Quizá sea interesante contrastar la escena del Orfeo ed Euridice de Gluck, con la que concluíamos el anterior artículo, con la de L’Orfeo de Monteverdi, que se inicia, por cierto, con una alabanza de Orfeo a su instrumento:
ORFEO
Qual honor di te fia degno,
mia cetra onnipotente,
s’ hai nel Tartareo regno
piegar potuto ogn’ indurata mente ?
Ritornello
Luogo avrai fra le più belle
immagini celesti
ond’ al tuo suon le stelle
danzeranno in giri or tardi or presti.
Ritornello
Io per te felice à pieno
vedrò l’ amato volto,
e nel candido seno
de la mia donna oggi sarò raccolto.
Ma mentre io canto ohimé chi m’ assicura
ch’ella mi segua? Ohimé chi mi nasconde
de le amate pupille il dolce lume?
Forse d’ invidia punte
le deità d’ Averno.
Perch’ io non sia quaggiù felice appieno,
mi tolgono il mirarvi,
luci beate e liete,
che sol col guardo altrui bear potete?
Ma che temi, mio core?
Ciò che vieta Pluton, comanda Amore.
A Nume più possente,
che vince uomini e Dei,
ben ubbidir devrei.
(Quì si fa strepito dietro alla Scena)
Ma che odo ohimé lasso?
S’arman forse a’ miei danni
con tal furor le furie innamorate
per rapirmi il mio ben, ed io consento?
O dolcissimi lumi, io pur vi veggio,
io pur: ma qual Eclissi ohimè, v’oscura ?
UNO SPIRITU
Rott’ hai la legge, e se’ di grazia indegno.
EURIDICE
Ahi, vista troppo dolce e troppo amara;
Così per troppo amor dunque mi perdi?
Ed io misera perdo
il poter più godere
e di luce e di vita, e perdo insieme
tè d’ ogni ben mio più caro, ò mio consorte.
SPIRITI INFERNALI
Torna a l’ ombre di morte
infelice Euridice,
nè più sperar di riveder le stelle,
ch’ omai fa sordo a’ prieghi tuoi l’ Inferno.
ORFEO
Dove ten vai, mia vita? Ecco i’ ti seguo.
Ma chi me ‘l niega, ohimè? sogno o vaneggio?
Qual poter, qual furor da questi orrori,
da questi amati orrori
mal mio grado mi tragge, e mi conduce
a l’ odiosa luce?
Sinfonia
SPIRITI INFERNALI
E’ la virtute un raggio
di celeste bellezza,
fregio dell’ alma ond’ ella sol s’apprezza:
Questa di tempo oltraggio
non teme, anzi maggiore
ne l’uom rendono gli anni il suo splendore,
Orfeo vinse l’Inferno e vinto poi
fu da gli affetti suoi.
Degno d’ eterna gloria
fia sol colui ch’ avrà di sè vittoria.
ORFEO
¿Qué honor es digno de ti,
mi toda poderosa lira,
tú que, en el reino del Tártaro,
has podido enternecer todos los duros corazones?
Ritornello
Tendrás un lugar entre
las más bellas imágenes celestes
y a tus acordes las estrellas
danzarán en torno tuyo con ritmos suaves y lentos.
Ritornello
Yo, rebosante de felicidad,
gracias a ti, veré el rostro amado,
y sobre el regazo puro
de mi esposa, seré hoy recogido.
Pero mientras canto, ay, ¿quien me asegura
que ella me sigue? Ay, ¿qué me oculta
la dulce luz de sus ojos queridos?
¿Quizás, picados por la envidia,
las divinidades del Averno.
Para que yo no sea plenamente feliz aquí abajo,
me privan de vuestros ojos,
bienaventurados, alegres luces, que
con una sola mirada pueden colmar de felicidad?
Pero ¿qué temes, corazón mío?
Es que lo ha prohibido Plutón, a ruego del Amor.
A una divinidad tan poderosa,
que vence a hombres y dioses,
yo debo obedecer.
(Se oye un estrépito fuera de escena)
Pero ¿qué oigo, ay?
Serán las furias locas del amor
que se arman contra mí de rabia
para quitarme mi bien? ¿Lo consentiré?
Oh dulces luces, yo os veo,
pero ¿que eclipse, ay, os oscurece?
UN ESPÍRITU
Has incumplido la ley y no eres digno de gracia.
EURÍDICE
Ay, qué visión tan dulce y tan amarga;
¿me has perdido por exceso de amor?
Y yo, desgraciada, pierdo
la capacidad de gozar
de la luz y de la vida, y al mismo tiempo te pierdo también a ti, a ti, mi bien más querido y mi esposo.
ESPÍRITUS DEL INFIERNO
Vuelve a las sombras de la muerte,
desgraciada Eurídice,
no esperes volver a ver los astros,
pues siempre el infierno será sordo a tus plegarias.
ORFEO
¿Te vas, vida mía? Yo estoy aquí y te sigo, pero, ¿qué me lo impide, ay? ¿Es sueño o espejismo?
¿Qué fuerza oculta me arrastra a la fuerza
lejos de estos horrores,
de estos horrores queridos, y me conduce
hacia la luz odiada?
Sinfonía
ESPÍRITUS DEL INFIERNO
La virtud es un rayo
de la belleza celeste,
la cualidad suprema del alma a la que da sólo su precio.
Ésta el ultraje del tiempo;
no teme, al contrario,
los años resaltan su esplendor en el hombre.
Orfeo venció al infierno y vencido
fue por su pasión.
Sólo será digno de una gloria eterna
aquel que consiga la victoria sobre sí mismo.
La flauta ha de servir a Tamino, y Pamina, como instrumento de protección y como guía en las dificultades y los terrenos difíciles. Recordemos que la flauta es un regalo de la Reina de la Noche a Tamino, entregada por sus Tres Damas, como vemos en el Acto I, número 5.
Erste Dame (gibt Tamino eine goldene Flöte):
O Prinz, nimm dies Geschenk von mir!
Dies sendet uns’re Fürstin dir.
Die Zauberflöte wird dich schützen,
Im größten Unglück unterstützen.
Primera Dama (da a Pamino una flauta dorada)
¡Oh Príncipe, acepta este regalo!
Te lo envía nuestra Princesa.
Esta flauta mágica te protegerá,
Te sostendrá en las mayores desgracias.
Drei Damen:
Hiermit kannst du allmächtig handeln,
Der Menschen Leidenschaft verwandeln:
Der Traurige wird freudig sein,
Den Hagestolz nimmt Liebe ein.
Las Tres Damas
Te permitirá obrar con omnipotencia,
Transformar las pasiones de los hombres:
el triste se pondrá alegre,
el solterón se enamorará.
Alle:
O so eine Flöte ist mehr
Als Gold und Kronen wert,
Denn durch sie wird Menschenglück
Und Zufriedenheit vermehrt.
Todos
Oh, una flauta como ésta vale más
que todo el oro y todas las coronas,
pues con ella se incrementa la dicha
y el contentamiento de los humanos.