Debo empezar dando las gracias a los y las colegas que han aportado sus comentarios a mi anterior post: demuestran interés, preocupación, inquietud por mejorar las cosas y ganas de ayudar a los alumnos y dignificar la asignatura. No me consuela, pero me hace sentir un tanto mejor, que no sea el único en sentirse impotente, inquieto y preocupado, y descubrir que a casi nadie complace el diseño de la prueba de Griego en selectividad. Los comentarios han aportado alguna idea interesante y mucha sensatez. Sigo ahora con lo que tenía pensado escribir.
Entre los profesores de griego es frecuente la comparación del salto que existe entre un primero de bachillerato, en el que se empieza por el alfabeto, y un segundo, en el que se traduce un discurso judicial, con la lengua inglesa y nos preguntamos qué ocurriría si un alumno pasara de un curso inicial de una lengua que desconoce totalmente a un segundo curso en el que se le exigiera traducir a Shakespeare, Chaucer (aunque fuera en inglés moderno) o Dickens.
Nos parecería aberrante. Pues eso es lo que ocurre en griego.
En primero hemos de comenzar por el alfabeto, que los alumnos se familiaricen con las nuevas grafías, que lean con soltura.
Luego viene ese, para mí, difícil arte de conseguir un nivel aceptable de gramática, que permita a los alumnos enfrentarse, y nunca mejor dicho, a los textos de los que hablamos, sin espantarlos con demasiada carga de artillería morfológica y sintáctica, no sea que en segundo de bachillerato elijan Geografía, en lugar de Griego II.
Es un círculo vicioso: si les doras la píldora, en segundo los tienes que machacar; si los machacas en primero, te arriesgas a perder cuatro horas de clase, que recuperarás con las correspondientes alternativas a la religión y, con el tiempo, mucho me temo que con Educación para la Ciudadanía, en inglés, of course.
El diseño del primer curso de bachillerato no debería tener como referencia la selectividad. A mi por lo menos me ponía nervioso no poder ver contenidos que sabía, ya en primero, que en los textos de selectividad estaban presentes. Eso no debería ocurrir; el primero y el segundo son para disfrutar dando clase y no para angustiarse por lo que se deja de ver y es preciso que los alumnos conozcan.
¿Qué queremos? Tiramos piedras contra el propio tejado. ¿Por qué tenemos que establecer textos tan difíciles para los alumnos? Se trata de que el alumno pueda traducir por sí mismo un texto griego. Seamos sensatos. En dos cursos de griego nunca alcanzarán nivel suficiente para traducir el discurso de Lisias con facilidad.
¡Hay tantas cosas por enseñar! Debemos, por desgracia, explicar sintaxis y morfología castellana, a pesar de los esfuerzos y buen hacer de los colegas de lengua española, debemos explicar mucha gramática, debemos enseñar a buscar en el diccionario; no hay que olvidar, ni en primero ni en segundo, la parte de la civilización griega, con todo lo que comporta: mitología, literatura, historia, arte, religión, pervivencia.
El texto de Lisias tiene oraciones subordinadas sustantivas, adjetivas y adverbiales, y de éstas de casi todos los tipos (finales, consecutivas, temporales, causales, condicionales, concesivas, etc.).
Aparece cualquier tiempo, modo y voz de verbos temáticos puros y contractos.
Hay presencia de verbos en líquida y oclusiva
Hay verbos atemáticos, de las tres clases.
Aparecen aoristos radicales temáticos y atemáticos.
Hay verbos polirrizos.
Hay muchas funciones especiales de los casos.
Participios e infinitivos por doquier.
¿Algún profesor ve en primero de bachillerato la conjugación completa de un verbo? ¿Y los contractos, o los verbos en oclusiva y líquida? ¿Y los atemáticos? ¿Y el pronombre relativo y las oraciones de infinitivo? ¿Y el complejo mundo de los participios?
Todo no se ve en primero. Por tanto, habrá que verlo en segundo, después del obligado repaso a los contenidos de primero, olvidados por el largo y cálido verano.
Repaso, explicación de los muchos contenidos no vistos y… luego el texto, con su dificultad y el apartado de civilización.
Si quieres hacer una traducción con análisis morfológico y sintáctico en la pizarra con tizas de colores, no terminas el texto. El uso del powerpoint, como alguna amiga y colega me sugirió, lo dejo para expertos en nuevas tecnologías.
