικε δ ρχ κακν μειζνων γνεσθαι πολλκις πρς τ βλτιον μεταβολ· κα γρ μες δο μνας μρας ν εδ πλεύσαντες, τῆς τρίτης ὑποφαινούσης πρὸς ἀνίσχοντα τὸν ἥλιον ἄφνω ὁρῶμεν θηρία καὶ κήτη πολλὰ μὲν καὶ ἄλλα, ἓν δὲ μέγιστον ἁπάντων ὅσον σταδίων χιλίων καὶ πεντακοσίων τὸ μέγεθος· ἐπῄει δὲ κεχηνὸς καὶ πρὸ πολλοῦ ταράττον τὴν θάλατταν ἀφρῷ τε περικλυζόμενον καὶ τοὺς ὀδόντας ἐκφαῖνον πολὺ τῶν παρ᾿ ἡμῖν φαλλῶν ὑψηλοτέρους, ὀξεῖς δὲ πάντας ὥσπερ σκόλοπας καὶ λευκοὺς ὥσπερ ἐλεφαντίνους. ἡμεῖς μὲν οὖν τὸ ὕστατον ἀλλήλους προσειπόντες καὶ περιβαλόντες ἐμένομεν· τὸ δὲ ἤδη παρῆν καὶ ἀναρροφῆσαν ἡμᾶς αὐτῇ νηΐ κατέπιεν. οὐ μέντοι ἔφθη συναράξαι τοῖς ὀδοῦσιν, ἀλλὰ διὰ τῶν ἀραιωμάτων ναῦς ἐς τὸ ἔσω διεξέπεσεν.


30. Parece, sin embargo, que es muchas veces comienzo de las mayores desgracias el cambio a una situación mejor. En efecto, nosotros navegamos sólo dos días con buen tiempo, mas al amanecer del tercero, a la salida del sol, vimos de repente muchos monstruos marinos, y entre ellos ballenas. Una, la más grande de todas, medía unos mil quinientos estadios de longitud. Avanzaba hacia nosotros con la boca abierta, agitando el mar en un gran trecho ante sí, toda bañada en espuma, y mostrando unos dientes mucho mayores que nuestros símbolos fálicos, todos agudos como empalizadas y blancos como el marfil. Nosotros intercambiamos el último saludo, nos abrazamos y nos dispusimos a esperar. Ya estaba a nuestro lado, y de un sorbo nos tragó con la nave incluida, mas no tuvo tiempo de destruirnos con sus dientes, pues a través de los intersticios la nave se deslizó al interior.

ἐπεὶ δὲ ἔνδον ἦμεν, τὸ μὲν πρῶτον σκότος ἦν καὶ οὐδὲν ἑωρῶμεν, ὕστερον δὲ αὐτοῦ ἀναχανόντος εἴδομεν κύτος μέγα καὶ πάντῃ πλατὺ καὶ ὑψηλόν, ἱκανὸν μυριάνδρῳ πόλει ἐνοικεῖν. ἔκειντο δὲ ἐν μέσῳ καὶ μικροὶ ἰχθύες καὶ ἄλλα πολλὰ θηρία συγκεκομμένα, καὶ πλοίων ἱστία καὶ ἄγκυραι, καὶ ἀνθρώπων ὀστέα καὶ φορτία, κατὰ μέσον δὲ καὶ γῆ καὶ λόφοι ἦσαν, ἐμοὶ δοκεῖν, ἐκ τῆς ἰλύος ἣν κατέπινε συνιζάνουσα. ὕλη γοῦν ἐπ᾿ αὐτῆς καὶ δένδρα παντοῖα ἐπεφύκει καὶ λάχανα ἐβεβλαστήκει, καὶ ἐῴκει πάντα ἐξειργασμένοις· περίμετρον δὲ τῆς γῆς στάδιοι διακόσιοι καὶ τεσσαράκοντα. ἦν δὲ ἰδεῖν καὶ ὄρνεα θαλάττια, λάρους καὶ ἀλκυόνας, ἐπὶ τῶν δένδρων νεοττεύοντα.

31 Ya dentro, al principio reinaba la oscuridad y nada veíamos, pero más tarde, cuando abrió la boca, vimos una gran cavidad, toda ella plana y elevada, capaz de albergar una ciudad de diez mil hombres. Había por medio peces grandes y pequeños, y muchos otros animales triturados, mástiles y anclas de embarcaciones, huesos humanos y mercancías. En el centro había tierra y montículos, sedimentos – a mi parecer – del limo que había tragado. Sobre ésta había crecido un bosque, con árboles de variadas especies; habían brotado hortalizas, y parecía hallarse todo ello cultivado. El perímetro de la isla abarcaba doscientos cuarenta estadios. Podían verse también pájaros marinos, gaviotas y alciones, con sus nidos en los árboles.


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En este capítulo comenzamos con la traducción del fragmento de libro XII de las Metamorfosis de Ovidio que ofrecimos en nuestro anterior número.

Para el Eácida he sido prolífica. Por tierra está la grnadiosa Ilio, y con un terrible desenlace ha terminado la desgracia de nuestro pueblo, pero al menos ha terminado: sólo para mí subsiste aún Pérgamo, y mi dolor sigue su carrera. Poco ha la más dichosamente dotada, poderosa por tantos yernos e hijos, nueras y esposo, me arrastran ahora desterrada, indigente, arrancada de los túmulos de los míos, como regalo para Penélope. La cual, mientras yo arrastro las madejas que se hayan asignado, me mostrará a las madres Ítacas diciendo “ésta es aquella ilustre madre de Héctor, ésta es la esposa de Príamo”; y después de perder yo a tantos, también tú, que era la única que aliviabas el luto de tu madre, has propiciado una tumba enemiga. Di a luz una ofrenda funeral para un enemigo. ¿Para qué sobrevivo como si fuera de hierro? ¿Qué espero? ¿Para qué me reservas, añosa vejez? ¿Para qué, dioses crueles, sino para que contemple nuevos entierros, prolongáis a una anciana apegándola a la vida? ¿Quién creería posible que se llamase feliz a Príamo después de derruido Pérgamo? Feliz es por su muerte, porque no te ve a ti, hija mía, aniquilada, y perdió al mismo tiempo la vida y el reino. Mas sin duda se te otorgará un funeral, regia doncella, y tu cuerposerá depositado en el monumento familiar, No es ésa la suerte de nuestra casa: tus fúnebres ofrendas serán las lágrimas de tu madre y un puñado de extranjera arena. Todo lo he perdido; me queda, para poder resistir por exiguo tiempo, el más querido fruto de su madre, el único ya, pero en otro tiempo el menor de mi prole de varones, Polidoro, que fue entregado al rey del Ísmaro en estas riberas. ¿Pero por qué entretanto tardo en lavarle con cristalino líquido las tremendas heridas y el rostro salpicado de sangre inclemente?

La traducción es de Antonio Ruiz de Elvira, en Alma Mater.

Lo que no sabe Hécuba es que su querido hijo Polidoro, su único consuelo, está también muerto. Lo ha hecho a manos de Polimestor quien lo ha arrojado al mar; el cuerpo llega desde Tracia a la Tróade, justo al punto donde Hécuba recoge agua para lavar el cadáver de Políxena.

Nuestra protagonista aparece también en el mitógrafo Higino, en las fábulas 111 y 249.

Ésta es la 111:

HECVBA.

Vlixes Hecubam Cissei filiam, uel ut alii auctores dicunt D<y>mantis, Priami uxorem, Hectoris matrem, in seruitutem cum duceret, illa in Hellespontum mare se praecipitauit et canis dicitur facta esse, unde et Cyneum est appellatum.

Cuando Ulises conducía a la esclavitud a Hécuba, hija de Ciseo, o según otros autores dicen, de Dimante, esposa de Príamo, madre de Héctor, ella se precipitó al mar Helesponto y se dice que se convirtió en perra, por lo que fue llamado Cineo.

En la 249 se nos habla de la antorcha que Hécuba creyó en sueños que paría.

Pero es, quizás, en las tragedias de Eurípides Hécuba y Las Troyanas donde más información obtenemos sobre ella y mayor presencia tiene la reina troyana.

