Seguimos con algunas frases conocidas de Terencio en esta miniserie, a propósito de la cita del autor latino usada en el encabezamiento de la carta de algunas exnadadoras del equipo de natación sincronizada español en el que se vierten graves acusaciones contra la ahora ya exseleccionadora Anna Tarrés. Como dijimos en el primer capítulo no entramos en el asunto. Sólo nos detenemos en algunas frases del comediógrafo. Vimos en el anterior artículo la frase Homo sum; humani nihil a me alienum puto, con comentarios en Séneca, Cicerón y Gerardo Diego.
En el acto I, escena 1, verso 68 de su otra obra Andria hallamos otra frase interesante. Habla Sosias:
Sapienter vitam instituit: namque hoc tempore
Obsequium amicos, veritas odium parit.
Discretamente ordenó su vida; porque hoy día el complacer gana amigos, y el decir las verdades enemigos.
Esta frase tiene amplio eco en diversas lenguas.
Así, en italiano: La verità genera odio
o en toscano: Di il vero a uno, ed è tuo nemico,
que podemos comparar con el valenciano: en dir les veritats s’acaben les amistats (diciendo la verdad se acaba la amistad).
En francés: Bien servir fait amis, et vrai dire ennemis.
Dire la vérité est utile à celui à qui on la dit, mais désavantageux à ceux qui la disent, parce qu’ils se font haïr.
Decir la verdad es útil para aquellos a los que se dice, pero una desventaja para los que la dicen, porque éstos son odiados.
Inglés: Flattery brings friends; truth enemies.
Español: La verdad amarga
Alemán: Wahrzeit zeugt Hass.
El escritor bizantino Miguel Apostolios, en sus Paremias (Παροιμίαι) VII, 9 dice:
Ἕλκος γὰρ πέλει τῆς ἀληθείας φθόνος = Pues la herida de la verdad es el odio.
Todos hemos experimentado que, al decir ciertas verdades, aquellas personas que las escuchan suelen reaccionar, cuanto menos, con incomodidad y, a veces, supone el comienzo de un alejamiento personal de quienes antes eran amigos.
Amantes amentes. “Enamorados, locos“. Son los nominativos plurales del participio de presente del verbo amo (amar) y del adjetivo amens, amentis (loco, necio) respectivamente.
Aparece en los comediógrafos Plauto (ca. 254-184 a. C.), en su obra Mercator, 81 (amens amansque ut animum offirmo meum dico esse iturum me mercatum, si velit= enloquecido y enamorado que estaba, consigo, con todo, hacerme el fuerte y le digo a mi padre que, si él quiere, estoy dispuesto a irme de comerciante) y Terencio (185-159 a. C.), Andria, I, 3, 13 = 218 (en este último en genitivo: nam inceptiost amentium, haud amantium = porque es empresa de locos, no de enamorados).
Italiano: Quando è alta la passione è bassa la ragione.
Francés: Tout amant test fou.
Español: De enamorado a loco va muy poco.
Gallego: De namorado a louco vai moi pouco.
Alemán: Minne verkehrt die Sinne. Verliebt sein ist fast dasselbe wie Narr sein = Estar enamorado es casi lo mismo que estar loco.
Portugués: A demasiada afeição cega a razão = demasiado afecto ciega la razón.
Inglés: No folly like being in love.
Miguel Apostolios (Proverbia Graecorum, VIII, 68) dice:
τὸ μαίνεσθαι δ᾿ἂρ᾿ἦν ἔρως βροτοῖς = Para los mortales amar es enloquecer.
Es una expresión paremiológica basada en una paronomasia (proximidad o acumulación de palabras de sentido idéntico o análogo) y que hace referencia a que la gente que está enamorada suele comportarse de forma poco racional y más cerca de la locura que de la normalidad. En español hay ejemplos parecidos de paronomasia en idénticos contextos amorosos, como en estas canciones populares amorosas:
Aquellas palabritas que me dijiste, si no fueran falaces, fueran felices. Y de este modo, no las creo yo tanto, que no soy tonto.
Si piensas que en ti pienso, has pensado mal; ni pienso ni he pensado ni pienso en pensar.