¡Dios mío! Yo siempre voy justísimo de tiempo y, a veces, no puedo terminar la parte cultural. Ella es la sacrificada, porque puede ser estudiada por los alumnos en casa, hecho que no ocurre con el texto.
Creo que hay que reflexionar sobre los textos escogidos. ¿Estaba en las tablas de la ley que Dios dictó a Moisés en el Sinaí que no se puede traducir un texto adaptado en los exámenes de Griego II de las PAAU de la Comunidad Valenciana? ¿Es un crimen de lesa majestad traducir un texto que no sea original? ¿El desnivel entre los dos cursos no merece una ayuda para los alumnos? ¿Tiene sentido que los alumnos se aprendan de memoria la traducción del texto? ¿Qué nos demuestran con ello? ¿Que saben griego?
Hagamos un poco de historia y veremos que en la elección de textos hemos dado muchos bandazos.
Comencé en Alicante, allá por el curso 1990-1991, traduciendo el Protágoras de Platón ¡entero! Además de la dificultad textual, se añadía la contextual: entender de qué iba el diálogo. Una barbaridad, dada su dificultad y su extensión. Aún ahora no sé como lo tradujimos todo.
Ya en Castellón he conocido una gran variedad. Puede que lo que sigue no sea del todo exacto; de algunos cursos tengo lagunas mentales, que espero que algún colega matice, corrija, amplíe o confirme.
En los años 1991 a 1994 creo recordar que se traducía a Jenofonte y Platón. Traducíamos el Critón y la Apología de Sócrates de Platón o la Anábasis de Jenofonte.
En los cursos 94-95 y 95-96 las opciones eran una antología de textos de Jenofonte, a cargo de José Francisco González Castro, publicada en Ediciones Clásicas y el canto VI de la Odisea de Homero.
En los cursos siguientes 96-97, 97-98 y 98-99 se mantuvo el canto VI de la Odisea y se sustituyó Jenofonte por las adaptaciones de comedias de Aristófanes que contenía el Reading Greek (I), de la Joint Association of Classical Teachers, publicado por Cambridge University Press y editado en España por PPU (Promociones Publicaciones Universitarias).
En el curso 1999-2000 el texto se redujo al canto VI de la Odisea.
Después traducíamos fábulas de Esopo. También en otros lares han traducido a Esopo y Jenofonte.
Llegamos al curso 2003-2004 en el que se proponen dos opciones, una con 13 Diálogos de los dioses de Luciano y otra con ¡85! Fábulas de Esopo en la edición de Chambry.
El curso siguiente, 2004-2005, se produce una drástica rebaja de textos. Se reducen los diálogos a 9 y las fábulas a 50. Aún así mucho texto para traducir.
En el curso 2005-2005 se produce un nuevo cambio y se adopta la Apología de Sócrates de Jenofonte, que vuelve a ser el texto del curso 2006-2007.
Finalmente en el actual, 2007-2008, se ha añadido la opción del Discurso de Lisias, ya citado.
Como se puede apreciar, el cambio de textos ha sido muy habitual, aunque centrado en pocos autores: Platón, Jenofonte, Esopo, Luciano, Homero y adaptaciones de Aristófanes. Me temo que el consenso va a ser difícil.
El constante cambio demuestra que no sabemos exactamente hacia dónde queremos o debemos ir, tal vez por miedo a abrir el ya antiguo debate de fondo y en el que desgraciadamente ha predominado el obscurantismo a la divulgación.
Hemos confundido la filología con la pedagogía y la didáctica de las lenguas clásicas dando un peso excesivo a la gramática en detrimento de la competencia lingüística y el aprendizaje significativo.
Fuimos nosotros quien matamos a Homero.
Gracias por las lúcidas reflexiones. Ojalá alguien en algún momento tome nota.
No todos los alumnos de 2º de Bach. de humanidades estudiarán clásicas, ojalá, pero eso no es posible. Se trata simplemente de convertir una asignatura casi en extinción en algo motivable, interesante, y a la vez servible para aprender cosas de la lengua y la cultura helénicas. Tampoco es tan complicado, pero intentando traducir un discurso judicial (o más bien, aprenderlo ‘de memorieta’) los resultados son lo contrario.