Por ejemplo la monodia lírica de la protagonista Hécuba, esposa del difunto rey Príamo, en los versos 98 a 152 de Las Troyanas. Es un canto monótono y alude al dolor que sufre por haber perdido esposo, hijos y ciudad; maldice a los griegos y a Helena y lamenta su futura esclavitud. Es viuda, está cansada, abatida, es ya vieja y moralmente está rota porque ha perdido todo lo que tenía. En su comienzo vemos cómo Hécuba se refiere a los vaivenes de la Fortuna, de ahí lo acertado de su presencia en el Fortune plango vulnera.

ἄνα, δύσδαιμον, πεδόθεν κεφαλή·

ἐπάειρε δέρηνἦ οὐκέτι Τροία

τάδε καὶ βασιλῆς ἐσμεν Τροίας.

μεταβαλλομένου δαίμονος ἀνέχου.

πλεῖ κατὰ πορθμόν, πλεῖ κατὰ δαίμονα,

μηδὲ προσίστω πρῷραν βιότου

πρὸς κῦμα πλέουσα τύχαισιν.

αἰαῖ αἰαῖ.

τί γάρ οὐ πάρα μοι μελέᾳ στενάχειν,

ᾖ πατρὶς ἔρρει καὶ τέκνα καὶ πόσις;

ὦ πολὺς ὄγκος συστελλόμενος

προγόνων, ὡς οὐδὲν ἄρ᾿ ἦσθα.

τί με χρὴ σιγᾶν; τί δὲ μὴ σιγᾶν;

[τί δὲ θρηνῆσαι;]

δύστηνος ἐγὼ τῆς βαρυδαίμονος

ἄρθρων κλίσεως, ὡς διάκειμαι,

νῶτ᾿ ἐν στερροῖς λέκτροισι ταθεῖσ᾿.

Οἴμοι κεφαλῆς, οἴμοι κροτάφων

πλευρῶν θ᾿,

δούλα δ᾿ ἄγομαι

γραῦς ἐξ οἴκων πενθήρη

κρᾶτ᾿ ἐκπορθηθεῖσ᾿ οἰκτρῶς.

ἀλλ᾿ ὦ τῶν χαλκεγχέων Τρώων

ἄλοχοι μέλεαι,

καὶ κοῦραι <κοῦραι> δύσνυμφοι,

τύφεται ῎Ιλιον, αἰάζωμεν.

μάτηρ δ᾿ ὡσεί τις πτανοῖς

ὄρνισιν, ὅπως ἐξάρξω ᾿γὼ

κλαγγάν, μολπάν, οὐ τὰν αὐτάν

οἵαν ποτὲ δὴ

σκήπτρῳ Πριάμου διερειδομένα

ποδὸς ἀρχεχόρου πληγαῖς Φρυγίους

εὐκόμποις ἐξῆρχον θεούς.

¡Arriba, malhadada! ¡Levanta del suelo la cabeza, endereza tu cuello. Esto ya no es Troya. No somos reyes de Troya. Soporta que se tuerza tu suerte, navega siguiendo la corriente, siguendo el destino, y no opongas la proa de tu vida a las olas de la Fortuna en que navegas.

¡Ay, ay! ¿Qué le falta para lamentarse a esta desgraciada que ha perdido su patria, sus hijos y su esposo? ¡Ah orgullo abatido de mis antepasados! ¡Qué poca cosa eres! ¿Qué tengo que callar? ¿Qué no silenciaré? ¿Qué cantaré en mi treno? Digna de lástima soy por esta postura infausta de mis miembros – tal como estoy postrad con la espalda tendida en duro lecho! ¡Ay de mi cabeza! ¡Ay de mis sienes y costados!

Me llevan de mi casa como a una esclava vieja con cabeza rapada en luto lamentable. Mas ¡ea esposas desdichadas de los troyanos de broncíneas lanzas y vosotras muchachas, mozas malmaridadas! Arde Ilión, gimamos; que yo, como una madre a sus alados pájaros, voy a entonar el gorjeo, el canto, bien distinto del que un día, en el cetro de Príamo apoyada, con los golpes sonoros de mi pie conductor iniciaba las danzas a los dioses frigios.

Más adelante, versos 279 a 291, Hécuba lamenta, desesperada, el que haya sido entregada a Ulises en el reparto de las mujeres troyanas entre los caudillos griegos. La descripción de Odiseo es demoledora:

ἒ ἔ.

ἄρασσε κρᾶτα κούριμον,

ἕλκ᾿ ὀνύχεσσι δίπτυχον παρειάν.

ἰώ μοί μοι.

μυσαρῷ δολίῳ λέλογχα φωτὶ δουλεύειν,

πολεμίῳ δίκας, παρανόμῳ δάκει,

ὃς πάντα τἀκεῖθεν ἐνθάδ<ε στρέφει, τὰ δ᾿>

ἀντίπαλ᾿ αὖθις ἐκεῖσε διπτύχῳ γλώσσᾳ

φίλα τὰ πρότερ᾿ ἄφιλα τιθέμενος πάντων.

γοᾶσθ᾿, ὦ Τρῳάδες, με.

βέβακα δύσποτμος. [οἴχομαι] ἁ

τάλαινα, δυστυχεστάτῳ

προσέπεσον κλήρῳ.

¡Oh, oh! ¡Araña tu cabeza ya rapada, abre surcos con las uñas en tus dos mejillas! ¡Ay de mí, ay! Me ha tocado servir a un ser odioso y trapacero, enemigo de justicia, a una bestia sin ley que todo lo revuelve aquí y allá y de nuevo lo de allá lo trae aquí con las dobleces de su lengua; y lo que antes era amigo lo hace enemigo de todo. Lamentaos, troyanas, por mí. Me dirijo a un triste destino. Yo, la desdichada, he caído con el lote más adverso.

Por finalizar con Las Troyanas de Eurípides, es interesante la resis de Hécuba al final del primer episodio de la obra, versos 466 a 511, por su alusión, justamente, al revés de la Fortuna que ha recibido la reina troyana (ὅταν τις ἡμῶν δυστυχῆ λάβῃ τύχην). De él extractamos algunos versos:

ἐᾶτέ μ᾿οὔτοι φίλα τὰ μὴ φίλ᾿, ὦ κόραι

κεῖσθαι πεσοῦσαν· πτωμάτων γὰρ ἄξια

πάσχω τε καὶ πέπονθα κἄτι πείσομαι.

ὦ θεοί . . . κακοὺς μὲν ἀνακαλῶ τοὺς συμμάχους,

ὅμως δ᾿ ἔχει τι σχῆμα κικλήσκειν θεούς,

ὅταν τις ἡμῶν δυστυχῆ λάβῃ τύχην.

πρῶτον μὲν οὖν μοι τἀγάθ᾿ ἐξάσαι φίλον·

τοῖς γὰρ κακοῖσι πλείον᾿ οἶκτον ἐμβαλῶ.

ἦμεν τύραννοι κἀς τύρανν᾿ ἐγημάμην,

κἀνταῦθ᾿ ἀριστεύοντ᾿ ἐγεινάμην τέκνα,

οὐκ ἀριθμὸν ἄλλως, ἀλλ᾿ ὑπερτάτους Φρυγῶν·

οὓς Τρῳὰς οὐδ᾿ ῾Ελληνὶς οὐδὲ βάρβαρος

γυνὴ τεκοῦσα κομπάσειεν ἄν ποτε.

κἀκεῖνὰ τ᾿ εἶδον δορὶ πεσόνθ᾿ ῾Ελληνικῷ

τρίχας τ᾿ ἐτμήθην τάσδε πρὸς τύμβοις νεκρῶν,

καὶ τὸν φυτουργὸν Πρίαμον οὐκ ἄλλων πάρα

κλύους᾿ ἔκλαυσα, τοῖσδε δ᾿ εἶδον ὄμμασιν

αὐτὴ κατασφαγέντ᾿ ἐφ᾿ ἑρκείῳ πυρά,

πόλιν θ᾿ ἁλοῦσαν. ἃς δ᾿ ἔθρεψα παρθένους

ἐς ἀξίωμα νυμφίων ἐξαίρετον,

ἄλλοισι θρέψας᾿ ἐκ χερῶν ἀφῃρέθην.