Audentes fortuna iuvat. “La fortuna ayuda a los intrépidos“. Es el verso 284 del libro X de la Eneida del poeta latino Virgilio (70-19 a. C.), aunque ya era proverbial en tiempos de Cicerón que dice: fortis enim non modo fortuna adiuvat, ut est in vetere proverbio, sed multo magis ratio, quae quibusdam quasi praeceptis confirmat vim fortitudinis = en efecto a los fuertes no sólo ayuda la fortuna, según dice el viejo proverbio, sino mucho más la razón, que confirma el valor de la fuerza aplicando ciertos preceptos (Tusculanas, 2, 4, 11). El sujeto de la expresión es el sustantivo fortuna, iuvat es la tercera persona del singular del verbo iuvo (ayudar); el complemento directo, en acusativo plural audentes, adopta la forma de participio de presente activo del verbo audeo (atreverse). Quiere decir que el azar no es tan arbitrario y que la suerte hay que buscarla. Aquellos que se arriesgan en determinadas empresas suelen tener éxito. La forma citada por Cicerón fortes fortuna adiuvat (la fortuna ayuda a los fuertes) es la que se halla en nuestro autor, Terencio, Phormio, I, 4, 26 = 203).
En Séneca, Medea, 159, leemos: Fortuna fortes metuit, ignavos premit: la fortuna a los valientes los teme, a los cobardes los aplasta.
En italiano: Fortuna i forti aiuta, e i timidi rifiuta. / La fortuna aiuta gli audaci.
Pietro Metastasio, en Temistocle Acto I, escena 14 escribe:
Sebaste
M’arride il Ciel: Serse è d’Aspasia amante;
Irritata è Rossane. In lui l’amore,
Gli sdegni in lei fomenterò. Se questa
Giunge a bramar vendetta,
Un gran colpo avventuro. A’ molti amici,
Ch’io posso offrirle, uniti i suoi, mi rendo
Terribile anche a Serse. Al trono istesso
Potrei forse… chi sa? Comprendo anch’io
Quanto ardita è la speme;
Ma fortuna ed ardir van spesso insieme.
Me es favorable el cielo: Jerjes es amante de Aspasia;
Roxana está irritada. En él el amor,
Los desdenes en ella fomentaré. Si ella
Alcanza a anhelar la venganza,
Aventuro un gran golpe. A muchos amigos,
Que yo puedo ofrecerle, unidos los suyos, soy
Terrible también para Jerjes. Al mismo trono
Podría quizás… ¿quién sabe? Comprendo también yo
Cuán atrevida es la esperanza;
Pero la fortuna y la audacia van juntas a menudo.
Aquí tenemos el eco de Terencio y Virgilio: Ma fortuna e l’ardir van spesso insieme Pero la fortuna y la audacia van juntas a menudo.
En francés se dice: Fortune aide le hardi, communément on dit. / La fortune sourit aux audacieux.
Español: Al hombre osado la fortuna le da la mano. / La fortuna teme a los valientes y avasalla a los cobardes.
Alemán: Wer wagt, der gewinnt. / Das Glück ist dem Kühnen hold
En Goethe, Fausto II parte, Acto I, escena en el Alto Peneo, el Grifo dice:
Man greife nun nach Mädchen, Kronen, Gold,
Dem Greifenden ist meist Fortuna hold
No hay más que echar la garra a las chicas, a las coronas, al oro
Las más de las veces la fortuna es propicia al rapiñador.
Que podemos considerar una variante de la cita terenciana.
Inglés: Fortune favours the bold and repulses the timid. / Fortune gives her hand to a bold man.
Miguel Apostolios, en su Proverbia Graecorum XIII, 36a dice:
Οὐ τοῖς ἀθύμοις ἡ τύχη συλλαμβάνει = la fortuna no ayuda a los cobardes.
Esta sentencia se atribuye al poeta cómico Menandro. Alcanzó enorme difusión en su versión latina, de la que derivan directamente las formulaciones de las lenguas modernas, como hemos visto.
Catalán: La fortuna és dels atrevits = la fortuna es de los atrevidos.
Euskera: Ausartarentzat da mundua = El mundo es para el valiente.
Húngaro: Bátraké a szerencse = la fortuna es de los valientes.
Gallego: Ao home ousado, a fortuna pónselle ao lado = al hombre osado la fortuna se le pone al lado.
Portugués: Ao homem ousado, a Fortuna dá a mão = al hombre osado la fortuna le da la mano.