Como tú bien dices, nos la vemos y nos la deseamos para explicar el máximo número posible de cosas en 1º, con la dificultad añadida del vacío sintáctico y gramatical del castellano que tiene. ¿Cómo es posible el cambio a subordinadas sin parar, participios atributivos, apositivos, y apositivos que son atributivos, condicionales, y lenguaje judicial?
Hay mil maneras para cambiar nuestras asignaturas, y sacarlas adelante. Ya podían establecer un foro de debate interesante. Entre todos los afectados, el resultado sería maravilloso.
JAVI
El problema principal y de base parte de quien establece los textos para la PAAU, es decir, de la Coordinadora del selectivo que continúamente hace oídos sordos a las quejas unámimes del profesorado de secundaria que va las reuniones que se organizan puntualmente todos los cursos. O por lo menos esa es la impresión que yo me he llevado desde hace ya unos cuantos años que voy a ellas en Alicante, además es vergonzoso como se quiere quitar las culpas de encima alegando que es cosa de la coordinadora de Valencia que es quien decide. Y no permiten consejos de los que realmente nos tenemos que hacer cargo de la faena que somos los que lidiamos con los alumnos de segundo de bachillerato.
Creo que si sería necesario crear un foro donde poder hablar e incluso aportar sugerencias para llevar a dichas reuniones. Especificando exactamente cuáles son las dificultades con las que nos encontramos diariamente.
[…] de acuerdo, Lisias no tuvo la culpa. Erasmo tampoco. Su original libro sobre la pronunciación del griego y del latín creó no poca […]
Estimados compañeros:
Deberíamos elaborar un manifiesto común denunciando lo que aquí exponemos. Este manifiesto debería ser firmado y apoyado por la mayoría de compañeros de griego. Si esto fuera así, ya podríamos enviarlo a la administración y a los coordinadores de griego de las diferentes provincias. Si no actuamos así, conseguiremos quejarnos a nivel personal o, con suerte, haremos terapia de grupo a través de alguna plataforma como ésta. Eso es todo. Diego
P.S.: Por supuesto, de acuerdo en todo lo que exponéis. Suerte.
[…] nos falta tirar piedras al propio tejado con los textos que elegimos para trabajar en 2º. Ya hablamos de ello en otra […]
Totalmente de acuerdo con todos vosotros. Yo no soy ningún profesor al que le apetece estar vendiendo la moto detrás de los alumnos. El Latín y el Griego, por su contenido, ¡sólo por su contenido! se ofrece sólo y con todas las garantías de éxito al que tenga algo de curiosidad. Pero si nosotros mismos nos empreñamos en centrarnos en la gramática, aspecto esencial para las lenguas modernas pues es la base de la comunicación, pero no tanto en las lenguas clásicas, pues estas esconden una cultura que es de la que nos aprovechamos, tenemos lo que tenemos: unos contenidos obsoletos, cerrados y farragosos. Hay que llegar hasta la cultura y que los alumnos entiendan porque seguimos siendo griegos a la hora de razonar, porque se sigue a Aristóteles cuando se hace una película, porque aún se recurre a las grandes tragedias para conocernos a nosotros mismos o dar soluciones a problemas antroplógicos,… ¡Grecia es Grecia! Su legado aporta otro tipo de enseñanzas, no sólo las lingüísticas. Y sin embargo en un año queremos que los chavales aprendan embutida una gramática y al siguiente que traduzcan a Lisias ¡ABSURDO! Tenemos tanto que ofrecer y mostramos lo peor ¡Así nos va! Pero el problema creo yo que es de orgullo. Ninguno de los catedráticos y jefazos se atreve a dar el paso y a cambiar los contenidos de la asignatura, por lo menos de Griego. Son en ese sentido reaccionarios, algo retrógrados y un poco cobardes.
Antaño tenía mucho sentido el estudio de la lengua y gramática griega, ya que la sociedad de hace cien años asumía todavía como algo propio la cultura griega. Pero por desgracia la ignorancia y el desconocimiento actuales hacen necesaria una filología clásica aplicada, capaz de dar a conocer a la sociedad y a nuestros alumnos la presencia de la cultura griega y latina hoy en día.
Deberíamos movernos en este sentido. Apoyo cualquier tipo de movilización.
Un saludo