κοὔτ᾿ ἐξ ἐκείνων ἐλπὶς ὡς ὀφθήσομαι,

αὐτή τ᾿ ἐκείνας οὐκέτ᾿ ὄψομαί ποτε.

τὸ λοίσθιον δέ, θριγκὸς ἀθλίων κακῶν,

δούλη γυνὴ γραῦς ῾Ελλάδ᾿ εἰσαφίξομαι.

Dejad que siga caída – no me agrada lo que no deseo, muchachas -. Sufro, he sufrido y todavía sufriré males dignos de esta postración. ¡Oh dioses…! A flacos aliados invoco, mas con todo no carece de dignidad el invocar a los dioses cuando uno de nosotros recibe un revés de la fortuna.

En primer lugar quiero desahogarme cantando mis bienes, pues así produciré mayor lástima con mis males. Era reina y casé con un rey; luego engendré hijos excelentes, no sólo por el número, sino los más sobresalientes de los frigios. Ninguna mujer troyana, griega o bárbara, podrá jactarse de haber parido tales. Mas los vi caer bajo la lanza helena y mesé mis cabellos ante sus tumbas. A Príamo que los engendró lo lloré no porque conociera su muerte de otros labios, sino que yo misma – con estos ojos – vi cómo lo degollaban sobre el fuego del hogar y cómo destruían mi ciudad. Mis hijas, a quienes eduqué con esmero en la virginidad para honra y prez de sus esposos, para otros las eduqué, las han arrnacado de mis brazos. Y ni ellas tienen esperanza de volver a verme ni yo misma las veré ya jamás. Y lo último, la cornisa de mis lamentables males: yo que soy una anciana voy a llegar a la Hélade como esclava.

Todo ello hace exclamar a Hécuba al final de su parlamento:

τῶν δ᾿ εὐδαιμόνων

μηδένα νομίζετ᾿ εὐτυχεῖν, πρὶν ἂν θάνῃ.

No consideréis feliz a nadie de los poderosos hasta el momento de su muerte.

La traducción de Las Troyanas es de José Luis Calvo Martínez, en Gredos.

Aquí dejamos esta segunda alusión mítica en el número 2 (Fortune plango vulnera) de los Carmina Burana de Orff.

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Vacantes IV

Se publicó el lunes pasado la resolución definitiva del Concurso de Traslados. Siempre me ha gustado realizar un pequeño estudio de los movimientos de profesores de clásicas y de las vacantes que se cubren, amortizan o cambian de titular.

Pues bien, realizado el breve estudio tenemos lo siguiente:

41 personas concursaban por Griego. De ellas:

6 renunciaron durante el concurso.

22 han visto sus solicitudes denegadas.

1 persona viene de fuera de la Comunidad (de Tortosa) y cubre una plaza por resultas: el IES nº 1 de Requena (Griego).

1 persona obtiene plaza en la Comunidad por otra especialidad.

4 profesores marchan a otras comunidades: 2 a Murcia, 1 a Zamora y 1 a Valladolid.

7 personas obtienen destino definitivo: 3 en plazas vacantes: los IES Ribalta de Castellón (Cultura Clásica), nº 2 de Aspe (Cultura Clásica) y Oleana de Requena (Cultura Clásica); 4 en plazas por resultas: IES Thiar de Pilar de la Horadada (Griego), Thader de Orihuela (Griego), 8 de marzo de Alicante (Griego) y Vilamarxant (Cultura Clásica).

63 personas concursaban por Latín. De ellas:

8 renunciaron durante el concurso.

36 vieron sus solicitudes denegadas.

2 se van fuera de la Comunidad: a San Pedro del Pinatar (Murcia) y Las Rozas (Madrid)

2 vienen a la Comunidad: desde Siles (Jaén) y Amposta (Tarragona) y cubren las plazas de los IES Sixto Marco de Elx  (Cultura Clásica) y Jaume II el Just de Tavernes de la Valldigna (Cultura Clásica), ambas por resultas, ya que sus titulares cambian de plaza.

19 personas obtienen plaza (incluidas las personas que se van o vienen a la Comunidad); se cubren las siguientes plazas:

Vacantes: CEED de Valencia (Latín), IES de Turís (Cultura Clásica), IES Enric Valor de El Campello (Cultura Clásica), IES Juan de Garay de Valencia (Latín), IES Francesc Ribalta de Castellón (Latín), IES Serra Espadà de Onda (Latín), IES Miguel Hernández de Alicante (Latín), IES Mare Nostrum de Torrevieja (Cultura Clásica), IES El Vinalopó de Novelda (Cultura Clásica), IES Santa Pola (Cultura Clásica), IES IES L’Arabi de L’Alfàs del Pi (Cultura Clásica).

Resultas: Las ya mencionadas de los IES Sixto Marco de Elx  (Cultura Clásica) y Jaume II el Just de Tavernes de la Valldigna (Cultura Clásica), IES Riu Túria de Quart de Poblet (Latín), IES Ramon Cid de Benicarló (Latín), IES Maria Ibars (Latín), IES Broch i Llop de Vila-real (Cultura Clásica).

Todo ello tiene como consecuencia que las plazas “libres” de clásicas que se pueden cubrir en las adjudicaciones de julio, además de las plazas que se creen por necesidades de horario, sean las siguientes:

Griego (2):

IES Matilde Salvador de Castellón (por traslado al IES Ribalta)

IES Pedro Ibarra de Elche (por traslado a Valladolid)

Cultura Clásica:

Provincia de Alicante (16):

El Pla de Alicante

Las Lomas de Alicante

Manuel Broseta de Banyeres

Mediterrània de Benidorm

Callosa d’En Sarrià

Castalla

La Torreta de Elda

La Nucia

Enric Valor de Monòver

Serra Mariola de Muro d’Alcoi

Xebic de Ondara

La Canal de Petrer

Manuel Carrión de Sax

Libertas de Torrevieja

Hermanos Amorós de Villena

Xixona

Provincia de Castellón (8):

Serra d’Irta de Alcalà de Xivert

Aldred Ayza de Peníscola

Sant Mateu

Torreblanca

Alfonso XII de Vall d’Alba

IES Serra d’Espadà de Onda.

IES Gilabert de Centelles de Nules.

IES Benigasló de La Vall d’Uixó

Provincia de Valencia (6):

Ademuz

Fernando III de Ayora

IES de Moixent.

La Canal de Navarrés de Navarrés

Jaume I de Ontinyent

Xeraco

Es decir, hay 2 plazas de Griego y 30 de Cultura Clásica. Ninguna de Latín.

En otro orden de cosas, según la relación de vacantes definitivas, en la que figuran las plantillas de los centros, se puede observar que existen profesores de Latín en plazas que ya no existen.

Eso ocurre en los IES Gabriel Miró de Orihuela y Azorín de Petrer.

También ocurría en los IES Luis Vives e Isabel de Villena de Valencia, pero las titulares han conseguido plaza en otro centro en el último concurso

En Griego ocupan plazas “inexistentes” los profesores de los IES Soler i Godes de Benifairó, Molí del Sol de Mislata, Campanar de Valencia y Beatriz Fajardo de Benidorm.

En las listas de adjudicaciones de julio de 2010 los cinco primeros profesores obtienen plaza en el concurso de traslados. Descontados éstos hay otros 90 interinos.

En las listas de Latín, también los cinco primeros de la lista (oposición 2009) obtienen plaza en traslados. Por tanto hay 30 interinos más, ya que 60 coinciden en ambas listas.

En las listas de las bolsas de trabajo de Conselleria hay apuntados 96 profesores de clásicas, Latín y Griego.

En resumen, teóricamente, buscan una plaza 120 interinos y 96 de bolsa de trabajo = 216 personas.

Y tenemos libres 32 plazas de clásicas, más las que creen por necesidades de horario en los centros de la Comunidad Valenciana.

Es decir, se deberían crear 184 plazas por necesidades horarias, para que TODOS, interinos e integrantes de bolsa de trabajo, tuvieran empleo el próximo curso.

