En otra ocasión hablamos de un Lied de Goethe musicado por Schubert sobre el mito de Atlas o Atlante. Ahora es su hermano Prometeo, también un titán, hijo de Jápeto y, por tanto, sobrino de Crono, o, lo que es lo mismo, primo de Zeus, quien será objeto de nuestro breve estudio.
También Goethe dedicó un poema al titán griego que fue musicado por compositores como Jan Willem Frans Brandts-Buys (1868-1933) – Prometheus op. 42, número 1 de sus Vier Lieder, publicado en 1925 -; Johann Friedrich Reichardt (1752-1814), Prometheus, publicado en 1809, Julius Röntgen (1855-1932), Prometheus, op. 99, Franz Schubert, Prometheus, D. 674 (1819) y Hugo Wolf (1860-1903), Prometheus, de los Goethe-Lieder, nº 49.
El poema es éste:
Bedecke deinen Himmel, Zeus,
Mit Wolkendunst
Und übe, dem Knaben gleich,
Der Disteln köpft,
An Eichen dich und Bergeshöh’n;
Mußt mir meine Erde
Doch lassen stehn
Und meine Hütte, die du nicht gebaut,
Und meines Herd,
Um dessen Glut
Du mich beneidest.
Ich kenne nichts Ärmeres
Unter der Sonn’, als euch, Götter!
Ihr [nähret] kümmerlich
[Von] Opfersteuern
Und Gebetshauch
Eure Majestät
Und darbtet, wären
Nicht Kinder und Bettler
Hoffnungsvolle Toren.
Da ich ein Kind war
Nicht wußte, wo aus noch ein,
Kehrt’ ich mein verirrtes Auge
Zur Sonne, als wenn drüber wär’
Ein Ohr, zu hören meine Klage,
Ein Herz wie meins,
Sich des Bedrängten zu erbarmen.
Wer half mir
Wider der Titanen Übermut?
Wer rettete vom Tode mich,
Von Sklaverei?
Hast du nicht alles selbst vollendet
Heilig glühend Herz?
Und glühtest jung und gut,
Betrogen, Rettungsdank
Dem Schlafenden da droben?
Ich dich ehren? Wofür?
Hast du die Schmerzen gelindert
Je des Beladenen?
Hast du die Tränen gestillet
Je des Geängsteten?
Hat nicht mich zum Manne geschmiedet
Die allmächtige Zeit
Und das ewige Schicksal,
Meine Herrn und deine?
Wähntest du etwa,
Ich sollte das Leben hassen,
In Wüsten fliehen,
Weil nicht alle
Blütenträume reiften?
Hier sitz’ ich, forme Menschen
Nach meinem Bilde.
Ein Geschlecht, das mir gleich sei,
Zu leiden, zu weinen,
Zu genießen und zu freuen sich
Und dein nicht zu achten,
Wie ich!
Aquí su traducción:
Cubre tu cielo, Zeus
con vapor de nubes,
y ejercítate igual que el muchacho,
descabeza los abrojos
junto a las encinas y en las alturas;
pero tienes que dejar en pie
mi tierra y mi cabaña,
que tú no construiste,
y mi hogar,
por cuya llama
tú me envidias.
¡No conozco nada más pobre bajo los soles,
que vosotros, oh, dioses!
Vosotros nutrís miserablemente
con gabelas de sacrificios
y hálito de oraciones
vuestra majestad,
y careceríais de todo,
si no fuera por los niños
y mendigos locos llenos de esperanza.
Cuando yo era niño,
no sabía dónde entrar y salir,
volvía mis extraviados ojos hacia el sol,
como si allí arriba hubiera un oído
para oír mis lamentos,
un corazón como el mío
para apiadarse del oprimido.
¿Quién me ayudó
contra la arrogancia de los titanes?
¿Quién me salvó de la muerte,
de la esclavitud?
¿No has realizado todo tú mismo,
corazón sagradamente ardiente?
¿Y te inflamaste joven y bueno,
engañado, agradecido por la salvación
al durmiente allí en lo alto?
¿Honrarte yo a ti? ¿Por qué?
¿Has mitigado jamás
los sufrimientos del agobiado?
¿Has calmado jamás
las lágrimas del angustiado?
¿No me han forjado como hombre
el todopoderoso tiempo
y el destino eterno,
mis dueños y los tuyos?
¿Imaginas acaso
que yo debería odiar la vida,
huir al desierto,
porque no maduraron
todos los sueños en flor?
¡Aquí estoy, formo hombres
según mi imagen,
una raza que sea igual a mí,
para sufrir, para llorar,
para gozar y alegrarse
y no respetarte a ti,
como yo!
El poema se puede oír recitado en este video:
En http://universalia.usb.ve/anteriores/universalia5/prometeo.html, Revista del Decanato de Estudios Generales de la Universidad Simón Bolívar leemos:
Este poema fue escrito alrededor de 1774, es decir, cuando Goethe tenía sólo 25 años de edad, pero no fue publicado hasta 1785. Pertenece al movimiento literario Sturm und Drang (aprox. 1760-1780), el cual constituyó una revuelta intelectual de los jóvenes poetas alemanes contra el racionalismo de la ilustración, su apego exagerado a los principios morales y su visión simplista de la naturaleza humana. El movimiento criticaba asimismo la sociedad de su tiempo, por considerarla demasiado rígida y hostil a su concepción de la vida, y defendía en cambio, por encima de todo, el valor del genio individual (el gran modelo de esta época fue el poeta inglés William Shakespeare, 1564-1616). Todos estos rasgos aparecen ejemplarmente encarnados en el personaje central del poema que aquí presentamos, Prometeo.
Goethe conoció este tema mitológico gracias a los Libros humanísticos del Barroco que existían en la librería de su padre. Prometeo, como es sabido, era un semidiós, hijo de un Titán; moldeaba con barro a los hombres y les infundía vida. Cuando robó del Olimpo el fuego para entregárselo a los hombres, Zeus lo condenó a ser encadenado indefinidamente a una montaña del Cáucaso. Pero más tarde Zeus se apiadó de él y permitió que Hércules lo liberara de su tormento.
El Prometeo de Goethe pronuncia su monólogo en el momento en que su oposición a Zeus es mayor, es decir, cuando se encuentra totalmente aislado, pues incluso se ha enemistado con los Titanes, sus antepasados. Sin embargo, permanece desafiante y seguro de sí mismo, dispuesto a reconocer sólo a dioses arcaicos anteriores a los olímpicos, como el eterno Destino (Moira) y el «Tiempo todopoderoso» (Cronos). Esta actitud orgullosa lo distingue del Prometeo que nos dibujan las versiones provenientes de la antigüedad clásica.
Para Goethe, todo proceso de creación artística se compone esencialmente de dos momentos: uno de distanciamiento con respecto a lo originario primitivo (diástole) y otro de reencuentro con él (sístole). El poema «Prometeo» representa, por supuesto, sólo el primer momento; de ahí que Goethe soliera publicarlo junto con otro, titulado «Ganímedes», (del que hemos hablado nosotros en otro lugar) en el que enaltecía la identificación del hombre con el universo.
Aunque volveremos sobre el Lied schubertiano, es conveniente que nos vaya sonando Aquí la versión con piano del barítono Siegfried Lorenz y Norman Shetler al piano:
[…] Mar, 2009 por nihilnovum Fue el 23 de diciembre del pasado 2008, cuando iniciamos nuestra serie sobre Prometeo. Hoy llega a su fin. Nuestra voluntad […]
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