Si nos centramos sólo en los 120 interinos, necesitaríamos 88 plazas creadas por necesidades horarias, para que todos tuvieran trabajo. El año pasado se adjudicaron 128 plazas de Griego y de Latín para 10 opositores del 2009 y 120 interinos. Fue el colectivo de interinos donde apenas hubo gente sin colocar.

¿Ocurrirá eso este año? Confiemos que sí. Pero hay un pero.

Hay una diferencia significativa; como ya hemos dicho en otros artículos, el año pasado había 74 vacantes de clásicas, por lo que 54 plazas se crearon por necesidades de horario.

En cambio, en la actualidad, descontadas las amortizadas y las cubiertas por traslados, sólo hay 32 vacantes. Muchas plazas por necesidades horarias se deberían crear para que, al menos,  los 120 interinos obtuvieran plaza. El año pasado hubo 54 plazas, además de las vacantes. Este año necesitaríamos 88 plazas por necesidades horarias que, sumadas a las 32 vacantes, dieran trabajo a los 120 interinos. Demasiadas nos parecen, pero tiempo al tiempo y confiemos en que todos los interinos, al menos, obtengan un lugar de trabajo el curso 2011-2012.

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Seguimos con nuestro repaso a la ópera Alceste de Gluck, en su versión original italiana, con libreto de Raniero de Calzabigi, estrenada en Viena el 26 de diciembre de 1767, y rehecha en francés por el propio Gluck, con texto de Louis Grand-Leblanc y Bailli du Roullet, estrenada en la ópera de París el 23 de abril de 1776. En España la obra se estrenó, en su versión francesa, en el Teatre Líric de Barcelona el 31 de mayo de 1889.

El Acto II de la ópera se aleja de la tragedia. Por una parte, escenas primera y segunda, asistimos a la visita de Alcestis al oscuro bosque de los dioses infernales y a su ofrecimiento para ocupar el lugar de su esposo, pese a la sorpresa y las advertencias de éstos, respecto a su juventud y a que su determinación no tiene vuelta atrás.


Acto II

Escena I

Alcestis y su criada Ismene aparecen en un bosque lleno de fieras consagrado a los dioses infernales. La segunda reprocha a la primera que se aventura en tan peligrosos lugares, mientras su marido agoniza. Alcestis la invita a marcharse.

Atto II

Scena Prima

(Oscura e folta selva sacra agli Dei infernali, coro e ballerini. Notte. Entra Alceste con Ismene)

ISMENE

Ferma. Perché abbandoni

il tuo sposo spirante,

i figli in pianto, la reggia in lutto?

In questi solitari ritiri d’avide belve,

il piede come ardisci inoltrar?

Con qual disegno? Per qual vana speranza?

E vuoi lasciarti tanto

in preda al dolor?

ALCESTE

T’accheta e parti.

ISMENE

Ma dove andrai? Già l’ombre sue

dispiega la cheta notte.

Ignote sono a noi queste selve:

un culto antico sacre le rende,

ognuno ne paventa l’accesso.

Ah! Se fra tanto che qui

senza consiglio errando vai,

che privo di te, del tuo soccorso

lasci lo sposo tuo, morte l’invola?

ALCESTE

Non parti?

ISMENE

Ubbidirò.

ALCESTE

Lasciami sola.

ISMENE

Parto, ma senti! Senti, oh Dio!

Di te che mai sarà!

Alceste, ah, per pietà,

parla, rispondi, parla!

Mi fa tremar il core,

quel che non sai celar,

ma più mi fa tremar

quel che m’ascondi.

ALCESTE

Non parti?

ISMENE

Parto, oh Dio!

Mi fa tremar il core, ecc.

(Parte)


Acto II

Escena Primera

(Espesa selva llena de espíritus infernales. Es de noche. Alcestis entra con Ismene)

ISMENE

¡Detente!

¿Por qué abandonas a tu esposo moribundo,

a tus hijos en llanto y al palacio real enlutado?

¿Cómo te atreves a venir

a estos solitarios parajes repletos de fieras?

¿Con qué objetivo?… ¿Con cuál vana esperanza?

¿Tanto quieres abandonarte

en manos del dolor?

ALCESTIS

¡Cállate y regresa!

ISMENE

Pero ¿dónde irás? Ya sus sombras

despliega la callada noche.

Desconocemos estos bosques:

un culto antiguo y sagrado los venera,

todos temen entrar en ellos.

¡Ah! ¿Y si mientras que tú permaneces aquí,

errante y sin amparo,

la muerte arrebata a tu esposo

sin tu presencia y consuelo?

ALCESTIS

¿No te marchas?

ISMENE

Obedeceré.

ALCESTIS

¡Déjame sola!

ISMENE

¡Me voy, pero óyeme! ¡Escucha, oh dioses!

¡Qué será de ti!

¡Alcestis, ah, por piedad,

habla, contesta, dime!

Me hace estremecer el corazón

lo que no puedes ocultar,

pero más me hace temblar

lo que me escondes.

ALCESTIS

¿No te marchas?

ISMENE

¡Sí, me voy, oh dioses!

Me hace estremecer el corazón, etcétera

(Parte)

Escena II

Alcestis, sola en estos remotos e infernales parajes, llama a los dioses del mundo subterráneo. Éstos le advierten que, una vez muerta, no podrá volver a la vida. Ella, no obstante, está resuelta a ofrecerse en lugar de su marido y lo patentiza en la frase: A voi, per il mio sposo, io mi consagro = «¡A vosotros, en lugar de mi esposo, yo me consagro!». Cuando ya Caronte se acerca con su barca, Alcestis pide a los dioses poder despedirse de su marido y sus hijos y le es concedido.

Scena Seconda


ALCESTE

Partì, sola restai.

Teneri affetti,

magnanimi pensieri,

eccovi in libertà.

Ma dove sono,

in qual parte m’aggiro,

dove incauta m’inoltro?

Ah, qual paura spirano queste piante!

In qual profonda caliginosa notte

mi veggo immersa!

Un cheto, alto silenzio ingombra

la tenebrosa selva, ove non odo

vento alcun che sussurri,

fronda scossa che tremi,

eco che plori.

Sol questi muti orrori

interrompe talor lugubre suono

d’acqua che fra le rupi

urta e si frange,

o di notturno augel che rauco piange.

E fra tanti spaventi

io respiro infelice.

Ah, mentre in vita mi serba

Amor che vive in me,

s’affretti il glorioso cimento.

Assistetemi, oh numi,

ecco il momento.

Tu tiranno dell’ombre,

tu signor dell’abisso,

e voi di Lete

e voi di Flegetonte,

implacabili dei che avete il trono

in quelle ignote al sol

chiostre funeste,

chiamo voi, parlo a voi.

NUMI INFERNALI

Che chiedi, Alceste?

ALCESTE

Chi mi parla? Che rispondo?

(si veggiono comparire nel fondo del bosco alcuni spettri luminosi)


Ah, che veggo? Ah, che spavento!

Ove fuggo? Ove m’ascondo,

ardo, gelo, e il core io sento

venir meno oppresso in seno

con un lento palpitar.

Non ho voce, non ho pianto

manco, moro, e in tanta pena

il vigor mi resta appena

per dolermi e per tremar.

NUMI INFERNALI

E vuoi morire, oh misera,

quando di gioventù

t’adorna il fiore?

Troppo ti lasci opprimere

in dura servitù da cieco amore.

ALCESTE

Stelle!… Chi mi risveglia da

quel forte letargo,

in cui mi strinse debolezza e terror!…

L’ardir primiero come ritrovo in me!

Come diversa tanto son da me stessa!…

O sia che morte quanto più s’avvicina

meno orribil diventi;

o che men si sgomenti nell’incontro crudel,

chi per sua scelta perde la vita;

all’alma mia non sono già tremende così,

già tanto atroci quell’ombre,

quelle larve, e quelle voci.

NUMI INFERNALI

Altro non puoi raccogliere

da questa tua virtù che un vano onore,

pensa o malcauta giovane

che mai risorge più,

mai più chi more.

ALCESTE

Lo so, numi, lo so,

ma forse intanto spira il mio ben,

forse fra’ labri suoi cogli ultimi singulti

si confonde il mio nome.

Ah no, si salvi, viva l’amato Admeto,

e Alceste adempia i decreti del ciel,

vittima illustre d’amor, di fedeltà.

Numi d’Averno, udite

Il voto mio tremendo e sacro.

A voi, per il mio sposo,

io mi consacro.

NUMI INFERNALI

Dunque vieni, la morte t’accetta,

e di Lete ti mostra il sentier.

Già ti chiama, ti sgrida, t’affretta,

dalla sponda l’antico nocchier

Vieni, la morte t’accetta.

Già ti chiama, vieni, ti sgrida, t’affretta

Dalla sponda l’antico nocchier.

ALCESTE

Uditemi, fermate! Ah, troppo,

oh numi, siete pronti a’ miei voti!

Il caso mio è degno di pietà.

Soffrite almeno che una moglie,

una madre, dal consorte, da’ figli

abbia un amplesso,

prenda l’ultimo addio.

NUMI INFERNALI

Ti sia concesso.

ALCESTE

Non vi turbate, no,

pietosi dei,

se a voi m’involerò

qualche momento.

Anche senza il rigor

De’ voti miei,

io morirò d’amor e di contento.

(Pantomimo de’ Numi infernali)


Escena Segunda

ALCESTIS

Ya se marchó, sola he quedado.

Tiernos sentimientos,

magnánimos pensamientos,

heme aquí en libertad.

¿Pero dónde estoy?

¿En qué región camino?

¿Dónde incautamente me interno?

¡Ah, qué miedo me inspiran estas frondas!

¡En qué profunda y oscura noche

me encuentro inmersa!

Un denso y profundo silencio cubre

el tenebroso follaje, donde no oigo

viento alguno que susurre,

fronda que se sacuda y tiemble,

o eco que me responda.

Sólo estos mudos horrores

interrumpen los lúgubres sonidos

del agua que entre las peñas

corre y se estrella,

o la nocturna ave que roncamente gime.

Y en tal espanto

yo respiro infeliz.

¡Ah, mientras me mantiene con vida

el amor que vive en mí,

apresura el glorioso momento!

¡Asistidme, oh dioses,

ha llegado el momento!

A ti, tirano de las sombras,

a ti, señor del abismo,

y a vosotros los del Lete

y a vosotros los de Flegetonte,

implacables dioses,

que tenéis el trono en

aquellas regiones desconocidas al sol,

¡a vosotros os llamo, a vosotros os hablo!

DIOSES INFERNALES

¿Qué deseas, Alcestis?

ALCESTIS

¿Quién me habla? ¿Qué debo decir?

(se ven aparecer desde el fondo del bosque algunos espectros luminosos)

¿Ah, qué veo? ¡Ah, qué espanto!

¿Dónde podré huir? ¿Dónde esconderme?

Me afiebro, me hielo y siento que el corazón

pierde fuerzas en mi pecho

con un lento palpitar.

No tengo voz, no puedo llorar,

me desvanezco, muero, y ante esta penuria

sólo me queda vigor

para condolerme y para temblar.

DIOSES INFERNALES

¿Y quieres morir, pobre miserable,

cuándo te muestras

en la flor de la juventud?

Demasiado te dejas oprimir,

en dura servidumbre, por el ciego amor.

ALCESTIS

¡Cielos!…

¿Quién me libera de la inmovilidad

que me imponen la debilidad y el terror?…

¿Cómo reencontraré mi antiguo valor?

¿Acaso he cambiado tanto?…

Pero la muerte, cuanto más cercana,

menos horrible parece.

El que menos se agobia con el cruel encuentro,

es el que por su elección, pierde la vida.

Para mi alma no son ya tan terribles,

ni tan atroces, esas sombras,

esos espíritus y esas voces.

DIOSES INFERNALES

Otra cosa no puedes recoger

de tu virtud que un vano honor.

Piensa ¡oh, incauta joven!

que quien muere,

nunca más regresa a la vida, nunca jamás.

ALCESTIS

Lo sé, dioses, lo sé,

pero mientras mi amado expira,

quizás entre sus labios, como un último suspiro,

exclame mi nombre. ¡Ah no, que se salve!

Que viva mi amado Admeto y que Alcestis

cumpla los decretos del cielo.

Noble víctima del amor y de la fidelidad.

Dioses del Averno, oíd

mi juramento terrible y sagrado.

«¡A vosotros, en lugar de mi esposo,

yo me consagro!»

DIOSES INFERNALES

Pues ven, la muerte te acepta,

y del río Lete te muestra el camino.

¡Ya te llama, te apremia, apresúrate!

Desde la otra orilla el anciano barquero viene,

la muerte te acepta.

¡Ya te llama, ven, apresúrate!

Te apremia desde la orilla el anciano barquero.

ALCESTIS

¡Oídme, deteneos! ¡Ah, muy pronto,

oh dioses, recogéis mi promesa!

Mi caso es digno de piedad.

Aceptad al menos que una mujer,

una madre, de su cónyuge, de sus hijos

tenga un abrazo

y reciba el último adiós.

DIOSES INFERNALES

Que te sea concedido.

ALCESTIS

No tengáis dudas, no,

piadosos dioses,

si de vosotros me alejo

por algún momento.

Aún sin el rigor de mi juramento,

yo moriré de amor

y de felicidad.

(Pantomima de númenes infernales)

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¿Gol en propia puerta?

Son tantos y tan contrarios los sentimientos que rondan por mi cabeza, tanto el miedo a ser injusto o excesivamente crítico en mis valoraciones, tan grande el desánimo, o mejor, la decepción, tanta la impotencia que me embarga, que he tenido que titular este artículo con una pregunta, ya que dudaba incluso en usar las palabras del mismo en oración aseverativa. He preferido la interrogativa, más abierta a diversas valoraciones.

Todo este preámbulo viene a cuento por el ejercicio o examen de Griego II de las PAU realizado esta misma tarde a las 15’30 en la UJI.

Como todos los años he ido para dar fuerza moral y apoyo presencial a mis alumnas. Antes del examen, apuestas sobre el texto que saldría. Les he dicho que tenía una corazonada con el 25:

ἀλλὰ μετὰ τοῦ ὑμετέρου πλήθους ἔφυγον εἰς Χαλκίδα, καὶ ἐξὸν μοι μετ’ ἐκείνων ἀδεῶς πολιτεύεσθαι, μεθ’ ὑμῶν εἱλόμην κινδυνεύειν ἁπάντων.

20 palabras y sólo un acusativo absoluto, que se hubiera podido explicar en una nota. No ha habido suerte.

Una vez todos dentro, más bien todas debido a la abrumadora mayoría de mujeres – creo recordar que sólo había tres chicos de unos 25 alumnos -, han salido un profesor y una alumna a por el examen.

He de decir que no tengo en posesión el examen. Me lo daba una alumna mía, una vez ha terminado y lo comentábamos, pero he preferido que se lo quedara de recuerdo.

He ido dos veces a por él a la sede de los tribunales, pero la primera vez aún no estaba y la segunda ya no quedaban ejemplares. De manera que he tenido que hojearlo gracias a un compañero de griego a quien se lo ha proporcionado su vocal de centro, que es de Latín. Por tanto, hablo de memoria.

La Opción A (Discurso I, Defensa de la muerte de Eratóstenes) presentaba un encabezamiento que decía algo como: “Eratóstenes ofrece una compensación que es rechazada por el marido ofendido”.

El texto es el párrafo 29, incompleto:

Οκ μφεσβτει, νδρες, λλ᾿ μολγει δικεν, κα πως μν μ ποθν ντεβλει κα κτευεν, ποτνειν δ᾿ τοιμος ν χρματα. γ δ τ μν κενου τιμματι ο συνεχρουν.

Analicémoslo:

Tiene 28 palabras, incluidas preposiciones, conjunciones, interjecciones, negaciones. En junio de 2009 hubo 30 palabras, en septiembre de 2009, 25, en junio de 2010, 23 y en septiembre de 2010, 29. Llevábamos una media de 26, 75 palabras y en junio de 2011 ha habido 28

Tiene 9 formas verbales:

  1. Una 3ª del singular del indicativo de imperfecto activo del verbo μφισβητω. Forma nada sencilla con aumento o alargamiento en el preverbio, aumento en el verbo simple y contracción.
  2. Una 3ª del singular del indicativo de imperfecto activo del verbo μολογω. Con aumento temporal y contracción.
  3. Un infinitivo de presente activo de δικω.
  4. Una 3ª del singular del subjuntivo de aoristo radical temático activo de ποθνσκω.
  5. Una 3ª del singular del indicativo de activo de ντιβολω. Con dos aumentos en el preverbio y contracción.
  6. Una 3ª del singular del indicativo de activo de κετεω. Con aumento en la iota inicial sin plasmación gráfica.
  7. Un infinitivo de presente activo de ποτνω.
  8. Una 3ª del singular del indicativo de imperfecto de εμ.
  9. Una 1ª del singular del indicativo de imperfecto activo del verbo συγχωρω. Esta forma tiene lo suyo, por el cambio del preverbio, según le sigue la gutural χ o se intercala el aumento ε, y una nueva contracción.

Desde el punto de vista morfológico verbal, me parece, pues, un fragmento complejo.

Tras la primera pregunta, que era la traducción del texto, que más o menos es:

No discutía, jueces (o ciudadanos), sino que reconocía que había cometido delito, y con tal de no morir, rogaba y suplicaba, y  estaba dispuesto a pagar dinero. Pero yo no estuve de acuerdo (no acepté) con su compensación.

la primera parte de la segunda pregunta pedía el análisis morfológico de ντεβλει y συνεχρουν.

La segunda parte de la segunda pregunta pedía el análisis sintáctico de la frase κα πως μν μ ποθν ντεβλει κα κτευεν. Aquí radicaba una de las anomalías del examen.

Aparte de un signo raro (un cuadrito) delante de λλ᾿, en el texto había una coma (,) delante del verbo ντεβλει; coma (,) que no estaba en la frase de la pregunta 2. La presencia o ausencia de esa coma puede hacer que la frase se interprete como final (yo prefiero esa posibilidad) o también que se vea un valor sintáctico completivo de los verbos ντιβλει y κτευεν. El corrector del tribunal de mi centro me ha dicho que aceptaría ambas posibilidades, aunque mis alumnas han hecho la opción B.

Desde el punto de vista sintáctico y, a parte de la oración final-completiva ya comentada, sólo tenemos un infinitivo CD (δικεν) de μολγει, que lleva, a su vez un CD χρματα, un infinitivo limitativo (ποτνειν) del adjetivo τοιμος, adjetivo que en el diccionario VOX presenta acento circunflejo en la penúltima sílaba, por la ley de Vendryes (toda palabra properispómena con antepenúltima sílaba breve se convierte en proparoxítona), y un dativo complemento de régimen verbal (τ τιμματι) regido por la preposición del preverbio (συνεχρουν).

La tercera pregunta pedía derivados de ἀνήρ y ἀμφί. Creo recordar que en una reunión de coordinación se dijo que no se preguntarían derivados de preposiciones, pero ha vuelto a ocurrir por segunda vez. En septiembre de 2009 preguntaron en la opción B derivados de συν (sic).

La pregunta de cultura era La historiografía.

En los dos últimos cursos he preparado el discurso XXIV, y no tengo demasiado fresco el discurso I, pero se me antoja un fragmento bastante complicado el que ha salido en las PAU.

Me vuelven a la cabeza expresiones como “piedras sobre el propio tejado”, “enemigo en casa” o “gol en propia puerta”. ¿No había fragmentos más sencillos, más cortos, sin tanta complicación  morfológica?

Me consta que hay muchos profesores enfadados por la dificultad del texto.

Es cierto que la pregunta de cultura está bien; está en el programa y es un tema más, no tan extenso como El drama o tan difícil de explicar como La Guerra del Peloponeso.

Los derivados etimológicos no están mal; quizás ἀμφί no se preste a muchos derivados, o sólo a dos muy conocidos: anfibio y anfiteatro son claros; anfibología, anfíbraco, anfictionía, anfímacro, anfineuro, anfípodo, anfipróstilo, anfiscio son más complejos. El otro (ἀνήρ) no ofrece demasiados problemas: androide, androceo, andrón, Andrés, andrógino.

La pregunta de análisis morfológico puede marear por los aumentos y las contracciones y el análisis sintáctico, como hemos dicho, admite dos posibilidades.

En resumen, creo que la opción A, en general, no era fácil, y no estamos para tonterías. Los alumnos que se examinan comentan con sus colegas de 1º lo ocurrido y la propaganda no creo que sea demasiado positiva este año. Especialmente difícil es el texto, más que las preguntas de análisis, etimología o cultura, pero la traducción vale 6 puntos y se puede notar en las calificaciones. Habrá que estar atentos a ellas y realizar una comparativa con el año pasado.

Pasamos a la opción B.

Ha pedido la traducción del párrafo 17, no completo, sino ¿sólo? de sus primeras 28 palabras:

ο μν γρ πλοσιοι τος χρμασιν ξωνονται τος κινδνους, ο δ πνητες π τς παροσης πορας σωφρονεν ναγκζονται· κα ο μν νοι συγγνμης ξιονται τυγχνειν παρ τν πρεσβυτρων.

Así hemos tenido empate a 28 palabras. En la opción B en junio de 2009 hubo 23 palabras, en septiembre de 2009, 15; en junio de 2010, 23 y en septiembre de 2010, 22. Una media de 20’75 ha pasado a 28 palabras, significativamente un texto más largo.

Como encabezado teníamos “El comportamiento de ricos y pobres” (bueno, en verdad decía “de ricos i pobres”), que no dice nada, no aporta ninguna ayuda al texto, o, al menos, eso creo yo.

Había preparado una selección de textos susceptibles de salir en las PAU y no había incluido este fragmento. Creo que, cuando repasábamos estos textos y yo cotejaba el discurso completo, dije a mis alumnas que éste tampoco era demasiado difícil. Pero, así como el año pasado acerté de pleno los fragmentos, ya que los dos últimos exámenes coincidieron con los de las PAU de junio y septiembre, esta vez no he tenido tan buen ojo clínico.

La traducción aproximada es:

Pues los ricos se libran de los peligros gracias al dinero, mientras que los pobres se ven obligados a ser prudentes por su (actual) ausencia de recursos. Y los jóvenes consideran justo obtener indulgencia de parte de los mayores.

El texto no es en exceso difícil. Un verbo (ξωνομαι) que en el diccionario aparece claro, indicando que va con acusativo (τος κινδνους); tal vez pueda marear que lo traducen como “librase con dinero” y en el texto vuelve a aparecer la palabra “con dinero” (τος χρμασιν) que es un complemento de régimen verbal o bien un dativo instrumental.

Hay un complemento agente (π τς παροσης πορας) con un participio apositivo concertado (παροσης) con el sustantivo πορας, agente del verbo pasivo (ναγκζονται). Por cierto, más de un alumno no ha visto el participio παροσης (del verbo πάρειμι) y lo ha confundido con el sustantivo παρουσία.

Un infinitivo concertado CD de ναγκζονται (σωφρονεν) y un genitivo (συγγνμης) régimen de τυγχνειν, que es también infinitivo concertado CD de ξιονται, son las mayores dificultades.

La segunda pregunta se me ha antojado excesiva.

En primer lugar han preguntado qué tipo de oraciones eran ο μν γρ πλοσιοι τος χρμασιν ξωνονται τος κινδνους, ο δ πνητες π τς παροσης πορας σωφρονεν ναγκζονται·

Seguro que ha provocado confusión. Tampoco sé a qué se refieren. ¿Son coordinadas correlativas por las partículas (μν, δ)? ¿la segunda es adversativa? ¿son oraciones compuestas paratácticas o coordinadas sindéticas copulativas?

En fin, una chorrada de pregunta, confusa, rara, anómala, retorcida, que lleva a la duda.

La segunda parte de esta segunda pregunta pide el análisis de las formas verbales del texto, que son 6. Aquí ha habido un salto cualitativo con los anteriores exámenes de las PAU. En junio de 2009 pidieron analizar las oraciones de infinitivo del pasaje; en septiembre del 2009 el análisis de δλς στι φθονν; en junio de 2010 analizar συλλγεσθα y πιβουλεουσιν; y en septiembre de 2010 δεσας y μς.

En esta ocasión había que analizar 6 formas. Bien es verdad que 3 eran lo mismo: 3ª del plural del indicativo de presente medio (ξωνονται, ναγκζονται y ξιονται), primero y último de sendos verbos contractos.

Otros dos eran lo mismo: infinitivos de presente activo: σωφρονεν y τυγχνειν.

La sexta forma es un genitivo singular femenino del participo de presente activo del verbo πάρειμι, como hemos dicho; bastante gente no lo habrá analizado bien.

La pregunta de etimología pedía dos derivados de πλοῦτος y π. De nuevo una preposición. Lo cierto es que de la primera palabra hay pocos derivados: plutocracia, plutocrático, Plutón y Plutarco. De la segunda hay más: hipotenusa, hipoteca, hipotermia, hipótesis, hipogeo, hipostático, hipocausto, hipócrita.

Finalmente, la pregunta de cultura ha estado bien: Las clases sociales, donde se ha vuelto a deslizar una falta de ortografía, ya que han escrito “estrangeros”.

En resumen, esta segunda opción me ha parecido más fácil en el texto y la cultura y un tanto complicada en la pregunta del análisis, tanto morfológico como sintáctico. Todavía no asimilo la pregunta sobre qué clase de oraciones son ο μν γρ πλοσιοι τος χρμασιν ξωνονται τος κινδνους, ο δ πνητες π τς παροσης πορας σωφρονεν ναγκζονται.

Lo he dicho al principio. Creo sinceramente que en ambos discursos había fragmentos o pasajes más asequibles, menos complicados, más cortos.

A ver si nos quejamos de las ponderaciones, de los orientadores, de la presión social y familiar, de los utilitarismos, y vamos a tener el enemigo en casa. Puedo estar equivocado y me gustaría leer opiniones, pero tengo la sensación de que el examen de este año ha sido, cuanto menos, raro. Demasiados errores, imprecisiones, ¿preguntas trampa?

Personalmente, me he quedado con mal sabor de boca. Las calificaciones nos darán la respuesta. Por cierto, confío, y estoy seguro que así será, en la benevolencia de los correctores.

Ya no vamos a insistir sobre la descompensación entre el nivel de 1º (se empieza por el alfabeto) y 2º (se traduce un texto original, no adaptado, de gran dificultad teniendo en cuenta los contenidos que se pueden ver en un solo curso, por el que se empieza de cero absoluto).

Ya no insistiremos en la necesidad de una antología de textos sencillos, de nivel asequible, de autores variados, si hace falta adaptados; ya no diremos que los alumnos que se examinan de Griego en las PAU raramente se matricularán en Filología Clásica; ya no seguiremos con la idea de la conveniencia de mimar a unos alumnos vocacionales que han tenido que vencer fuertes oposiciones y han sido convencidos con la “promesa” de un examen benévolo en las PAU.

De acuerdo. Concedo que el texto es acotado. El discurso I más largo que el XXIV, pero, al menos yo, ni siquiera puedo empezar este último hasta casi Navidad. Hay mucho que repasar y ver, que no se ha podido estudiar en 1º. Hay que empezar a traducir textos sencillitos (Apolodoro, Esopo, evangelios, etc.) antes de lanzarse al vinoso ponto de Lisias. Seamos claros: el texto de Lisias presenta dificultades muy grandes para un alumno que 11 meses antes estaba con el alfa, beta, gamma, delta. Y de ahí pasa en sólo 10 meses a traducir oraciones de relativo, subordinadas adverbiales, participios apositivos y predicativos; a conjugar verbos contractos, en oclusiva, en líquida, atemáticos; aoristos radicales temáticos y atemáticos.

Y luego los temas de cultura.

Estos alumnos merecen mayor mimo y yo no lo descubro en quienes ponen los exámenes y los textos para traducir. Insisto en una idea ya lanzada. Los comentarios sobre el examen que hagan los alumnos de este año a sus compañeros de 1º son básicos en la suerte de los profesores. Un comentario negativo puede hacer dudar a un alumno sobre la elección del Griego II. Eso es muy importante.

Ya he dedicado artículos al tema: Lisias no tiene la culpa, Piedras sobre le propio tejado, Empate a 23, y empiezo a pensar que estoy sugestionado a la crítica de estos exámenes, de que veo gigantes donde hay molinos, de que busco tres pies al gato, de que desvarío, de que soy en exceso pesimista o crítico.

Por favor, sáquenme de dudas. ¿Qué opinan del examen de este año? ¿Ha sido fácil? ¿Me he pasado con la crítica? Tranquilícenme.

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Del librito El auténtico rostro de Jesús, guía para una lectura comunitaria del evangelio de Marcos de la editorial Verbo Divino, con materiales preparados por Florencio Abajo, Eduardo Carrasco, Eugenio García, Rocío García, Juan Stefanów, Irene Vega y Emilio Velasco, bajo la dirección y coordinación de Santiago Guijarro, tomamos este texto sobre la resurrección de Jesús, como complemento a nuestro breve estudio

La resurrección de Jesús

La resurrección de Jesús no consistió en la reanimación de un cadáver, ni en un retorno a esta vida espacio-temporal. Jesús no resucita como resucitó la hija de Jairo, o su amigo Lázaro. Ellos volvieron a estar para morir. La resurrección de Jesús es nueva creación por parte de Dios, nuevo nacimiento, mundo nuevo. Con ella Dios ha dicho que la vida de Jesús, tiene sentido, que el reino, el amor, el servicio y todo su enseñanza son el nuevo modo de vivir conforme al plan de Dios. Significa que Dios, en Jesús, nos hace triunfar sobre la muerte, la injusticia, el dolor.

La resurrección de Jesús es un hecho real.

La resurrección de Jesús no es un hecho que podamos comprobar por documentos o instrumentos utilizados por la ciencia histórica. Por ejemplo, una cámara fotográfica no podría haber recogido este hecho. Para que un hecho sea histórico es necesario que podamos comprobar con testimonios fehacientes y contrastados que realmente sucedió. Muchas de las cosas que han sucedido en la historia no pueden comprobarse así, y eso no significa que no sucedieran. En el hecho de la resurrección, el historiador sólo puede llegar hasta el efecto de la misma: unos hombres y mujeres que, de cobardes, se convierten en valientes y se esparcen enseguida por todo el Mediterráneo anunciando el Evangelio y formando comunidades cristianas que duran hasta hoy. La resurrección, por tanto, es un acontecimiento real que se sitúa más allá de la historia y la sobrepasa, y que, al mismo tiempo, incide en ella transformándola.

La fe en la resurrección

La resurrección de Jesús es un hecho de fe. Así lo vivieron los primeros cristianos, que nos transmitieron su experiencia en dos tipos de relatos: unos en los que las mujeres y los discípulos encuentran vacía la tumba donde habían puesto a Jesús, y otros en los que se cuentan las apariciones del Resucitado.

Nuestra fe en la resurrección se basa en la fe de los que vieron vivo a Jesús después de su muerte en cruz. Para ellos fueron fundamentales las apariciones. Ellas dieron origen a la exclamación de los apóstoles: «¡Es verdad, ha resucitado!» (Lc. 24,34). En ellas se habla de una presencia real de Jesús (come, camina con los discípulos, dialoga … ). Pero a la vez hay afirmaciones que nos indican que no es un cuerpo como el nuestro, no está sujeto al tiempo y al espacio, aparece y desaparece, atraviesa puertas (Jn. 20, 29).

Los primeros cristianos quisieron dejar clara esta experiencia de la resurrección de Jesús, pero tenían que adaptarse a la mentalidad de las personas a las que predicaban el Evangelio. Y lo hicieron destacando que el Resucitado era el mismo Jesús de Nazaret a quien se podía tocar (Lc. 24, 39; Jn 20, 20-29), que volvía a comer con sus discípulos (Lc. 24, 43), que estaba vivo y presente en la comunidad (Lc. 24, 13-35).

A la hora de expresar esa vivencia de Jesús resucitado los discípulos se encontraron con no pocas dificultades. Les fallaba el lenguaje, y por eso hablaron de resurrección, de exaltación (Flp 2, 9; Hch 2, 36), de pasar al Padre, de Jesucristo sentado a la derecha del Padre. Recordemos el credo antiquísimo de la primera comunidad: “Porque yo os transmití, en primer lugar, lo que a mi vez recibí que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras; que fue sepultado y resucitó al tercer día según las Escrituras; que se apareció a Pedro y luego a los doce». (1 Cor. 15, 3-5 = παρέδωκα γρ μν ν πρώτοις, κα παρέλαβον, τι Χριστς πέθανεν πρ τν μαρτιν μν κατ τς γραφάς, 4 κα τι τάφη, κα τι γήγερται τ μέρ τ τρίτ κατ τς γραφάς, 5 κα τι φθη Κηφ, ετα τος δώδεκα).

Y ahora ¿qué?

La resurrección no es una realidad reservada únicamente para después de la muerte. Después será la plenitud. Lo importante es vivir ya desde ahora como resucitados, porque a partir del bautismo participamos en la resurrección de Jesús (Col 3, 1-4; Rom. 6, 4-5). Su resurrección nos convierte en hombres y mujeres nuevos para los que ya no hay distinciones de ningún tipo, porque todos somos hijos de Dios en Jesús (Gál. 3, 26-28). Su victoria nos alcanza una nueva vida de la que participa también toda la creación, ya renovada (Ap. 22, 1-5)

El llamado Evangelio de Pedro, perteneciente a los Apócrifos, en sus capítulos XII, XIII y XIV, versículos 50-60, también nos narra la resurrección en estos términos:

῎Ορθρου δὲ τῆς κυριακῆς Μαριὰμ Μαγδαληνὴ μαθήτρια τοῦ Κυρίου, φοβουμένη διὰ τοὺς ᾿Ιουδαίους, ἐπειδὴ ἐφλέγοντο ὑπὸ τῆς ὀργῆς, οὐκ ἐποίησεν ἐπὶ τῷ μνήματι τοῦ Κυρίου εἰώθεσαν ποιεῖν αἱ γυναῖκες ἐπὶ τοῖς ἀποθνήσκουσι καὶ τοῖς ἀγαπωμένοις αὐταῖς. λαβοῦσα μεθ᾿ ἑαυτῆς τὰς φίλας ἦλθε ἐπὶ τὸ μνημεῖον ὅπου ἦν τεθείς. Καὶ ἐφοβοῦντο μὴ ἴδωσιν αὐτὰς οἱ ᾿Ιουδαῖοι καὶ ἔλεγον· Εἰ καὶ μὴ ἐν ἐκείνῃ τῇ ἡμέρᾳ ἐσταυρώθη ἐδυνήθημεν κλαῦσαι καὶ κόψασθαι, κἂν νῦν ἐπὶ τοῦ μνήματος αὐτοῦ ποιήσωμεν ταῦτα.

Τίς δὲ ἀποκυλίσει ἡμῖν καὶ τὸν λίθον τὸν τεθέντα ἐπὶ τῆς θύρας τοῦ μνημείου, ἵνα εἰσελθοῦσαι παρακαθεσθῶμεν αὐτῷ καὶ ποιήσωμεν τὰ ὀφειλόμενα;

Μέγας γὰρ ἦν ὁ λίθος καὶ φοβοῦμεθα μή τις ἡμᾶς ἴδῃ. Και εἰ μὴ δυνάμεθα, κἂν ἐπὶ τῆς θύρας βάλωμεν ἃ φέρομεν εἰς μνημοσύνην αὐτοῦ, κλαύσωμεν και κοψόμεθα ἕως ἔλθωμεν εἰς τὸν οἶκον ἡμῶν.

Visita de varias mujeres al sepulcro

Al rayar el alba, María Magdalena, discípula del Señor, tomando consigo a varias de sus amigas, fue con ellas al sepulcro en que aquél había sido depositado. 2. Y eligió esa hora, por temor a los judíos, los cuales estaban inflamados de cólera, y ella no había hecho, sobre el sepulcro del Señor, lo que las mujeres acostumbran a hacer con los muertos y con los seres queridos.  3. Y las visitantes temían que los judíos las viesen, y decían: Aunque el día en que se lo crucificó no hayamos podido llorar y lamentarnos, hagámoslo ahora, al menos sobre su sepulcro. ¿Quién nos revolverá la piedra de la puerta del sepulcro, a fin de que entremos, nos sentemos junto a él, y lo unjamos?  4. Porque la piedra es enorme, y tememos que alguien nos vea. Y, si no podemos revolverla, al menos depositaremos a la entrada lo que traemos en memoria suya. Y lloraremos, y nos lamentaremos, hasta que volvamos a nuestras casas.

 Καὶ ἀπελθοῦσαι εὗρον τὸν τάφον ἠνεῳγμένον καὶ προσελθοῦσαι παρέκυψαν ἐκεῖ καὶ ὁρῶσιν ἐκεῖ τινα νεανίσκον καθεζόμενον ἐν μέσῳ τοῦ τάφου ὡραῖον καὶ περιβεβλημένον στολὴν λαμπροτάτην, ὅστις ἔφη αὐταῖς· Τί ἤλθατε; τίνα ζητεῖτε; μὴ τὸν σταυρωθέντα ἐκεῖνον; ἀνέστη καὶ ἀπῆλθεν. Εἰ δὲ μὴ πιστεύετε, παρακύψατε καὶ ἴδατε τὸν τόπον ἔνθα ἔκειτο ὅτι οὐκ ἔστιν, ἀνέστη γὰρ καὶ ἀπῆλθεν ἐκεῖ ὅθεν ἀπεστάλη.

Τότε αἱ γυναῖκες φοβηθεῖσαι ἔφυγον.

Las mujeres encuentran el sepulcro abierto y un ángel les anuncia la resurrección de Jesús

XIII 1.Y, habiendo llegado al sepulcro, lo encontraron abierto. Y aproximándose, y bajándose a mirar, vieron, sentado en medio del sepulcro, un mancebo hermoso y vestido con una ropa muy brillante, que les dijo: 2. ¿Por qué habéis venido? ¿A quién buscáis? ¿Al crucificado? Resucitó, y se fue. Y, si no lo creéis, mirad, y ved que no está ya en el lugar en que se lo puso. Porque se ha levantado de entre los muertos, y se ha ido a la mansión de donde se lo había enviado.  3. Entonces las mujeres, espantadas, huyeron.

 

῏Ην δὲ τελευταίᾳ ἡμέρᾳ τὼν ἀζύμων, καὶ πολλοί τινες ἐξήρχοντο ὑποστρέφοντες εἰς τοὺς οἴκους αὐτῶν τῆς ἑορτῆς παυσαμένης.

῾Ημεῖς δὲ οἱ δώδεκα μαθηταὶ τοῦ Κυρίου ἐκλαίομεν καὶ ἐλυπούμεθα καὶ ἕκαστος λυπούμενος διὰ τὸ συμβὰν ἀπηλλάγη εἰς τὸν οἶκον αὐτοῦ.

᾿Εγὼ δὲ Σίμων Πέτρος καὶ ᾿Ανδρέας ὁ ἀδελφός μου λαβόντες ἡμῶν τὰ λίνα ἀπῆλθαμεν εἰς τὴν θάλασσαν καὶ ἦν σὺν ἡμῖν Λευεὶς τοῦ ᾿Αλφαίου ὃν Κύριος . . .

 

Los discípulos continúan afligidos

XIV 1. Y era el último día de los Ázimos, y muchos salían de la ciudad, y regresaban a sus hogares, por haber terminado la fiesta.  2. Nosotros, los doce discípulos del Señor, llorábamos y nos afligíamos. Y cada cual, apesadumbrado por lo que sucediera, se retiró a su casa.  3. Cuanto a mí, Simón Pedro, y a Andrés, mi hermano, tomamos nuestras redes y nos fuimos al mar. Y estaba con nosotros Levi, hijo de Alfeo, cuando el Señor…


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